La huerta urbana: Un oasis en medio del caos

10263751 9 noviembre, 2017

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Nuestro cotidiano es ruido, es el caos de una gran ciudad, el desorden. Caminar por Lima, con los ojos cerrados, me genera miedo, temor pero sobretodo tensión. Siento esto por la saturación de sonido, la falta del silencio,de la tranquilidad que la naturaleza nos puede generar en nuestro interior. Espacios como estos son difíciles de encontrar en Lima. Una amiga me decía que debía nadar 100 mts alejándose de la playa para  no sentir el ruido de la ciudad.

¿Pero este es el ruido de Lima o es el ruido de una gran ciudad? ¿Todas las ciudades son así? La pasada semana estuve en Bogotá y al salir a la calle, y cerrar los ojos, sentí que seguía en Lima, el tráfico, la música de fondo (Maluma y Fonsi) , los ambulantes, los sonidos de los edificios en construcción, los gritos en la calle, claro, con pequeñas diferencias. Recorrí toda la Carrera 7 camino al centro de la ciudad acompañado de este ruido,  en un momento las calles se volvieron peatonales, y las performances reemplazaron a los coches y al claxon, “(…)la ciudad en donde se baila la mejor salsa”, “mangos, mangos enteros, grandototes”, “La sétima de Juego de tronos, series, películas (…)”, “(…) por un lado pela y por el otro lado hace el corte vegetal, pero si no les gusta lo bueno (…)”. Seguí explorando sonoramente el espacio.

Caminamos hasta llegar al centro de la ciudad, La Candelaria, un barrio llenos de museos y galerías de arte, y fue grande mi sorpresa cuando el ruido de la ciudad, de los turistas, del tráfico, de los ambulantes se calmó y me llegó un sonido a paz, tranquilidad y naturaleza. Llegamos a una huerta urbana, Huertolaria, la cual no solo cumple con fines alimentacios, sino también “educativos, ambientales, recreativos, terapéuticos y comunitarios”, como me comenta Nina y Carlos, amigos colombianos que son parte de dicha comunidad.

Si bien este espacio es privado, tan solo pueden acceder los miembros de la comunidad, el día 29 de octubre fue puertas abiertas, ya que estaban realizando una actividad pro fondos con venta de comida vegana, un mercado orgánico, taller de compostaje, entre otras actividades, el objetivo es autofinanciarse y ser un espacio alternativo dentro de la comunidad. Un espacio de encuentro y de conexión con la naturaleza.

A través de la serendipia (Pink, 2013) llegué a Huertolaria. Lo primero que hice al ingresar fue recorrer los diversos espacios del huerto, las diversas parcelas, el criadero de gallinas, la zona de esparcimiento infantil, el mercado. Terminé conversando con Nina, Carlos y Mauro, los cuales me contaron del proyecto, como surgió y lo que están buscando con este, mientras escuchaba a los niños jugar, las gallinas aletear y un toque de guitarra a lo lejos.

Con toda esta información reflexione sobre la mejor manera de representar esta experiencia multisensorial (Pink, 2013) a través del sonido, descarte la entrevista y opté por captar lo que ellos desean tener como respuesta al ruido de una gran ciudad. Para ello realicé dos tipos de registro, en el primer recorrí todo el espacio para buscar captar cada uno los micro-espacios existentes dentro de la huerta. Posteriormente me ubique al medio de la huerta y registré durante cerca de 10 min el movimiento a mi alrededor. Al escuchar ambas grabaciones decidí quedarme con la segunda, ya que si bien no captamos todo lo que sucede me deja sentir mas el tempo del sitio, la dinámica, el movimiento de los niños, es decir no soy yo el que marco la pauta, ni mi recorrido, si esta se va construyendo a mi alrededor.

En este sonido podemos escuchar a los hijos de los miembros de la comunidad disfrutando del espacio: niños jugando, niños riendo, un bebé llorando. Escuchamos adultos conversando, tanto en castellano (colombiano) como en alemán. Los pasos que escuchamos nos hablan de como es el suelo, piedras, pasto, tierra. A lo lejos podemos escuchar muy sutilmente el aleteo de unas gallinas, con las cuales los niños buscan una interacción. Pero lo que mas destaco del sonido es lo que no escucho, los sonidos ausentes de una gran ciudad capital latinoamericana, que minutos antes vine registrando con mi grabadora y que decidí que no sea parte de este trabajo.

A continuación una selección de 3 min (sin editar) de todos los sonidos registrados durante la cartografía a la ciudad de Bogotá:

Cierro los ojos, y el sonido me lleva al huerto, alejándome del ruido del tráfico que ingresa por mi ventana en este momento y es que “(…) los paisajes sonoros revisten importancia para aquellos cuyos cuerpos y vidas resuenan en el tiempo y en el espacio social” (Feld, 2013: 221) La experiencia en Bogota me permitió reconectarme con el campo, la naturaleza, la tranquilidad, los niños y la alegría.

El potencial que tiene la audición y la producción de sonido nos permiten conectarnos con diversos lugares y momentos, como dice Feld: “son competencias encarnadas o incorporadas (embodied competences) que sitúan a los actores y su capacidad de acción en mundos históricos determinados”. Ahí el uso del termino acustemología, sugiriendo la unión de la acústica con la epistemología, siendo el sonido una “modalidad de conocecimiento y de existencia en el mundo”(2013: 222)

Propuestas alternativas como estas son pequeños oasis dentro de una ciudad, en la cual nuestros hijos y nosotros nos podemos reconectar con la naturaleza, la tierra, la vida en comunidad y un tempo de vivir sin estrés ni premuras. Un gran iniciativa que se vienen dando en varias ciudades del mundo, a mitad de año estuve en Barcelona y conocí una experiencia similar. Pero ¿Llegará esta iniciativa a Lima? ¿Qué vínculo tenemos con la tierra y que tanto queremos conectarnos con ella? ¿De qué estratos sociales viene este proyecto y este funcionaría en Lima? Espero, así como en Bogota, la alcaldía veo con buenos ojos apoyar este tipo de proyectos y ayudar a tener pequeños oasis de naturaleza dentro de nuestra caótica ciudad.

 

BIBLIOGRAFÍA

CORTES, J. (2016) “Más de 300 huertas familiares y comunitarias funcionan en Bogotá”. Página web de la Alcaldía Mayor de Bogotá. En:http://bogota.gov.co/article/temas-de-ciudad/ambiente/desarrollo-economico/300-huertas-familiares-funcionan-en-bogota

FELD, Steven. (2013) “Una acustemología de la selva tropical”. Revista colombiana de Antropología. Bogotá, vol. 49, no. 1, pp. 217-239.

HUERTOLARIA. Granja Urbana. (2017/10/29). “HOY, HOY, HOY”. Página de facebook de Huertolaria. En: https://www.facebook.com/Huertolaria/?hc_ref=ARRNi8dAXv4rhcbml4rDZWY8xMWqQ_WY8mxdd-wp4NGjpohje3BiqRgfdPopTNBps48

PINK, Sarah (2013) Doing sensory ethnography. Gran Bretaña: SAGE Publications Ltd.

WESTERKAMP, Hildegard (1974) “Soundwalking”. En: https://www.sfu.ca/~westerka/writings%20page/articles%20pages/soundwalking.html

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