El Quinceañero de Jessy
Lima, 2010 Tato no respondía las alertas ni los mensajes de texto. Estábamos tarde para el Quinceañero. Le había pedido a mi mamá que me deje en el Plaza Vea de San Borja. No quería que la gente de la promoción vea como mi madre se despide de mí con me besos en mi cachete.