La educación como base del desarrollo

En un reciente artículo titulado «El crecimiento y el factor humano», Efraín Gonzáles de Olarte* sostiene que el crecimiento económico que ha llevado a los países al desarrollo es el que se ha basado en la creatividad e innovación. En el Perú, en cambio, el crecimiento se ha debido a las riquezas naturales.

Gonzáles de Olarte señala que la educación y la política educativa en el Perú están orientadas principalmente a luchar contra el analfabetismo, mientras que la calidad de la educación superior y técnica depende prácticamente de algunas universidades e institutos técnicos privados. Es verdad que es importante que la gente comprenda lo que lee y tenga alguna cultura universal, pero eso los hace buenos consumidores y trabajadores no calificados y nada más.

Pero lo que necesita el Perú para desarrollarse –indica el autor- es un conjunto de personas, unas 20 mil a 30 mil, que sean productoras e innovadoras con altos niveles de calificación para impulsar el cambio tecnológico, la innovación laboral y empresarial y el cambio cultural, en un mundo competitivo y globalizado.

Por ello, es necesaria una política pública de educación superior y técnica, en la que el Estado destine fondos y ponga metas de formación de este capital humano selecto capaz de imaginar y poner en marcha proyectos nuevos, que utilicen las potencialidades y que generen demanda para otros trabajadores menos calificados, pero listos para entrar en la era del desarrollo.

Si hubiera más ingenieros, científicos y técnicos, más administradores de negocios internacionales, más agrónomos y botánicos o ictiólogos emprendedores, solo para señalar algunas especialidades potenciales, el crecimiento económico promovería al mismo tiempo el desarrollo humano y jalaría de manera natural a la educación primaria y secundaria. Hoy el modelo educativo peruano espera que la educación primaria y secundaria empuje a la educación superior, cuando debe ser al revés.

Gonzáles de Olarte postula que esta política pública -que debería basarse en una alianza estratégica entre universidades privadas y públicas de primer nivel e institutos técnicos-, cambiaría nuestro actual modelo primario-exportador y de servicios, que permite crecer sin reducir las desigualdades y la pobreza, por un modelo de desarrollo exportador, no solo primario, descentralizado e innovador basado en capacidades humanas de alta calidad.

*Efraín González de Olarte es profesor principal del Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

El artículo «El crecimiento y el factor humano», fue publicado en Día-1, suplemento del diario EL COMERCIO, el lunes 27 de abril de 2009.

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