El negocio de “dar fe”

Urge repensar el negocio notarial y evaluar si aporta valor a las transacciones, sostiene Santiago Dávila Philippon, Editor Central de Economía del diario El Comercio.

La actividad principal del negocio notarial consiste en “dar fe” de un acto jurídico, por ejemplo, de la compra-venta de un auto o de una casa. Aunque a algunos notarios les desagrada que su actividad sea comparada con un negocio, lo cierto es que no difiere mucho de cualquier otra actividad económica en la que el consumidor o usuario debe pagar por un producto, que en este caso, es un servicio intangible.

Para “dar fe” los notarios argumentan que no debe haber muchos notarios compitiendo por ofrecer este servicio a los ciudadanos, porque de ser así, no podrían controlar la “calidad” del mismo. Incluso, aplicando una suerte de regla de tres simple, esquivan el hecho de  que hay notarios que prestan un mal servicio o están envueltos en casos de corrupción, para indicar que si hoy, con pocos notarios hay casos de corrupción, con el ingreso de más notarios, ¡la situación empeoraría!

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Para controlar la competencia en la prestación de este servicio, los notarios tienen el beneficio de una ley que determina el número de notarios por distrito notarial, lo que implica que actualmente haya menos notarios de los que se necesitan.

No solo eso, sino que se controla desde los requisitos para ser notario (actividad restringida dicho sea de paso a los abogados) hasta dónde deben ubicarse los nuevos notarios, restringiendo en el camino otros aspectos de la actividad, como la posibilidad de hacer publicidad o de tener sucursales. Todo ello evidentemente con el resultado de un mercado con poca o nula competencia y sin los beneficios que esta genera para los ciudadanos. 

Urge repensar el negocio notarial y evaluar si aporta valor a las transacciones. De aportar valor, debe garantizarse que los notarios compitan y que la entrada a esta actividad no esté restringida por la legislación. En el mundo, varios países han liberalizado parcial o totalmente la actividad notarial.

En el Perú, se han propuesto cambios y se ha denunciado a algunos notarios por el desarrollo de prácticas anticompetitivas y en contra del consumidor, pero nunca se han producido reformas sustantivas.■

FUENTE: Artículo «La “fe” de los notarios», escrito por ©Santiago Dávila Philippon, publicado en el diario ©El Comercio el 02/03/2015.

EDICIÓN: Francisco Córdova Sánchez

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