La Universidad es como mi segunda casa

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Incansable. Henrri Mamani tiene 33 años pero trabaja como si tuviera 20. Duerme solo 5 horas. Estudia, practica, trabaja, lee, limpia y aprende cada día algo nuevo. Desde 1998 se ocupa de hacer el mantenimiento del edificio de la Facultad. Es uno de los trabajadores más antiguos y queridos de nuestra Unidad Académica. Si uno por casualidad llega temprano, lo va a encontrar trabajando. Lo más profundo de él, sin embargo, lo más importante, y que no necesariamente se conoce a primera vista, es su afición a la lectura. La universidad es uno de los lugares que más quiere, y aunque no estudie formalmente entre nosotros todos sabemos que bulle en él la curiosidad intelectual y las ganas de saber más.

Las 5. Aún no amanece, pero Henrri ya está en pie. Sale temprano, puntual. Estará en la Católica desde las siete y media hasta las tres de la tarde. Luego irá a la biblioteca del Instituto Superior Tecnológico IDAT, a preparar los trabajos que entregará, también con puntualidad, a las 6 en punto. Luego estudiará 5 horas de computación informática. Está por terminar su carrera, a un par de ciclos de ser experto en computación. ¿Quién no lo puede querer? ¿Quién no lo puede respetar?

Desde 1998 ha sido testigo del florecimiento de nuestra Facultad: “Recuerdo que cuando llegué el número de alumnos y profesores era muy reducido. He visto cómo la actividad en la Facultad ha sido cada vez más intensa. Me da mucho gusto que el lugar donde trabajo progrese con tanta rapidez”.

“En la Universidad he aprendido muchas cosas. He complementado y mejorado lo que aprendo por mi cuenta. Agradezco mucho a los profesores por el apoyo y la confianza. La Universidad es como mi segunda casa, me hace sentir en familia”, dice con su sonrisa de siempre.

Hace 17 años que Henrri vive en Lima. Aprovecha las vacaciones de diciembre para visitar a sus hermanos en Arequipa, su ciudad natal. Viaja con su pequeño hijo de 8 años a pasar las fiestas y disfrutar del tiempo en familia. Viaja a recargar fuerzas para volver a su querida pero agitada rutina.

Maneja perfectamente el inglés. Estudió en el Británico por tres años. Hoy no tiene mucho tiempo pero cuando puede se da una escapada a la biblioteca del instituto, coge un par de libros e intenta practicar y perfeccionar su segunda lengua. Le gusta mucho la literatura, punto a su favor, porque leer literatura es una excelente forma de mejorar y practicar el idioma. Es de gusto muy variado, desde Víctor Hugo hasta Vargas Llosa, pasando por Abelardo Sánchez León y terminando con Jaime Bayly.

Puntuación: 5.00 / Votos: 6

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