Los partidos políticos son soporte de la democracia solo si son representativos. El Congreso tiene votos, pero no el respaldo de la ciudadanía. Los ciudadanos debemos estar vigilantes y actuar con responsabilidad.
Al actual Congreso, lamentablemente, lo elegimos todos nosotros y fue porque Vizcarra disolvió el anterior, también nefasto. Ya habían amenazado con la vacancia a PPK por la misma ambigüedad Constitucional de la incapacidad moral, solo que PPK renunció y se dejó de lado el tema. No se trata de personas, sino de que veamos la realidad desde todas sus aristas.
Lo que pasa (porque sigue pasando la política de dos bandos) desestabiliza al país, claro, y, en ese contexto, hay que tener cuidado en quién creemos y en las decisiones que tomamos para no perpetuar esa conducta de queja y reactividad que solo nos limita.
Aparecieron los “opinólogos” de Derecho, Economía, y Educación, generando desinformación y zozobra. Seamos críticos. Aunque le indigne a muchos, no se ha probado la ilegalidad de la vacancia; lo que sí sabemos es que el gobierno de Merino careció de legitimidad porque no contó con el respaldo de la mayoría de la población.
Yo no apoyo a candidatos inconscientes que azuzaron a las masas en pleno estado de emergencia (Guzmán); que las aprovecharon para tener vigencia política a pesar de su pasado oscuro (Mendoza); o a quién critica la ilegalidad y malas prácticas, cuando está con libertad condicional por el caso Lava Jato (Humala).
Los que eligieron marchar sabían que era poco probable que fuera un evento pacífico. Tienen su pensar y sentir, tan respetables como el pensar y sentir de quiénes optaron por no hacerlo. Cada quién es responsable de sus actos y, debe asumirlos sin caer en ciego apasionamiento ni cómoda pusilanimidad, los extremos son fatales.
Estuvimos con derechos restringidos por el Decreto Supremo Nº 174-2020-PCM refrendado por Vizcarra y su ex gabinete, indicando la ampliación del estado de emergencia hasta el 30 de noviembre. A letra decía: Durante la presente prórroga del Estado de Emergencia Nacional queda restringido el ejercicio de los derechos constitucionales relativos a la libertad y la seguridad personales, la inviolabilidad del domicilio, y la libertad de reunión y de tránsito en el territorio, comprendidos en los incisos 9, 11 y 12 del artículo 2 y en el inciso 24, apartado f) del mismo artículo de la Constitución Política del Perú. No se podía invocar la insurgencia sin pronunciamiento sobre la legalidad de la vacancia. Nos guste o, no, si se apuesta por la democracia, se debe respetar la ley y, en concordancia, los manifestantes se expusieron y, también son responsables de las consecuencias de todo tipo, junto a los represores.
Es indignante lo que ha pasado y sigue pasando en nuestro país, pero también lo es el que “periodistas”, “artistas” y “académicos” favorecidos desde el gobierno de Humala; representantes de universidades que cuentan con licenciamiento a pesar de no dar una educación de calidad, “instituciones representativas” favorecidas por años con contrataciones irregulares y consultorías sobrevaloradas, se hayan “rasgado las vestiduras” por el “caso Merino”, cuando las cosas estaban consumadas. Tristemente, a varios les preocupa más saber que podrían perder privilegios o, su popularidad en las redes sociales, antes que realmente interesarse por el pueblo. Muy pocos de los que “marcaron tendencia en redes” por insultar a Merino y sus ex ministros, ¿realmente lo dan todo por el país sin ningún interés? ¡Muy pocos!
No voté por Merino ni por ningún congresista con antecedentes por actos ilegales; me informé antes y, me he mantenido vigilante denunciando y actuando en consecuencia, con herramientas distintas a las manifestaciones públicas, no concuerdo con marchas de protesta porque no son pacíficas, porque se centran en el problema y, casi siempre, se destila resentimiento y rabia. Solo se logra satisfacer egos y tener aparentes mejoras de corto plazo.
Soy de la generación más idealista y luchadora; marché contra gobiernos militares, contra la corrupción fujimontesinista, me enfrenté a los terroristas, etc; pero, bien informada, sabía a lo que me exponía y, lo asumía sin victimizarme ni pedir aplauso. No había redes sociales ni prensa que nos hiciera “héroes mediáticos” por salir a marchar. No comulgo con la violencia de ningún tipo y, creo en el diálogo y debate respetuosos a pesar de las diferencias. Me preocupa eso de “se metieron con la generación equivocada”, pues se trata de una frase ambigüa que pasa por la soberbia y, por otro lado, parece descalificar a los jóvenes. Valoro a los jóvenes y su potencial para la gran transformación que se requiere, pero no creo que solo ellos harán el cambio, necesitamos el trabajo en equipo de todas las generaciones, necesitamos respeto a todos, jóvenes y adultos, adultos mayores, sin excepción.
¿Por qué caer en ofensas?
En lugar de cuestionar la legalidad del nombramiento de Merino como “Presidente” (ahora, ex), se dedicaron a burlarse porque “no tiene título”, con lo cual se cae en discriminación. Para ser Presidente, no se requiere tener título universitario, ojalá el tenerlo fuera sinónimo de honestidad, no es así. Gente con doctorado ha delinquido y delinque en el poder político y en otras áreas de la vida social. Estamos en un mundo cambiante y pronto los títulos carecerán del valor que hoy les damos; más bien, pidamos estabilidad emocional, equilibrio, capacidades para gobernar y liderar, actitudes y valores, y demostrada ética. Si tiene formación además, qué bueno, pero lo principal es la persona y sus competencias, no sus títulos.
¿Por qué burlarse del otro con quién no se está de acuerdo?
Los ex ministros mayores de 60 han sido objeto de burlas por su edad, eso es edadismo (discriminación etarea). El edadismo también es una forma de discriminación y de las peores por pasar desapercibidas. Ciertos jóvenes que protestan se indignan cuando los llaman “pulpines” o, “generación equivocada”, pero no respetan a sus mayores, la experiencia y las canas. Han muerto jóvenes, lamentablemente, pero pudieron haber muerto ancianos, todos somos valiosos y respetables; todos tenemos derechos humanos, estemos en la razón o, no.
Con 30 años en el sector educativo y en distintos escenarios, públicos y privados, nacionales e internacionales, he visto de todo. Lamentablemente, todas las instituciones y organizaciones están infectadas o, en riesgo de infectarse de corrupción.
Algunos de los que marcharon decían que “temían por la Sunedu y la reforma educativa”. ¿A cuál reforma se refieren? La reforma universitaria está a medias y viciada por ciertas autoridades y docentes incompetentes, así como por licenciamientos con observaciones. La educación dejó de avanzar, contrariamente a lo que se dice en los medios y otros escenarios, a partir de 2012 (desde el gobierno de Humala). Tampoco el Minedu se libra de cuestionamientos. Se sigue investigando las irregularidades en la propuesta de compra e implementación de tablets y en la contratación irregular de muchos consultores. Medios, empresas, instituciones, escuelas, sociedad civil, asociaciones, grupos religiosos, también son cuestionados.
Existen colegios privados cuya pensión cubriría la de 30 estudiantes de escuela pública (S/ 35,800 de ingreso y S/ 2 998 soles mensuales, recientemente rebajado por reclamos), pero sus dueños critican la política del país y hace poco integraron el Consejo Nacional de Educación. Otros colegios privados, más chicos, explotan a sus maestros con sueldos risibles y mínima capacitación; engañan a los padres dando una formación desactualizada o, centrada solo en textos u otros materiales; son muchos los que comercian inmoralmente con la educación.
La actual Ley Universitaria tiene errores y vacíos. Las universidades, no se libran de irregularidades denunciadas por sus estudiantes que, curiosamente, ahora dejaron de notar, quizás porque les permitieron ir a la marcha y tener una semana libre, después. Toda la supuesta excelencia que se promocionaba en la publicidad para los procesos de admisión, había sido solo marketing, y se supo con la pandemia. ¿Cuántas universidades han pedido préstamos diciendo que no tienen la infraestructura o tecnología, o que sus docentes no están capacitados? No dijeron lo mismo al promocionar sus servicios o, inclusive en sus expedientes pidiendo licenciamiento.
La pandemia puso al descubierto las graves limitaciones del sector Educación (y otros), y el estancamiento de la Educación a distancia. ¿Por qué no se continuó el desarrollo de la educación a distancia y la integración curricular TIC iniciada en los 90s y desarrollada hasta 2011? ¿Por qué no se aumentó el sueldo de los docentes respetando sus méritos? ¿Por qué se quitaron las Direcciones de Educación Ambiental y la de Investigación educativa (2012) y en su lugar se crearon Direcciones y puestos innecesarios? Hay más abogados y economistas que gestores educativos y pedagogos con experiencia en la función pública.
No desconocemos los aportes de algunas gestiones, pero, no se avanzó como se podía, se debía y se necesitaba, ni se aprovechó bien el presupuesto que se le dio al sector desde 2012, lo que nunca antes tuvo (6 veces más). Al contrario, se retrocedió. Los que sí avanzaron son quiénes siguen en los cargos y puestos con elevados sueldos y pocos méritos; la mayoría, no tiene el perfil (profesionales con experiencia de eficiencia en el sector público ni conocimiento de la realidad nacional). Y, están los que sirven para mantener dichos puestos: profesionales o estudiantes que se esfuerzan desde dentro por los cambios; finalmente, los que callan por mantener sus trabajos.
Duele, indigna, preocupa; pero, desesperándonos y creyendo en los mismos oportunistas de siempre, no vamos a resolver los problemas. Tampoco, agrediendo.
Tantas cosas ilegales e inmorales han venido pasando en nuestras narices y, las hemos permitido. Ahora, estamos viviendo las consecuencias.
Se necesita el trabajo honesto y esforzado de quiénes no comulgan con la corrupción de ningún tipo.
Todos tenemos que mejorar y actuar distinto, sino será lo de siempre: vivir una ciudadanía y una vida como peruanos, a medias.