Una comunidad es productiva si sus miembros contribuyen según sus posibilidades, mediante el trabajo individual y colectivo a incrementar su riqueza y por ese trabajo cada miembro satisface sus necesidades primarias de alimentación, vivienda y vestido. ¿Qué ocurre si un miembro de la comunidad tiene un rendimiento por su trabajo muy superior a aquel necesario para producir lo mínimo para satisfacer sus necesidades primarias? Esto ocurre por diferencias de sexo, edad y capacidades. Una comunidad, como en una familia, la riqueza generada es beneficiosa para todos, si todos sus miembros efectivamente trabajan y no hay quejas que uno trabaja más que el otro.
La regulación legal, que establece por escrito las responsabilidades de cada miembro de la comunidad y los beneficios que obtiene por su trabajo, es un gran avance para mantener el espíritu de la comunidad, sobre todo cuando se forma una Región, un País que es la intersección de muchas comunidades, de un Continente que es la interrelación entre países. Se ha establecido un conjunto de normas legales de obligatoriedad en el mundo. Cada comunidad ha dispuesto en las normas legales quienes son los que deben hacer cumplir las leyes (los poderes y los gobernantes), pero, en la mayoría de leyes poco se avanzó en establecer que son también cada miembro de la comunidad los llamados a velar por el cumplimiento legal.
El rendimiento en el trabajo de cada miembro de la comunidad por encima de la exigencia mínima del trabajo que se requiere para satisfacer sus necesidades básicas, ha dado origen a que en cada comunidad se establezca un conjunto de escalones de rendimiento, la denominada meritocracia, cuya esencia es reconocer socialmente a quien ha hecho un trabajo terminado, original y tangible, es decir exhibir un producto. Quién exhibe el producto accede a un escalón en la escalera de la meritocracia. Estas escaleras, hoy en día, la mayoría tienen validez mundial y son de aplicación en cualquier comunidad. Estas son las normas de calidad y las acreditaciones internacionales.
Resulta que, hacer cumplir las leyes dentro de una comunidad cualquiera se ha convertido en un trabajo, pues contribuye al bienestar y al desarrollo de la misma. Pero, son sólo los miembros de los poderes y los gobernantes de la comunidad o de grupos de comunidades, quienes reciben una retribución por este trabajo, y por el contrario los miembros de una comunidad que denuncien incumplimientos legales no tienen ningún reconocimiento, excepto casos especiales como denuncias para capturar un trasgresor escandaloso. Las comunidades que transgreden su propia legalidad y la legalidad nacional e internacional, ingresan en procesos de improductividad, estancamiento y atraso en su desarrollo y en consecuencia presentan crisis en todos los campos que se expresan en violencia, mediocridad y destrucción de la vida comunitaria.
La corrupción está definida como la trasgresión de la legalidad por los miembros de una comunidad con el propósito de obtener algo indebido que no corresponde al rendimiento en el trabajo realizado. Por un lado, no realizar el trabajo mínimo que permita satisfacer las necesidades básicas conlleva a que los otros miembros de la comunidad tengan que trabajar para satisfacer con su trabajo las necesidades del que no trabaja y por el otro lado, acceder a un escalón en la meritocracia sin haber exhibido el producto realizado también conlleva a usurpar un beneficio que no corresponde legalmente. El primer caso, se toma como un nivel bajo de corrupción y el segundo caso como un nivel alto de corrupción. En ambos casos existe el corruptor (pasivo) y el corrupto (activo). Tan trasgresor es el que da de comer a quien no trabaja y el que no trabaja que come sin trabajar, así como el que rompe la mano y el que se deja romper.
¿Por qué alguien se corrompe? El origen está en la formación moral recibida desde la infancia. Quienes crecieron realizando y observando intercambios productivos que valoran el esfuerzo, y quienes crecieron realizando y observando intercambios corruptivos que permiten obtener algo indebido sin esfuerzo. Es un círculo vicioso, los adultos corruptos de las familias van corrompiendo a los menores de las familias. La única forma de cortar el círculo vicioso es cortar en la fuente, es decir los adultos corruptos deben ser fuertemente sancionados por la comunidad. Y, para los menores, se debe cuidar los sistemas de formación educativa que les permita crecer en un ambiente de intercambios productivos y de reconocimiento del esfuerzo, cosa que no ocurre hoy. El magisterio se ha convertido en uno de los sectores que forma en la corrupción a pequeña escala, a nivel escolar, mediante una serie de beneficios indebidos, desde practicar la mentira hasta el pedir dádivas para pasar de año a un escolar. Esta formación amoral alimenta a la corrupción cuando los escolares se incorporan a la comunidad.
Un síntoma evidente de corrupción es el ocultamiento de la información sobre las actividades que realiza la persona, es decir esconde la forma y la manera de cómo obtiene el beneficio indebido. En las comunidades, posiblemente por razones culturales, se han definido dos campos: el campo de la intimidad y el campo público y en el campo público se agregó uno adicional el campo de la confianza. Realmente entre estos dos campos no existe barrera que los separe, es puramente artificiosa, pero esta falacia ha permitido esconder la información de las actividades corruptas que supuestamente se dan en el mundo de la intimidad, creando un caparazón que las protege. Es claro que cualquier miembro de la comunidad debe conocer los méritos de cualquier otro (productos y de cómo estos se convierten en valor monetario). Un mundo estructurado en esta falacia, ha tendido un manto de secretismo en las relaciones, que es la cortina perfecta para que florezca la corrupción. Por ejemplo, si en una comunidad, el caso de un departamento de personal, alguien resulta con una propiedad destacando sobre los otros de su mismo nivel, u obtiene un beneficio indebido, pero los miembros de ese departamento de personal no tienen la información, no podrán denunciarlo y creerán que “su progreso es debido a la buena suerte”.
En este marco, por tanto, un plan anticorrupción deberá comprender al menos estas seis acciones:
1. Definir las meritocracias en las comunidades sea por región, campos productivos, académicos u otros, con absoluta claridad y ajustándose a estándares de calidad internacionales donde ya los haya, procediendo a la exhibición pública de los méritos entre los miembros de la comunidad para realizar el consecuente reconocimiento público.
2. Establecer un sistema de control incorporando la informática tanto de las actividades de los poderes y los gobernantes así como de los miembros de cada comunidad, estableciendo un reconocimiento a los miembros de cada comunidad que denuncien las trasgresiones legales.
3. Transparentar toda la información para los miembros de las comunidades, penalizando drásticamente el ocultamiento de la misma. Solamente se deberá mantener información secreta la relacionada a defensa del país, a la cual deben acceder un grupo de honorables de cada campo productivo.
4. Acreditar la formación de los escolares, mediante una evaluación anónima nacional para que sean promovidos de año escolar, estableciendo un reconocimiento a los profesores cuyos grupos de alumnos obtengan rendimientos altos.
5. Acreditación nacional de los grados y títulos profesionales y académicos, así como de los méritos académicos del profesorado universitario en cada categoría de conformidad a la ley universitaria así como de la formación técnica no universitaria de acuerdo a estándares nacionales.
6. Definir los cargos políticos como aquellos que provienen del voto directo de los electores de los miembros de toda la comunidad y los cargos científicos, técnicos, académicos y administrativos como aquellos que provienen de una meritocracia específica en cada caso. Los cargos políticos deben ser revocables a la mitad del periodo. Los cargos de confianza deben ser designados por quien tiene un cargo político y los cargos de los poderes de control (poder judicial y poder legislativo) elegidos por el voto de los miembros de una comunidad, en ambos casos, quienes ocupen estos cargos se escogerán de entre las personas que estén en la jerarquía correspondiente de la meritocracia.
Presentaré algunos casos mas adelante.