Método Tomatis: Cómo Funciona y en qué casos es recomendable

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Desde hace sesenta años, el investigador y médico francés Alfred Tomatis patentó un método para estimular el área neurosensorial de los seres humanos por medio de la música y la voz, de modo tal que se logren activar las capacidades emocionales, motoras y cognitivas. El método Tomatis se basa en el uso de la tecnología para estimular la comprensión y la comunicación valiéndose de sonidos que fomenten la concentración, la coordinación y las relaciones humanas. Sigue leyendo y conoce más sobre el tema.

¿Cómo funciona el Método Tomatis?

Existe un aparato llamado TalksUp en el cual se basa el Método Tomatis, que consiste en un par de audífonos especiales que tratan de forma especifica los sonidos y funciona en conjunto con otro aparato llamado “Electronic Gating”, que es una báscula cuyo funcionamiento no invasivo, realiza efectos de contraste sonoro alternando el paso de frecuencias agudas y frecuencias graves, las cuales activan el oído y su esfuerzo deriva en mayor actividad cerebral.

La idea es que luego de la primera experiencia, se determine el patrón de escucha de un individuo y a partir de ese momento realizar varias sesiones adaptadas a las necesidades de la persona, terapias a las que podrá dar continuidad en su hogar o en un centro especializado.

¿En qué consisten las sesiones?

Las sesiones del Método Tomatis consisten en dos modalidades “activas” y “pasivas”. En las “activas”, se realizan actividades como lectura y repetición frente a un micrófono conectado a un casco, por lo que se enfoca en el bucle audiovocal. Mientras que en las “pasivas” se coloca un casco conectado a los audífonos, que emiten música para estimular la audición y la vibración ósea.

¿Qué se logra con este método?

El hecho de usar los sonidos, tanto propios como externos, genera estímulos eléctricos en el cerebro. Dichos estímulos activan a su vez la coordinación, el ritmo, el equilibrio, el aprendizaje, la memoria, seguir instrucciones, argumentar, leer, hablar, comunicarnos y desplazarnos.

La capacidad de escucha aumenta la confianza y por ende la interacción que viene dada por las relaciones humanas, por lo tanto, no hay edad definida para realizar el Método Tomatis, de hecho desde la infancia se puede realizar, ya que es una alternativa natural y complementaria la medicina tradicional. Es una pedagogía adaptable a los requerimientos que presente cada individuo: mejorar su aprendizaje, su capacidad de atención o comunicarse efectivamente.

¿En qué casos es recomendable usar el Método Tomatis?

La idea del Método Tomatis es la estimulación neuro psicológica que a través de una evaluación psicopedagógica puede ayudar a corregir o madurar las conexiones sensorio-neurales, de modo tal que la persona mejore su capacidad de atención, comprensión y reacción. Es por ello, que esta terapia pedagógica funciona para:

  • Mejorar el proceso de aprendizaje. El Método Tomatis estimula todas las formas de aprendizaje: por imitación, por recompensa, por repetición, por creatividad y por fracaso. Es idóneo para estimular el intelecto y tratar la llamada “dislexia”.  Lo que se busca es que la persona tenga “plasticidad cerebral” para tener respuestas intuitivas, rápidas y precisas ante cualquier situación.
  • Lidiar con el estrés, la depresión y la ansiedad
  • Fomentar la socialización
  • Mejorar el uso de la voz. Desde la articulación de las palabras, la intensidad de la voz, la pronunciación adecuada, la imprecisión, la afonía, la poca fluidez y los sonidos o muy agudos o muy graves. Los niños con trastornos del lenguaje son pacientes a los que se recomienda el Método Tomatis.
  • La seguridad y autoestima
  • Controlar las emociones
  • Desarrollar la atención selectiva y en diferentes áreas a la vez, la comprensión y la memoria. En casos de niños con hiperactividad o con déficit de atención es una técnica muy aplicada.
  • El procedimiento auditivo
  • Estimular el habla y en terapia del lenguaje
  • El equilibrio y la postura. Cuando se realiza este tipo de terapias se previene las pérdidas de equilibrio, el vértigo y posibilita que la persona tenga mayor control de su cuerpo al correr, saltar, marcar el ritmo, entre otros movimientos.
  • La integración sensorial
  • La coordinación motora. Con la aplicación de método también se puede lograr mejoría en la verticalidad, la lateralidad (movimientos de izquierda y derecha) y la regulación del tono muscular.

Este tipo de prácticas son saludables y necesarias, conócelas, asiste y lleva a tus hijos, seguramente obtendrán muchos beneficios.

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