Incienzos tacneños,
colmenas de hiel,
se ha vuelto en su temblar
el wilson de su avenida.
Carcomes mi mente
voz que se mantiene
voz que se abandona.
Carcomes mi mente
verja e mierda
La carcomes.
Y aunque siempre tendràs salidas
y no bienvenidas,
nunca te iràs, nunca saldràs
de estos tus ajenos barrotes .