Crisis del Sistema Pensionario

LA FALTA DE UNA CULTURA PREVISIONAL EN NUESTRA POBLACIÓN, ASÍ COMO LA CRISIS E INFORMALIDAD DEL EMPLEO QUE SE ARRASTRAN DESDE HACE VARIAS DÉCADAS, ESTÁN PONIENDO AL PERÚ EN UNA SITUACIÓN SUMAMENTE DIFÍCIL.

Las cifras hablan por sí solas, veamos. Según datos de la Oficina de Normalización Previsional (ONP), del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la población total del Perú llega a 29,6 millones. Dentro de ella la Población Económicamente Activa (PEA) es de 13,6 millones, de los cuales solo están afiliados a algún sistema de pensiones apenas 6,17 millones.

De las personas afiliadas 1,5 millones corresponden al Sistema Nacional de Pensiones (SNP) y 4,5 millones al Sistema Privado de Pensiones (SPP). Pero lo más grave es que de los 6,7 millones solo cumplen con aportar apenas 3,05 millones de personas; es decir, el 22,4% de la PEA.

Por otro lado, la Población Adulto Mayor (PAM) –es decir, la que supera los 60 años- y, en consecuencia, próxima a la edad de jubilación está conformada [para el año 2010] nada menos que por 2,53 millones de personas; es decir, casi el 10% de la población total.

De esos 2,53 millones de personas, solo están percibiendo una pensión en este momento 914,5; es decir, casi la tercera parte de la PAM. Pero, según las proyecciones del MEF, de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), de la ONP y de la Caja Previsional Militar-Policial (CPMP), para el año 2025 habrá un crecimiento del 80% de la PAM, razón por la que estaremos hablando de 4,5 millones de personas en esta condición; mientras la población de pensionistas solo subirá 13,18%, lo que significa 1,5 millones. Es decir que nos seguiremos manteniendo en apenas la tercera parte de cobertura pensionaria al adulto mayor, pero en números globales la cantidad de personas desamparadas, en edad de jubilación y sin un centavo de pensión habrá subido a tres millones.

Esta situación es tan grave que si no hacemos algo realmente creativo, el país puede llegar a una situación muy incómoda, y millones de personas a una crisis de pobreza tan profunda que de todas maneras nos afectará a todos.

La desregulación de los mercados, el dejar hacer, el dejar pasar, que ha sido la política constante en las últimas décadas, nos ha llevado a un escenario de daño en muchos sectores y particularmente en el empleo.

En estas circunstancias, al Estado le compete una tarea crucial y muy difícil, pero a los ciudadanos también, porque tienen que esforzarse para reducir en lo posible el impacto que generará en sus vidas el llegar a la edad de jubilación y no tener un centavo de pensión.■

Extractos del “Capítulo III: Se viene un tsunami”, del libro «Los Fondos de Pensiones, ¿Qué futuro nos espera?», de ©JAIME DELGADO ZEGARRA y ©ALDO FUERTES ANAYA. Solvima Graf SAC. Lima, noviembre 2010. Pág. 31.

Texto editado por Francisco Córdova Sánchez

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