Los padres, quisieran que sus hijos, abrazaran las mismas concepciones del mundo y la vida que ellos. El niño desde que empieza hablar, es sometido a un método de enseñanza parental para “obligarlo” a pensar tan igual como los padres. La escuela, debe ser aliada en esta tarea. Los padres, en el esfuerzo de trasmitir a sus hijos la concepción (religión, paradigmas), conciben que la escuela deba estar diseñada con el propósito de completar la tarea. Evocan los recuerdos escolares y tratan que sus hijos repitan esas experiencias.
La generación adulta ha diseñado la Escuela con el fin de “controlar” a la nueva generación, intención utópica. En el Diseño Curricular del MINEDU, esta intención, se consuma en el curso de Religión, que se desarrolla desde inicial hasta terminar la secundaria. Visto desde los escolares, ellos ven que la educación está solamente en el sentido de afuera hacia adentro. Los adultos imponen su concepción sobre los niños y niñas, porque se asume que si no lo hacen el mundo entraría en un caos. En el mundo occidental, ha sido obligatorio el curso de Religión, y en el mundo oriental ha sido el curso de Materialismo. Todavía, hasta hoy una mayoría piensa que la educación debe ser así. Lamentablemente, esta concepción educativa, ha sido la raíz ideológica de las dos últimas guerras mundiales. Justificaron la guerra en sus concepciones, lucharon y murieron por sus concepciones. Las enseñanzas de la Biblia (en varias versiones) y los libros de Marx, Engles, Lenin; son los cursos obligatorios. En el terreno político, se habla de Liberalismo y Comunismo.
Pero, ¿qué hubiera ocurrido si los escolares de ambos hemisferios, hubieran sido educados en una visión totalizadora, buscando los puntos de confluencia de estos libros? No es difícil darse cuenta que la fínalidad última, de quienes escribieron esos libros es conducir a la humanidad hacia la consecución del BIEN COMÚN.
Hoy, la doctrina de las Iglesias en sus varias versiones, que siguen los libros agrupados en la Biblia y otras Biblias, tiene como derrotero EL DESARROLLO HUMANO INTEGRAL Y EL BIEN COMUN. Por otro lado, los libros que sustentan los partidos y movimeintos comunistas de Marx, Engels, Lenin, Mao y otros, también tiene como derrotero este fín. Ya, el primer libro, el Manifiesto Comunista de Marx y Engels, luego los libros de Lenin, precisan que el comunismo es la última etapa del desarrollo humano regido por el principio: A CADA UNO SEGÚN SUS NECESIDADES, DE CADA UNO SEGÚN SUS CAPACIDADES. Y, que para alcanzar este fin último, se debía pasar por una etapa intermedia, la socialista: A CADA UNO SEGÚN SU TRABAJO. Estos dos grandes ideales, son realmente uno, el fin supremo de la actividad humana: EL BIEN COMÚN.
Sin embargo, las recriminaciones mutuas, tiene como argumento que ninguna de las orientación ha logrado alcanzar el BIEN COMUN de la humanidad, y mutuamente se han recriminado su fracaso. Realmente, visto en conjunto, es el fracaso del pensamiento dual, que excluye el uno al otro. Este pensamiento dual (el bueno y el malo) tiene una predominancia de tres milenios. No siempre fue así en los inicios de la humanidad. Hoy, un vistazo al inusitado desarrollo en algunos lugares del planeta, da cuenta que este desarrollo, no ha sido consecuencia de la concepción cuyo sustento es el pensamiento de una sola dimensión o dual, sino por el contrario, allí, ha primado la concepción totalizadora, aquella que integra, no una sola dimensión, sino múltiples dimensiones. Es la multidimensionalidad la que orienta el desarrollo. Ya no interesa de que color es el gato, sino que cace ratones, es la forma concreta en la política de la nueva orientación en dichos países. Ante un problema de desarrollo, interesa la forma de solucionarlo, la creatividad en acción, ya no interesa ver el “color ideológico” de la persona. Es la filosofía de la totalidad.
Es por esta razón que en el nuevo Diseño Curricular, se ha incorporado el eje de Filosofía y Fé, como un espacio, en el cual los escolares, desde el nivel inicial hasta terminar la secundaria, van recibiendo información de la diversidad de concepciones religiosas, filosóficas y principios de vida, para que, apelando al principio totalizador que la creatividad es el motor del desarrollo (espiral de materia-energía-signficado), los escolares vayan construyendo su propia visión del mundo, superior a las visiones parciales o de una dimensión, a la que está atado el viejo currículo escolar.
Son los líderes espirituales de las Iglesias, los filósofos y los visionarios, quienes deben proponer las actividades escolares, que gradualmente deben desarrollar los escolares en el eje curricular de Filosofía y Fé. Abrir la mente de los escolares a la multidimensionalidad del desarrollo del mundo, para que aprendan a mirar no por un tubo de una sola concepción, sino para que adquieran las bases para una visión multidimensional, es la finalidad de este eje curricular.
A continuación se presentan el horario de trabajo escolar que concreta de manera práctica la visión del Nuevo Diseño Curricular Nacional. Estan invitados para crecer la red educativa de calidad en todo el país.