Si padres y docentes desean que sus hijos y estudiantes cambien para mejorar, es necesario que sean los primeros en mejorar sus actitudes y sentimientos. Para esto, hace falta revisar la propia autoestima, el autoconocimiento y las características que les permitan ejercer tal misión.
Es fundamental que revisen cuál es la imagen mental que tienen de sí mismos:
– Defectos
– Virtudes
– Capacidades
– Puntos críticos
Y, cuál es la percepción que tienen de sí:
– Percepción de uno mismo y conciencia de: necesidades, motivaciones, logros y limitaciones, frustraciones y experiencias.
– Percepción de otros
– Percepción social
Luego de considerar lo anterior, pensamos que es importante ejercitar las siguientes acciones:
– Fomentar la sensibilidad interpersonal dormida.
– Ayudar a mejorar la capacidad para descifrar lo que sienten las otras personas.
– Promover la expresión libre de sus sentimientos respetando los de los demás.
– Ayudarlos a que ganen seguridad mediante ejemplos positivos y prácticas sencillas.
– Reaprender la comunicación entre generaciones distinas y respetar la identidad de los niños y adolescentes como “nativos digitales”.
Se trata de mostrar y enseñar desde nuestros logros en torno al aprendizaje del amor hacia nosotros mismos y hacia los demás, para arribar a los valores educativos y universales que nos llevarán a una cultura auténticamente humana, espiritualista. No es nada fácil, pero llegaremos a la meta si empezamos, desde ya, a dar los primeros pasos.
Seguimos aprendiendo…