Lo que expresamos a continuación, se hace con el único fin de apelar a la conciencia de los gobernantes y gestores de turno en el tema educativo, para que recapaciten y puedan enmendar. Y, para que educadores y otros profesionales dentro y fuera del Ministerio de Educación, reflexionemos sobre la vocación de servicio y el profesionalismo con el que hay que abordar la tarea educativa y la gestión pública. Muchos conocidos están en cargos importantes y, otros, como especialistas del Ministerio de Educación, algunos muy calificados e idóneos para sus puestos que vienen trabajando con creatividad y honorablemente, aunque no siempre tengan capacidad de decisión al final.
El generar los espacios de autocrítica, reflexión del hacer (o no hacer), atención a los aportes de otros, son opciones que enaltecen a funcionarios y profesionales de calidad técnica y ética. Esto va también para los que trabajamos en universidades, institutos, foros, consejos (sobre todo el Consejo Nacional de Educación), ONG, gremios, equipos, sindicatos, asociaciones diversas que tiene por objetivo contribuir con la mejora de la educación en el país (independientemente de tener consultorías o licitaciones con el MINEDU). Y, citamos, finalmente, a aquellas personas que los medios consideran como referentes destacados del tema educativo. A propósito, una de ellas considera que el actual ministro es el mejor líder y debería ser considerado por el siguiente gobierno. Nosotros discrepamos al respecto.
Lamentablemente, ha transcurrido un largo tiempo desde nuestro anterior post y no se aprecia mejoras importantes en la gestión del Ministerio de Educación, más allá de haberse atendido los problemas de ejecución presupuestal, motivo por el cual dejó el cargo la anterior Ministra. Hasta podría decirse que, en ciertos casos, hay un deterioro serio, como el del tema curricular en la Educación Básica Regular. Desconocemos si en la Educación Especial y en la Educación Alternativa se han realizado ajustes relacionados con la propuesta del Marco Curricular planteado por la actual gestión en su tercera versión.
Una vez más, queremos señalar que no nos detenemos a destacar como grandes aportes, los eventos como premiaciones, becas, convocatorias a ocupar plazas o subir de nivel en escalas, la generación de proyectos o programas en áreas que siempre se atendieron aunque sin la debida difusión, la elaboración de documentos de gestión pedagógica o institucional, etc. pues son agenda obligatoria de toda gestión ministerial y donde se espera los mejores resultados, sobre todo, ahora que se cuenta con mayores recursos financieros. Y porque, de esos temas, se ocupan ya, con mucha dedicación, los medios de comunicación y el “peculiar” aparato publicitario con que cuenta el Ministerio en estos tiempos.
Consideramos que no hay mejoras sustanciales en comparación con otras gestiones, a pesar del apoyo ciudadano, el de la empresa privada, las facilidades de gestión (dada la confianza otorgada por el pueblo y el gobierno), así como, la bonanza económica con la que se cuenta, algo sin precedentes decenios atrás. Son pocos los logros auténticos de programas piloto o cogestionados por la Cooperación Internacional; escasas, las innovaciones o mejoras en ciertas áreas vitales como la Educación Básica Regular, la Capacitación Docente y la Investigación Educativa. Se viene implementando con éxito Programas de formación de Directores líderes, Programas de Innovación Docente, Programas de atención a la infancia, Programas de becas para estudiantes (aunque con criterios discutibles), que salen adelante, principalmente, gracias a la inversión acertada y el esfuerzo de educadores y otros profesionales comprometidos desde siempre con el sector.
Lo otro que es visible, porque se monta todo un aparato de publicidad sin precedentes, es el reconocimiento y estímulo a maestros y maestras comprometidos (aunque se filtran otros incompetentes no sabemos por qué). Siempre se hizo tal reconocimiento, pero nunca antes hubo tanto dinero ni tantos comunicadores sociales en el Ministerio. No quitamos el mérito, pero de eso se habla en todos los medios, donde desaparecieron los espacios críticos para la gestión en el sector, exceptuando los temas de bajos resultados en pruebas internacionales. Pareciera que muchos están viviendo un sueño y no ven errores que requieren corregirse inmediatamente; pareciera que todo es bonanza y, que es real la tan mentada frase de la “revolución educativa”. En nuestra opinión, no es tal, pues una revolución demanda transformaciones radicales, construcción de un nuevo orden, participación mayoritaria de los revolucionarios de ideas para promover una nueva cultura. Se sigue haciendo lo que tanto se criticaba, cancelando lo hecho anteriormente y colocando en su lugar una nueva agenda de corto plazo – que ha carecido de un plan previo con objetivos claros, coherentes, pertinentes y viables para la actual realidad educativa con miras a un desarrollo necesario según las demandas de este siglo- para los últimos años de gobierno.
No puede hablarse de que hay revolución educativa y se reivindica a los maestros, si altos funcionarios del sector piensan que “es más fácil que un profesional cualquiera aprenda Educación, a que un pedagogo aprenda temas de gestión y gestión pública”. Si, p.e. se permite que una de las Direcciones clave para el desarrollo de los docentes, esté a cargo de una persona con poco conocimiento del tema específico y donde se valora más a bachilleres en Economía y otros profesionales como especialistas, pagándoles el doble del sueldo que se le daba a pedagogos especializados y con manejo de gestión pública (con postgrados, becas de honor y otros méritos profesionales), a quienes se les dejó de contratar. Si se realizan prácticas cuestionables de uso del poder para evitar denuncias y quejas de docentes afectados, promoviendo el divisionismo.
Si los Fascículos “Rutas del aprendizaje” no han sido corregidos abiertamente en el entendido que están en validación, a pesar de reconocerse sus serios errores y falta de una debida fundamentación técnica de cada nivel y área. Dado que se está en una fase de validación, podría acogerse las observaciones sustentadas y realizar las modificaciones pertinentes. Pero, se sabe que, por el contrario, se postergará toda esa “moda” pues desde hace algunos meses se está elaborando otros documentos para planes piloto del 2015 y continuará vigente el DCN 2009. Si las sesiones colocadas como “modelos” para los docentes presentan serios errores de contenido y forma. Si algunos de los contratados como “acompañantes” y “soporte pedagógico” están dando capacitaciones con errores garrafales, como cuando afirman que el texto discontinuo es el que es más pequeño y el texto continuo el que es más largo (!). Si dicen que en el texto “Las bolsas de basura” (un texto informativo sobre contaminación ambiental), “las bolsas son los personajes” y que “se trata de un texto narrativo” (!). Conozco muchos buenos profesionales que están capacitando para el Ministerio, pero cito estos ejemplos porque provienen de personas ubicadas en cargos de responsabilidad respecto a la capacitación en órganos descentralizados.
Si hay inconsistencia en los sustentos del Marco Curricular, los Aprendizajes fundamentales, los Mapas de progreso, las Rutas de aprendizaje. Si, en estos tiempos de tanta innovación y foco en el logro de aprendizajes, se está pidiendo utilizar el método de observación Stallings (¡). Si se está pensando la “creatividad” sólo como parte de las capacidades que le corresponden a algunos de los “aprendizajes fundamentales” y, no, como un elemento central del desarrollo humano.
Si en Matemática, van variando de manera preocupante el número de capacidades, sin dar claras explicaciones y sustentos. Si en Comunicación, se mezclan conceptos de la Sociolingüística y la Psicolingüística sin aclararlos bien ni sustentar su coherencia con el Enfoque comunicativo y el logro de las competencias básicas. Si la presentación del Enfoque comunicativo no explicita en qué consiste. Si no se toma en cuenta que quienes elaboran las propuestas curriculares para nativos digitales son “inmigrantes digitales” (hay escasos mediadores tecnológicos o personas que dominan la integración curricular de las TIC y la Web 2.0). Si no se toma en cuenta los aprendizajes invisibles por carecer de la debida formación y actualización pedagógica. Si la formación docente en servicio no viene aportando lo necesario a pesar del tiempo y dinero invertidos, pues las propuestas siguen enfatizando los conocimientos y capacidades de tipo cognitivo usando metodologías poco efectivas para la transformación del pensamiento y la actitud.
Si se cambia de autoridades y especialistas constantemente, sin prevenir el quedarse sin el acumulado de las gestiones previas para continuar o mejorar lo que ya se tiene. Si se premia, junto a auténticos maestros creativos y empeñosos, a otros que no lo son, sin una explicación válida y objetiva; o si hay personas sin la debida calificación a cargo de la supervisión (aunque dicen que es acompañamiento y asesoría) de maestros en sus aulas. Si con todo el presupuesto que hay, aún no existe una biblioteca o centro de prospectiva educativa. Si el sistema de PERU EDUCA “se cuelga” constantemente, presentando limitaciones de administración para habilitar a usuarios y aún no se aporta significativamente a la integración curricular TIC. Si se sigue usando un pésimo servicio de Internet en las IIEE, dificultando su uso real. Si la investigación docente se ha limitado a la IA (de los años 90) y los capacitadores o funcionarios encargados de esos menesteres carecen de experiencia en la ejecución de este tipo de investigación u otra de semejante enfoque.
Si la política de educación intercultural sigue limitándose a lo lingüístico y lo bilingüe antes que a lo multicultural y plurilingüe; y, aún no se cuenta con la debida reforma en la enseñanza y didáctica de la lengua en comunidades bilingües (de todos los pares lingüísticos existentes) ni con una centralidad en los saberes y cosmovisión como corresponde en este contexto. Si no se promueve la equidad en su real dimensión (p.e. se prefiere a los que tienen mejores resultados en las ECE y si se discrimina en el caso de los Colegios de Alto Rendimiento), dejando de atender los diversos aspectos del abordaje educativo para la generación de aprendizajes. Si las IIEE privadas están, poco o nada, involucradas en las reformas. Si los estudiantes se sientan en sillas inadecuadas por largas horas, provocando lesiones y deterioro de su salud a mediano plazo. Si no se enfatiza el mantenimiento preventivo de los locales escolares. Si se centra la enseñanza en algunas áreas y en lo cognitivo, antes que apostar por una educación integral e integradora. Si no se está forjando una educación según los actuales paradigmas científicos y los aportes de la prospectiva educativa. Si por una reciente “reorganización” a puertas cerradas ya no hay Direcciones de Educación Ambiental, Educación Comunitaria y Tutoría. Si hay limitaciones en cuanto a la gestión de la interrelación e interdependencia de las Direcciones y de estas con los órganos descentralizados del sector.
Seguimos vigilantes. No nos quedamos en la observación de falencias, sino que sabemos aportar a la educación pública desde distintos escenarios. Insistimos en hacer llegar propuestas innovadoras, significativas y viables, así como, en promover, motivar y caminar junto a maestros, padres y madres comprometidos con la verdadera revolución de mentes para lograr una mejor sociedad peruana. Apuntamos a una educación integral más que estandarizada u holista, una educación diferente para personas cada vez más diferentes, una disrupción en la educación.
Se puede aprovechar este corto tiempo para evaluar la gestión con seriedad y responsabilidad, con ética; y, aportar con un plan mejorado que exprese lo que se propone para el futuro del sector a la siguiente administración. Eso sí sería revolucionario.
Nosotros, celebrando el que cada vez haya más docentes proactivos, seguimos construyendo junto a muchos de ellos; corrigiendo errores, cubriendo vacíos, apostando por gestar los cambios desde las aulas, con mayor convicción y compromiso, pues amamos nuestra vocación de maestros más allá de nuestros roles o cargos en los distintos escenarios del quehacer educativo nacional.
Sin cansancio, exhortamos a que nos mantengamos fieles a nuestra vocación, confiando en que mejoraremos la educación y la sociedad porque nos esforzamos en mejorar cada uno de nosotros los adultos que miramos al futuro con amor a la humanidad. Nos ocupamos de entregar mejores personas al mundo, porque, un mejor mundo para las personas no sería posible sin lo primero.
“Esperanza”. Imagen tomada de www.taringa.net
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