Diversificación Curricular y Articulación de Contenidos

A las exigencias de la educación del MINEDU, los estudiantes obligados a un horario escolar reducido (mañana o tarde), los profesores deben elaborar al inicio, ajustar durante el proceso y evaluar a la salida el currículo de su Centro Educativo (atendiendo demandas educativas en el marco del Diseño Curricular Nacional), se adiciona otra: la articulación de contenidos.

Visto desde el alumno, un mismo contenido no debe repetirse en dos o más “áreas”, en el mismo año escolar, porque es una pérdida de tiempo. También, el alumno se da cuenta que los profesores no coordinan, improvisan y mal usan el tiempo. Esta incoherencia ocasiona un desajuste en la formación valorativa de un niño o adolescente. Se dan cuenta, por ejemplo, que los profesores cobran indebidamente por hacer lo mismo, no respetan y trabajan aisladamente. Para corregir esta situación los profesores deben elaborar en forma conjunta el currículo de su grado.

Pero, repetir un contenido se puede dar de un grado a otro. El alumno se da cuenta que el profesor repite el mismo contenido del grado anterior. Las consecuencias son mayores que el caso anterior.

El otro caso es, un contenido es prerrequisito para desarrollar el contenido en otra “área”, sin embargo esta programado no antes, sino después. El profesor, para desarrollar su contenido, entonces, desarrolla previamente el contenido de la otra área, incurriendo en la improvisación, perdiendo el tiempo dos veces.

La solución es la articulación de contenidos entre grados y entre cursos. Pero, ¿Cómo hacer la articulación, si cada Centro Educativo debe elaborar su propio currículo? La receta, es la diversificación curricular.

Pero, la receta de la diversificación curricular, precisa que el primer ingrediente son los problemas educativos de la demanda. El segundo ingrediente son los contenidos del Diseño Curricular Nacional para el grado. El tercer ingrediente son las capacidades y habilidades que debe lograr el alumno. El cuarto ingrediente son los materiales educativos disponibles. Estos ingredientes deben combinarse apropiadamente, para dar como resultado el potaje a ofrecer al alumno: el currículo del grado.

El primer problema que aparece es, los profesores deben hacer el proceso de diversificación trabajando en forma sincrónica en equipo. No es el cocinero que tiene los ingredientes y en forma individual los combina y produce el plato creativo. El segundo problema es el prejuicio de los profesores de demostrar a los otros colegas sus conocimientos en el proceso de articular el currículo y el tercer problema es que el profesor colocará los contenidos que domina y no aquellos que exige la demanda educativa.

Estos tres problemas no se pueden resolver si: los profesores no trabajan a dedicación exclusiva a su Institución Educativa, no son entrenados para trabajar en equipo y si no tienen una formación en profundidad (dominar los contenidos de una disciplina) y en amplitud (dotado de una amplia cultura). El MINEDU, en los más de 12 años del NEP, no resolvió estos problemas, porque no hizo ninguna reforma en su modelo educativo.

El profesor, al igual los estudiantes, se dedica en la mañana o la tarde a la Institución Educativa. En el otro turno los alumnos se dedican al “currículo oculto” de los medios de comunicación y los profesores se dedican al “recurseo” en otra Institución Educativa u otras actividades. Se mantiene el modelo de formación de los profesores equivocado, se piensa que el Instituto Pedagógico o Facultad de Educación resuelve el problema de contar con profesores que dominan una disciplina y tienen una amplia cultura. La consecuencia de empujar al magisterio y a los estudiantes a un modelo pedagógico sin contar con las piezas, ha hecho que el concepto de diversificación curricular sea un discurso atractivo, pero en la práctica resultó una farsa.

La alternativa de un Consejo Educativo Nacional, conformado por representantes de las diferentes disciplinas, que dominan los contenidos de su disciplina, posee una amplia cultura y cuentan con formación y experiencia pedagógica, debe ser el encargado de elaborar el currículo de cada grado a nivel nacional y debe alcanzar a cada profesor el contenido de la semana de cada asignatura. Al fin de cuentas, la demanda educativa de cada lugar es muy parecida a la demanda educativa de otro lugar, debido a que el país tiene problemas nacionales de subdesarrollo; el currículo de cada grado a nivel nacional resultará homogéneo, dando a la educación el valor como instrumento de desarrollo efectivo.

El profesor, debe cumplir su rol como facilitador, y este mismo Consejo Educativo Nacional deberá brindar los instructivos y diversas estrategias para que el profesor vea las más adecuadas para aplicarlas en los aprendizajes de los estudiantes. Este proceso permitirá hacer una evaluación nacional de los aprendizajes de los estudiantes y en función de ellos brindar incentivos a los profesores. Paralelo, debe reformarse la formación de profesores, estableciendo que debe ser una segunda especialidad, es decir primero, se debe culminar una carrera que provea de un dominio de una disciplina y luego se debe acceder a la formación pedagógica en verdaderas facultades de educación, dedicadas a la investigación pedagógica.

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