¿Se puede mejorar el capitalismo?

ENTREVISTA A GAËL GIRAUD

Gaël Giraud se ordenará sacerdote jesuita el próximo año. Además de dedicar su vida a Dios, ha hecho un doctorado en matemáticas, ha iniciado el de economía y fue condecorado con el Premio al Mejor Economista Joven de Francia 2009. Él estuvo en Lima invitado por la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, donde expuso sus propuestas para mejorar el capitalismo actual.

¿Cómo mejorar el capitalismo?

Lo primero, es necesario repensar la finalidad de la empresa. Su objetivo no es solo el lucro, sino también ser una aventura social en la que participa muchísima gente. Lo segundo se refiere a los mercados financieros. Hay que recordar que el origen de la crisis del año pasado fue financiero y allí hay que trabajar. Lo tercero, se requiere de una fiscalización internacional de las multinacionales. También proponemos un capitalismo verde y un crecimiento equitativo.

Algunas propuestas coinciden con la encíclica de Benedicto XVI.

Sí, pero en esa encíclica hay mucho sobre el microcrédito. Es un tema muy importante para desarrollar a los países del hemisferio sur. Sin embargo, hay experiencias en ese campo muy negativas. Hay universidades donde la gente aprende a hacer microcrédito para ganar mucho dinero.

Pero sí habla de la creación de una autoridad internacional…

Eso está muy bien. Y todo lo que ha dicho del comercio ecológico no es nuevo, pero es muy interesante. Seguimos esa misma dirección.

¿Y qué piensa sobre el Perú?

No conozco muy bien la economía del Perú, pero los países que sufren la crisis dependen de la demanda del hemisferio norte. El FMI y el Banco Mundial los ha obligado a abrirse a los mercados del norte. Hay una excesiva dependencia y ahora el reto es que el hemisferio sur —los países de América del Sur y África, entre ellos— deben aprender a no depender del norte.

¿Pero cuál es el problema?

La apertura en sí es buena. La demanda debe estar en América del Sur. Cuando los economistas del norte dicen que somos liberales y debemos defender el libre mercado, no es del todo cierto. Es una forma de obligar a los países del sur a producir lo que el norte va a consumir. Ahora el reto es lograr que el sur consuma los productos de esta parte del planeta.

Esa relación con el norte nos ha permitido desarrollarnos.

Pero es un desarrollo frágil. Se nota con la crisis, porque la demanda del norte no es suficiente. A mediados de 1990, los economistas del norte notaron que su demanda no era lo suficientemente grande e invirtieron en crédito. Ahora hay hogares pobres sobreendeudados. Fue una estrategia para sostener su demanda, que no va a subir en 20 años.

¿Qué hacer para crecer?

Mirar a América del Sur o a China, aunque tenga un panorama complicado. Me parece interesante que los países del sur desarrollen su propia demanda.

Pero lo que el Perú produce no tiene mercado en el sur.

La aventura no puede ser solo del Perú, debe ser de Latinoamérica.

Pero eso no es fácil.

No debemos buscar mercado en el norte. Debemos desarrollar el sur. No digo que sea fácil. Es un peligro muy grande pensar solo en el norte. Vamos a sufrir otras crisis, pues los mercados financieros del sur no han cambiado y en dos o tres años podríamos sufrir otra crisis.

¿Cómo desarrollar ese mercado si las inversiones son del norte?

No tengo soluciones por el momento. Tampoco por rentabilidad, pero a largo plazo es la solución. El Estado podría poner impuestos a los beneficios de las exportaciones. Es una cuestión política. Es necesario que las empresas entiendan que a largo plazo no hay futuro en el norte.

¿Qué opina del papel del Estado, que cada vez es menor?

Me parece necesaria la participación del Estado. El mercado no puede funcionar bien sin la participación del Estado. La teoría liberal que dice que hay una mano mágica del mercado que lo ordena todo es una tontería. Su participación es muy importante. No debemos cerrar el mercado, pero sí regularlo. Como el Papa lo dice, los países del norte se han desarrollado con la mentalidad de que el mercado puede hacerlo todo. El Estado debe intervenir en salud, educación y servicios.

¿Y en qué más debe participar?

Cuando digo que debe intervenir, debemos pensar en un Estado que ayude las iniciativas privadas. No como economía socialista, pero sí con una proyección que no necesita de un beneficio inmediato.

En el aspecto laboral, la desregulación permite más empleo…

No siempre. Inglaterra tiene un mercado laboral muy flexible y Suecia uno rígido. Según muchos economistas, el ejemplo de Suecia es más eficiente que el inglés.

¿No se contradice su vocación sacerdotal con la economía?

No, absolutamente no. Los cristianos creemos en un Dios que se ha hecho humano, que ha vivido y sufrido y hay que entender las cosas de la tierra para entender las cosas del cielo.

LA FICHA

Nombre: Gaël Giraud.
Profesión: Economista y matemático.
Edad: 39 años.
Cargo: Seminarista de la Compañía de Jesús. En el 2010 se ordenará sacerdote.
Otros cargos: Seminarista y miembro del Centro de Investigación Científica de Francia.
Obras: Ha publicado varios artículos y libros. Su más reciente obra es “Veinte proposiciones para reformar el capitalismo”, escrito con Cécile Renouard.

Texto de la entrevista a Gaël Giraud titulada «El futuro está en América del Sur», realizada por Álvaro Gastañaduí Ramírez, y publicada en el diario ©El Comercio el viernes 16 de octubre del 2009.

Puntuación: 2.67 / Votos: 3

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