Año 1972, después de caminar por las calles 800 metros, a las 7:30 a.m. ingresaba a la escuela de primaria. Pasando frente al salón de tercero, en el segundo piso, veía al profesor, de terno, sentado en el escritorio. Ingresaba al salón a las 8:00 a.m. después de la formación. Salía de la escuela a las 12 m, caminaba de regreso a casa, los 800 metros, almorzaba y regresaba a la 1:30 p.m. Otra vez pasaba frente al aula y el profesor ya estaba en el escritorio, se repetía la formación, el ingreso al aula a las 2:00 p.m. y la salida a las 5:00 p.m. Eran 07 horas de clase diarias. Mi memoria no registra al profesor ingresando al aula después de los alumnos, siempre se encontraba en el aula, y siempre se quedaba en el aula. Me parecía que vivía allí. Estudiaba hasta sábado en la mañana. Luego, se dejó de hacerlo. Por eso, los sábados, mis padres me hacían madrugar, a las 5:00 a.m. para ir a la chacra, distante a dos horas de camino y regresaba domingo por la tarde. Me pareció que dejar de estudiar los sábados, era una buena acción. Terminé la primaria y la secundaria con ese horario. Pero, al siguiente año de terminar el colegio, cambió a un sólo turno de 5 horas en la mañana para primaria y 5 horas en la tarde para secundaria. Recién en secundaria, conocí a profesores que faltaban y llegaban tarde, pero nunca explicaron el motivo. Felizmente el auxiliar, se encargaba de utilizar el tiempo, para jugar damas, ajedrez o acarrear piedras del río para construir el taller. Llegaba a pensar, a veces, era mejor faltaran los profesores aburridos.
¿Por qué el profesor llega tarde, falta a clase o es aburrido? La razón es la disminución del sueldo, que obligó al profesor a dedicarse a otras actividades para financiar los gastos familiares. La dedicación al colegio fue disminuyendo a medida que disminuía el sueldo del profesor. El descontento de los profesores permitió el surgimiento del SUTEP, como arma de defensa. La irresponsabilidad de faltar, llegar tarde o hacer cualquier cosa en el aula por no haber preparado clase, se justificó debido a la necesidad que obliga a “recursear” porque el sueldo ya no alcanza. Los Directores de los Colegios rompieron la disciplina escolar, porque también empezaron a recursear o por la presión de los profesores agrupados en el sindicato. El profesor “corazón”que llega media hora antes y sale una hora después del Colegio es un “tonto”, pues los bajos sueldos no justifican tal dedicación, se argumenta.
Pero, hay otro motivo más de fondo. En la actualidad, para ocho millones de peruanos en edad escolar, considerando aulas de 20 estudiantes a ocho horas diarias de clase en la mañana y tarde, de lunes a sábado, hacen 400,000 aulas. Cada aula requiere un profesor de (32 horas semanales) y otro de medio tiempo (16 horas semanales). La demanda es 600,000 profesores, es decir hay un déficit de profesores. Resulta que, los sucesivos gobiernos, intentaron lograr la cobertura de matrícula hasta el 100%, pero encontraron que faltaban profesores. Aún así, desde hace 40 años la presión social para ampliar la cobertura de matrícula, llegó a tugurizar los colegios, en muchos casos a más de 50 alumnos por aula. Para afrontar la carencia de profesores, se autorizó el funcionamiento de Institutos Pedagógicos y Facultades de Educación sin poseer los requisitos de calidad académica y se llegó al extremo de autorizar, por desesperación y proselitismo, para aceptar como profesores a quienes habían sólo terminado la secundaria. Este proceso se aceleró en el primer gobierno de Alan García y durante el gobierno de Fujimori. A esta irresponsable política, sumada la disminución de los salarios y el recorte del horario escolar a un solo turno ha llevado a una combinación mortal para la educación peruana.
Sin realizar una reforma profunda en la educación, el rol del magisterio no se recuperará y el país no tendrá desarrollo. El presidente Alan García, en su mensaje de año nuevo, anuncia que para el 2021, el Perú debe ser un país de primer mundo. No se haga ilusiones, salvo que esté pensando en hacer la reforma educativa pronto. Me contaban unos conocidos que hace tres años viven en el Japón, su hijo de cinco años sale de su casa a las 6 de la mañana y regresa a la 6 de la tarde de la escuela y tiene que hacerlo a pie por el reglamento escolar. Ese es un rasgo de la educación que requerimos para ser país de primer mundo y por lo que se ve, el actual gobierno no ha dado ninguna señal que vaya en esa dirección.
Una reforma educativa que homogenice una educación básica obligatoria y de calidad para todos los escolares peruanos, deberá aplicar las siguientes políticas:
1. Un profesor a dedicación exclusiva debe tener un sueldo básico de 2,400 soles. Es decir, por aula son 3,600 soles en sueldo de profesores, que hacen un total de 43,200 soles anuales. Para las 400,000 aulas se requieren 17,280´000 000 soles de presupuesto mínimo al año, sólo para la planilla de profesores. A este presupuesto se debe añadir el gasto en la gestión académica y administrativa del currículo y el gasto en el mantenimiento de la infraestructura.
2. Establecer un horario escolar de ocho horas diarias (04 en la mañana y 04 en la tarde) de lunes a sábado haciendo un total de 2000 horas anuales, incorporando el desarrollo de cursos (20 según la propuesta horaria) en combinación con proyectos productivos educativos propuestos por los padres de familia y de acuerdo a los planes de desarrollo de las comunidades.
3. Gestión académica del currículo por un Consejo Académico Educativo Nacional (CAEN), integrado por tres personas designadas por los académicos del país de cada rama del saber (20 asignaturas), los mismos que trabajarían a dedicación exclusiva disponiendo la información de los contenidos para la clase de cada semana de cada grado. Esta información, deberá divulgarse en periódicos, radios, televisión e internet para conocimiento de los profesores, escolares y padres de familia. El CAEN deberá elaborar, aplicar y dar los resultados de las dos evaluaciones de rendimiento de los estudiantes a la mitad y al final del año escolar. Es decir una educación masiva homogénea a nivel nacional.
4. Nuevo sistema administrativo incorporando la tecnología computacional. Cada aula de 20 estudiantes, debe estar dirigida por un profesor nombrado quien debe registrar a los estudiantes en el registro de matricula nacional. Las aulas se agruparían en clústeres de máximo un aula por grado (institución educativa). El requisito para el registro de matrícula debe ser que el alumno camine de su casa al aula. El CAEN realizará la programación de horarios de cada aula y de cada profesor atendiendo a la ubicación geográfica de las Instituciones Educativas.
5. Transparentar las asignaciones presupuestales para infraestructura, asignándola directamente a cada profesor responsable de aula, quién con los padres de familia de aula y coordinando con los profesores responsables de las otras aulas administrarán la infraestructura. Este sistema de administración educativo nacional, optimizará el uso de los recursos, realizando un manejo transparente mediante el control directo de los padres de familia.
6. Si bien es cierto, la educación mientras más homogénea mejor, el enraizamiento en la comunidad soporte de la identidad tiene que ser muy fuerte. Esto es posible con un profesor identificado con el desarrollo de dicha comunidad. Por eso quien aspira a la carrera magisterial, a parte de formación en una disciplina y formación pedagógica, que le permite dirigir el aprendizaje de una asignatura, para acceder a la carrera en la condición de nombrado deberá lograrlo con el voto favorable del 80% de los padres de familia de la institución educativa en el cual realiza mayoritariamente su labor. Cada profesor debe tener la oportunidad cada tres años de someterse al voto de los padres de familia hasta lograr su nombramiento. Luego de nombrado será ratificado cada 10 años.
7. La producción de materiales educativos, las investigaciones pedagógicas que hayan sido publicadas por el CAEN, así como, el alto rendimiento de los alumnos en la asignatura a su cargo demostrados en las evaluaciones nacionales, serán méritos para los incentivos económicos hasta un máximo de otro sueldo básico, así como se hará acreedor a los reconocimientos honoríficos.
8. El sistema de formación de profesores se inicia con la obtención de un grado de bachiller en una especialidad o disciplina de cinco años y, luego debe seguir dos años de formación pedagógica en las Facultades de Educación de la nueva Universidad reestructurada de acuerdo a ley, con profesores asociados y principales que ostentan publicaciones científicas, han registrado patentes o ejecutado proyectos de desarrollo con una antigüedad no mayor a cinco y siete años respectivamente.
Para estas ocho políticas hay los profesionales, existen los recursos económicos y la infraestructura mínima (sumando locales de particulares y públicos). El sector privado (escuelas y colegios privados) en la actualidad no alcanza un estándar de educación de calidad, por lo que estará obligado a cumplir el currículo nacional básico establecido por el CAEN.
El magisterio, reclama una verdadera evaluación (hecha por los padres de familia), el reconocimiento a los resultados de su labor pedagógica expresados en el rendimiento de los alumnos en las evaluaciones nacionales, incentivos económicos y honoríficos por sus méritos en la producción educativa e investigación pedagógica y la oportunidad de formación pedagógica en verdaderas Facultades de Educación. Esta reforma devolverá al profesor su rol de líder en las comunidades. Las nuevas generaciones reclaman encontrar a su profesor en el aula y dejarlo trabajando. Un ejemplo a seguir. Esa será la señal que ya somos país del primer mundo.