Voz

Lejos de la vista de Dios,
jadeante de cansancio,
vengo a capitular mi llamado.

Laberinto fangoso
escòndeme por un momento
de la metamorfosis de las flores
y seamos larvas el resto del dìa.

abandono el temor aquì
en mi alma serpiente de fuego,
abrazo la sangre tibia de mi cuerpo
regreso a mì y a ti
con solo escuchar tu voz.

Puntuación: 0 / Votos: 0

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *