Arbitraje y políticas públicas desde el punto de vista médico

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El conocido oncólogo peruano Elmer Huerta escribió un muy interesante artículo sobre la victoria de Uruguay sobre Philip Morris en un arbitraje en el que se enfrentaron, según él, David contra Goliat. Basta con destacar un párrafo de ese artículo para entender la magnitud de esta victoria: “Fastidiada por esas medidas de salud pública, la gigantesca Philip Morris, que en el 2009 tuvo ganancias anuales de 62.000 millones de dólares, inició el proceso legal contra la diminuta pero valiente Uruguay, que ese mismo año tuvo un producto bruto interno de 32.000 millones de dólares. Es decir David contra Goliat”.

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Uruguay vence a Philip Morris: David vence a Goliat

La semana pasada se produjo un hecho histórico para la salud pública mundial. El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) -dependencia del Banco Mundial que decide pleitos denunciados por empresas privadas que aducen que sus negocios están siendo perjudicados por decisiones de algunos gobiernos- ha dado la victoria al hermano país de Uruguay en un litigio iniciado en marzo del 2010 por la gigantesca compañía tabacalera Philip Morris. Este fallo no es un titular mas de esos que uno lee por ahí estimado lector, este fallo sienta un precedente tan grande, que es posible que la mítica invencibilidad de las compañías tabacaleras en las cortes judiciales haya llegado a su fin.

¿Qué hizo Uruguay para merecer una denuncia?

En el 2005 el Dr. Tabaré Vásquez, médico oncólogo, fue elegido presidente de Uruguay y al año siguiente, el ministerio de salud decidió que el 50% de las cajetillas de cigarrillos debía estar cubierta por pictogramas que muestren las consecuencias del cigarrillo, como fetos pequeños nacidos de madres fumadoras o pulmones con cáncer. Debido al éxito de esa medida, el 2009 el ministerio decide aumentar la superficie de los pictogramas al 80% de la superficie de la cajetilla y prohíbe que se vendan las variaciones de una marca de cigarrillos en la misma tienda. Es decir una tienda podía vender Marlboro, pero no las variedades “light” o “gold” de la marca.

Fastidiada por esas medidas de salud pública, la gigantesca Philip Morris, que en el 2009 tuvo ganancias anuales de 62.000 millones de dólares, inició el proceso legal contra la diminuta pero valiente Uruguay, que ese mismo año tuvo un producto bruto interno de 32.000 millones de dólares. Es decir David contra Goliat.

Sabiendo que en los últimos años, sus juicios en las cortes civiles no le estaban siendo favorables, Philip Morris inició el pleito en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), amparándose en un criticado tratado de inversiones bilateral (BIT pos sus siglas en inglés) entre Uruguay y Suiza (Philip Morris tenía su sede central en ese país). Lo que Philip Morris aducía era que al tomar 80% de la cajetilla para los pictogramas, ya no les quedaba espacio para poner su marca registrada. También decía que los pictogramas y los mensajes que los acompañaban eran repulsivos y chocantes y pedía un resarcimiento económico de 25 millones de dólares.

¿Qué logró Uruguay con esas medidas?

El impacto de las medidas ha sido extraordinario. De acuerdo a datos de la Universidad del Uruguay, la prevalencia de fumadores en el Uruguay entre el 2005 y el 2011 ha disminuido en 4.3 % por año, llevándola de casi 40% en el 2005 a solo 23% este año. En los jóvenes, la prevalencia disminuyó de 22.8% en el 2006 a solo 8.4% en el 2014. Del mismo modo, el número de mujeres fumadoras en el tercer trimestre disminuyó de 42 a 15% y el peso de cada bebe nacido en ese país aumentó en 163 gramos (la mujer fumadora da a luz bebes con bajo peso).

Implicancias del fallo de la CIADI

En la tarde del viernes 8 de julio, la CIADI decidió que Philip Morris no tiene ningún derecho a prohibirle a Uruguay que proteja la salud de sus habitantes, y que sus derechos comerciales, terminan en donde empiezan los derechos a la salud de los pobladores de Uruguay y que deberá además pagar 7 millones de dólares por gastos legales. Es decir, David venció a Goliat, la diminuta y valiente Uruguay, venció al abusivo y gigante todopoderoso Philip Morris. Sin duda que la ayuda económica de las Fundaciones Bloomberg y Melinda y Bill Gates han ayudado mucho, pues esas fundaciones pusieron el dinero que Uruguay no tenía para mantener tan largo proceso legal.

Los observadores coinciden en que gracias a este fallo, mas y mas países podrán tomar medidas similares a las que tomó Uruguay para proteger la salud de sus pobladores. Philip Morris no podrá aducir que esas medidas de salud pública infringen sus derechos comerciales. En otras palabras, lo que la CIADI ha dicho es que la salud pública es mas importante que el derecho comercial.

Implicancias para el Perú

Mientras la pequeña Uruguay vence a Philip Morris en una corte internacional y abre el camino para que los países protejan a niños y adolescentes del cigarrillo, en el Perú el congresista de Fuerza Popular Aldo Bardalez ha bloqueado nuevamente una votación para que se modifique la ley 28705 y se prohíba la publicidad de cigarrillos en los puntos de venta, es la segunda vez que lo hace. Por otro lado, y en un discurso anacrónico que a partir de ahora tendrán que modificar, abogados peruanos simpatizantes de las tabacaleras sostienen todavía que los intereses comerciales de la industria del tabaco son mas importantes que la salud pública de los peruanos.

Si esa modificación no se aprueba antes del 25 de julio, se habrán perdido cinco años de lucha y dada la composición del nuevo congreso y la aparente inclinación del presidente electo por la industria del tabaco, es posible que se pierdan cinco años mas, tiempo en el cual, mas de 80.000 peruanos morirán por el cigarrillo.

¿Cuándo se pondrán nuestros gobernantes a la altura de las circunstancias en proteger la salud de nuestros niños y adolescentes?

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