Lo que me conviene
Hay, varios escritos de reconocidos intelectuales, periodistas, profesores y personas cultas, desnudando la falacia del tercio superior [Rosa Maria Palacios, 15 feb Peru 21, Susana Frisancho]. Sumado a la decisión política de una veintena de presidentes regionales, la falacia del tercio superior que lanzó el Ministro de Educación, José Chang, como un globo de ensayo, reventó en la cara del Primer Ministro Jorge del Castillo y del Presidente Alan García.
¿Por qué el mundo académico y periodístico ha reaccionado contra esta falacia, que poco daño hace, y no reacciona ante falacias mas graves que afectan a millones de peruanos? Se ha hablado, por ejemplo, que el tercio superior de la Universidad Federico Villarreal es equivalente al tercio inferior de la PUCP, refiriéndose a que el Ministro Chang fue separado de la Católica porque desaprobó 12 cursos. Que los congresistas se encuentran en el tercio inferior y deben dejar sus curules para que sean ocupadas por los intelectuales del tercio superior y otras curiosas argumentaciones.
Conversando con el taxista, mientras estaba en una carrera, éste se refería a su amiga, última en su promoción, pero que había logrado ser profesora de la Universidad Nacional donde estudió, gracias a sus vinculaciones no santas con un profesor especialista en la “muñeca”. Sin embargo, él, que había ocupado el primer lugar en la promoción, estaba de taxista. Y se preguntaba ¿Qué aprenderán las alumnas de esa catedrática? Y se respondía, por eso ahora ya no creo en la Universidad.
Hay un choque de valores, cuando un estudiante, en la primaria o secundaria, de un rendimiento alto, descubre que los primeros lugares en las promociones son ocupados por compañeros en forma sospechosa. O cuando un estudiante universitario de trayectoria brillante, ve que sus profesores prefieren al último de la última fila.
Los valores de trabajo y de honestidad, evidentemente están destruídos en las instituciones educativas. Pero hay bastante gente que guarda un respeto por ellas, porque desconoce la verdadera esencia. Esto ha sustentado, el aprovechamiento político del Ministro Chang al lanzar la exigencia del tercio superior. Solamente cuando existan verdaderas instituciones educativas formadoras distribuidas en todo el país, los primeros lugares y el tercio superior será un verdadero reconocimiento a los méritos de unos con respecto a otros. Si se trata ahora, sin embargo, de contratar a un profesional, para que preste sus servicios en la misma institución de donde egresó, la exigencia del tercio superior o de haber ocupado los dos primeros lugares de la promoción, fortalece el espíritu de emulación en la institución y genera mecanismos para eliminar la corrupción académica.
Yo no creo que, por lo que me conviene, en la PUCP, se prefiera para que trabaje en sus aulas o laboratorios, al último de la última fila de una promoción suya, solo porque piensen que son el tercio superior respecto a la Universidad Villarreal. Todo tiene un contexto. Por que, es bueno señalar, por ejemplo, que son muchos periodistas del tercio inferior de una Universidad de élite limeña, quienes son los mas hábiles para escalar en los espacios de los medios de comunicación, sean escrito, radial o televisivo, pero no precisamente para contribuir, difundiendo conocimientos o experiencias que permitan el desarrollo de las comunidades, sino por que son las estrellas del entretenimiento y divulgadores de falacias para mantener en estado de letargo a la población.
Un académico trabajador y honesto, no preferirá los beneficios de hacer trabajo basura, porque genera grandes dividendos económicos, por el solo hecho que lo reconozcan que pertenece al tercio o décimo superior de quienes ganan más en el país.
El Perú es tan diverso, que por ejemplo, una universidad de una provincia lejana, es el decimo inferior de una universidad de élite limeña, si es que no existe un vacío que los distancia. Universidades cuyos egresados se refleja por ejemplo, en un médico que olvida un bisturí en el estómago de su paciente, o un ingeniero civil que se le cae la obra, o un economista que quiebra la economía de su familia. De igual manera ocurre con los Institutos Pedagógicos. Pero, ahora resulta que, con el afán de corregir esta desigualdad, las universidades de élite limeñas, han extendido diplomados, maestrías y doctorados a todo el país, la mayoría virtuales. El problema de desigualdad continúa, porque estos estudios, realmente venden cartones, pues, el interés que los motiva es captar ingresos provenientes de las pensiones que pagan los estudiantes virtuales a distancia. Una verdadera universidad se construirá en las regiones con los mejores cuadros surgidos de su seno. No con profesores virtuales. Es decir con aquellos que estuvieron en los primeros lugares de las promociones, que se vieron obligados a emigrar y que muchos, hoy son investigadores reconocidos internacionalmente. Las comunidades deben tomar conciencia que en las “universidades nacionales o privadas” que tienen, no están los mejores que han surgido del seno de la comunidad, porque las estructuras de estas universidades, los marginaron. Se requiere recuperar talentos, que hoy están fuera de la región.
Desarrollo y centralismo
Las inversiones, desde la epoca de la conquista española, tienen como rasgo principal: los beneficios son llevados e invertidos en Lima, capitales de provincias importantes o sacados fuera del país. En este proceso, destruyen el entorno cultural de las comunidades, implantando modelos culturales ajenos. El consumismo, porque este les permiten la máxima ganancia. A lo largo de las décadas, este proceso desmanteló las comunidades y sobrepobló Lima. Las riquezas en todos sus aspectos se centralizaron. Es el producto de lo que se denomina la inversion corruptiva.
La sabiduría holística heredada de los incas, sin embargo, es totalmente opuesta a esta “sabiduría centralista” y determinista. A pesar de siglos de centralismo, esta sabiduría de los antepasados, supervive en la cultura andina. Después de varios siglos de inversión corruptiva, se ve que la concepción totalizadora incacia, se abre como la única forma viable para salir del atraso y miseria de los millones de peruanos.
La actitud, que se va fortaleciendo día a día, no es que el gobierno central descentralice los recursos, sino es aquella, que las provincias y comunidades, vienen desarrollando acciones que impiden que sus recursos naturales, riquezas y los beneficios sean llevados a Lima y al exterior y, por el contrario se utilicen en la inversión productiva para el desarrollo de la comunidad.
De esta falacia, de la inversión corruptiva, que destruye al Perú, los intelectuales y periodistas muy preocupados por la falacia del tercio superior, no se preocupan. Muchos al contrario, alimentan la falacia.
El problema del centralismo, por tanto, no se resuelve con descentralizar, sino se resuelve con una actitud, de utilizar las riquezas y sus beneficios en el lugar donde están y en donde se generan. No tienen porque llevarse a Lima. Alli, en cada comunidad, se requiere que se implanten espirales de creatividad social: bienes materiales de calidad – significados como producto de estudios e investigaciones nuevas – pobladores de la comunidad saludables.
Democracia, beneficios y elecciones
Juan Quispe, agricultor que se levanta muy temprano, para cultivar su parcela, sabe que la producción que obtendrá en la cosecha, a penas le alcanza para sobrevivir. El trabaja hasta 10 horas diarias. Tiene que comprar los fertilizantes, insecticidas y aparejos agrícolas. ¿Por qué si trabajo más que cualquier empleado o farandulero que promueve solo diversión, no tengo una vida digna de mi trabajo? La respuesta, es muy sencilla, realmente el valor de su producto agrícola, por ejemplo un kilo de papas no es 0.5 soles. Esto equivale al costo de producción sin considerar su trabajo. El valor real de un kilo de papas es 2 soles. Se da cuenta que vive en un “libre mercado”, donde está obligado a vender su kilo de papas a 0.5 soles para satisfacer a los “miles de hambrientos de las grandes ciudades” que comen pollo a la brasa con papas fritas que cuesta 30 soles. Así cavilando, decide participar en el paro agrariro reciente. Espera ansioso una respuesta a la pregunta ¿qué va ocurrir si no enviamos los alimentos a Lima? Lamentablemente, al dia siguiente, después de tirar piedras en la pista y participar en la rotura de vidrios de varios omnibus, corriendo hacia arriba por la pendiente, es alcanzado por una bala de fusil en la cabeza. El sueño de ver que ocurrirá, se desvanece. La democracia se defiende de estos revoltosos, afirma el primer ministro y corean muchos periodistas.
Esta falacia, los intelectuales y periodistas, es poco probable que lo entiendan. Para ello, es bueno experimentar. Quién trabaja o trabajó produciendo alimentos, sabe exactamente donde esta el problema. Y los comerciantes, varones de los negocios alimenticios, saben como succionar trabajo ajeno a los millones de agricultores del campo. Otro tanto, hacen los agroexportadores. Estos disponen de gandes canales de regadío, financiados por préstamos internacionales y que el gobierno paga con los tributos. Sin embargo, venden la falacia, que dan trabajo a cinco mil campesinos de la zona, por ejemplo, escuchaba a un político, que sustentaba los logros del Proyecto Chavimochic. El problema está en el salario que le pagan a los que verdaderamente producen, son los miserables mil soles mensuales, algunos pagan menos, por 8 horas diarias con el lomo al sol, para cosechar espárragos, por ejemplo. Las utilidades de la agroexpotación, no son repartidas proporcionalmente entre quienes generan la riqueza. Como en toda inversión corruptiva, quién financia la inversión, se lleva el jamón de las utilidades. Peor aún, ese supuesto beneficiario por el Proyecto, tiene que ir al mercado y comprar bienes, que incluye pagar impuestos, que se utilizarán para amortizar la deuda por la construcción del canal.
La población, siente que las cosas están mal, pero no piensa en causas y alternativas. Por que, hay todo un sistema de control mental de la gente. Como se observará, seguramente el 95 % de la programación de la televisión de señal abierta, incluido tambien algunos canales de señal cerrada, es entretenimiento con novelas, farándula y programas noticiosos pero de crónica roja con asesinatos, accidentes, violaciones y otras desgracias humanas. Similar ocurre con la prensa escrita. Muchos periodistas, hacen un gesto de asco, ante tanta desgracia. Talvés eso, les permita darse cuenta, por ejemplo, que hay cosas que deben hacerse con criterio razonable, obviando el criterio político. Leia el comentario de Rosa María Palacios, escrito en el diario Perú 21, que a grandes males, grandes soluciones. Por ejemplo, planteaba anular los títulos a los profesores de Institutos Pedagógicos de dudosa reputación, aunque esto sea politicamente incorrecto, recomendaba. ¿Qué criterio político es razonable para terminar con el centralismo, o la insensibilidad de los varones del comercio o inversionistas que no hacen inversiones productivas, que efectivamente beneficie a las comunidades?
Quisiera imaginar por que la democracia sea verdadera. Si las elecciones de alcaldes, presidentes regionales, congresistas y presidente de la república, se hicieran cerrando los medios de comunicación, y organizando reuniones donde la gente analizara la problemática de su comunidad, seguramente, las soluciones al estilo de las comunidades en Cuzco en contra del consumo de bebidas alcohólicas, serían las que ganen. Las comunidades volverán a ser felices, como lo fueron antes de la llegada de los españoles.
Si queremos construir un país diferente y avanzar con pasos acelerado al progreso y el bien común es fundamental enfocarse en los problemas torales de la nación y trabajar muy en serio para resolverlos.