Regreso muy emocionada a mi querido país, después de haber logrado participar en un importante evento sobre Educación y Tecnología, Research Symposium for Spanish & Latin American Academics, en Harvard University. Me costó creer que lo lograría, no por mi falta de optimismo o esfuerzo, sino porque fue complicado superar las múltiples dificultades que se presentaron.
Lo que jamás faltó fue el anhelo, la visión positiva de poder lograrlo por mi pasión por educar.
Ya en Cambridge (Boston), fue impresionante compartir con 30 profesionales de diversas partes del mundo en torno a la Educación virtual e interactiva, el uso de TIC en las aulas, aprendizaje e innovación y experiencias de Harvard University y del Instituto de Tecnologías de Massachusetts (M IT).
Pude conocer al profesor Eric Mazur, un destacado investigador y cietífico, al profesor de Bill Gates y Mark Zuckerberg, me refiero a Harry Lewis, quien reconoció que estos estudiantes siempre fueron creativos y muy críticos de su rol docente. También, me llamó la atención el profesor Paul Osterman, quien nos enseñó sobre Procesos de poder e influencia en los grupos. Y, finalmente, el profesor Tony Wagner, experto en Innovaciones educativas, investigador del tema de creatividad e innovación para la educación.
Si bien pude aprender de profesores y compañeros de otras carreras, fue un gran orgullo personal y profesional, ser la única maestra de profesión (también soy abogada, pero mi pasión es la educación) y, la única peruana desde el inicio del programa (International Academic Program – IAP). Aproveché para compartir mis conocimientos y experiencias en los temas de TIC aplicada a la Educación y resaltar el valor del docente como facilitador y mediador tecnológico.
Regresé con varios proyectos en mente, empezando por una conferencia en la que compartiré lo aprendido, resaltando la importancia del pensamiento innovador que debemos tener los docentes para educar en este siglo de revoluciones tecnológicas sin descuidar el desarrollo integral de los estudiantes.
Aunque quizás pueda parecer demasiado optimista o exageradade, después de mi experiencia en Harvard y conocedora de las potencialidades de muchos docentes peruanos y latinoamericanos, pienso que podemos imitar y, más adelante, superar a los profesores de Harvard University en cuanto a su didáctica y logros en las aulas. Tenemos creatividad, espontaneidad y calidez, además de vocación por superarnos.
Todo es posible con esfuerzo y fe.