Perú: gobierno dividido sobre construcción del Museo de la Memoria
A pesar de la oposición del sector Defensa, el gobierno peruano reafirmó que construirá el Museo de la Memoria para recordar a víctimas de 20 años de violencia, en respuesta al planteo del escritor Mario Vargas Llosa, quien señaló que la iniciativa enfrenta toda clase de dificultades.

El canciller peruano, José Antonio García Belaunde, señaló que no existen “obstáculos” por parte del gobierno para la construcción del Museo, a cargo de una comisión presidida por Vargas Llosa.

“Las dificultades que han surgido no tienen que ver con el gobierno. La posición de algunas figuras vinculadas al gobierno con respecto al Museo son posiciones personales”, señaló el canciller, quien dijo haber hablado con Vargas Llosa para reiterarle la buena disposición gubernamental.

“La posición del gobierno está claramente definida desde el momento en que se creó la Comisión del Museo de la Memoria”, dijo el canciller a la prensa.

Al tiempo de esta declaración, el ministro de Defensa, Rafael Rey, uno de los mayores detractores de la idea de recordar a los miles de muertos y desaparecidos por la violencia política entre 1980 y 2000, reafirmó su oposición al Museo.

“He dicho públicamente que no estoy de acuerdo con el Museo de la Memoria por tener el enfoque equivocado pero el presidente Alan García ha dicho que sí, y donde manda capitán no manda marinero”, dijo Rey, un miembro del Opus Dei en Perú.

Según Rey por el enfoque que se le busca dar al Museo, “en el Perú se habría producido un enfrentamiento entre las fuerzas del orden y los terroristas, y que la víctima fue la población civil. Esa teoría me parece injusta”, dice.

También señala que “no ha pasado suficiente tiempo como para ser objetivos en la evaluación de los hechos de violencia durante la guerra contra el terrorismo”.

El ministro Rey señala que la principal dificultad es que ningún alcalde distrital en Lima quiere autorizar un lugar para el Museo.

“Esas son decisiones de los alcaldes; eso sí, yo no puedo ser hipócrita y dejar de decir que hasta cierto punto me alegra esa decisión de los alcaldes”.

El jurista Enrique Bernales, miembro de la comisión pro-museo que es dirigida por Vargas Llosa, coincidió con el escritor en que existen obstáculos para la iniciativa.

“Hay una oposición soterrada de algunos sectores que están muy activos y tratan de evitar que este proyecto, que es histórico, se realice”, advirtió.

La semana pasada, en una entrevista a la AFP en Madrid, Vargas Llosa dijo que “la comisión está trabajando en condiciones no fáciles porque hay mucha hostilidad, sobre todo de los sectores más recalcitrantes que estuvieron vinculados a las matanzas”.

“El Perú vivió una experiencia atroz en los años 80, que fue la guerra revolucionaria que desataron (los grupos guerrilleros) Sendero Luminoso y el MRTA (…) Fue una guerra de un salvajismo indescriptible cuyas víctimas fueron en una inmensa mayoría los peruanos más pobres, más marginados, los campesinos de la región andina”, agregó.

La Comisión de la Verdad, que hizo un informe de los hechos, cifró en 70.000 el número de muertos y desaparecidos en esas dos décadas, por la acción de la violencia guerrillera y la respuesta de las Fuerzas Armadas.
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