Publicado el : 10 Julio 2013 – 1:31 de la tarde | Por (Foto: Prensa Presidencial)

¿Qué hizo posible que una mujer llegue a ser Almirante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Venezuela?

Por María Gabriela Hernández

Desde el pasado 5 de julio de 2013, las Fuerzas Armadas Venezolanas son guiadas por una mujer, la Almirante Carmen Meléndez. Es un hecho sin precedentes en la historia de Venezuela. Con un país quebrantado por las guerra de concepciones políticas, la pregunta es: ¿Las mujeres lograrán la paz, al fin, para el buen vivir? ¿Es Meléndez una ficha clave para el apaciguamiento o solo un cambio de fenotipo en la bota militar?

La respuesta queda pendiente de discernimiento. Particularmente me sorprende esta decisión, porque las Fuerzas Armadas en Venezuela tienen la particular característica del machismo latinoamericano, sellado en su histórico proceder.

¿Podría Meléndez ser la glamurosa militar con ánimos de apaciguar un país con francos problemas de gobernabilidad y manejo de las políticas de seguridad?

Si bien es cierto que el fallecido Presidente Hugo Chávez abogó por consolidar una tradición de mujeres en el ejercicio del poder estatal, el cuerpo militar se había mantenido al margen de tal pretensión. La fuerza de defensa de la patria parecía reservada únicamente a los hombres, especialmente en tiempos de convulsión.

Desde que la revolución existe en Venezuela, las mujeres han estado presentes en casi todos sus ámbitos. Tal vez por la inmensa necesidad de mostrar la cara amable de un proceso de transformación profunda, para bien o para mal, según el consumidor.

Sin embargo, la sociedad venezolana, que todavía acarrea su pasado militarista, nunca consideró posible una mujer Almirante en Jefe. Algunos dicen ” eso es un trabajo de hombres”.

El Precedente
Mujeres como Lina Ron, activista con ambiciones políticas mediante el uso de la fuerza irracional, ya utilizaba el uniforme militar.

En más de una ocasión, el propio Hugo Chávez alabó su conducta, y en otras, trató de desvincularla de los círculos visibles del funcionamiento revolucionario hasta el día de su muerte en 2011.

Si Ron representó el rol de la mujer endurecida por la vida, con armas como tocados de cabello, entonces ¿podría Meléndez ser la glamurosa militar con ánimos de apaciguar un país con francos problemas de gobernabilidad y manejo de las políticas de seguridad?

¿Quién es?
La primera ministra de defensa venezolana tiene en su haber estudios superiores de magister en Finanzas y lleva 34 años dentro de la Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB). A pesar de su alto perfil (jefa de aduanas y comandante de personal en la Comandancia de la Armada, comandante de pelotón y viceministra de Educación del ministerio de Defensa) se evidencia como una mujer tímida pero absolutamente comprometida con la causa “revolucionaria”.

Su gran desafío será probarse en una inminente FANB no articulada y con ruidos internos políticos, capaces de llegar a civiles.

¿Mérito?
Por años, las niñas de mi aldea hemos soñado con ser de la realeza política a falta de monarquía criolla, y para ello hay que adjudicarse poder por mérito propio.

¿Es el caso de la Almirante? Su matrimonio con el Almirante en Jefe Orlando Maniglia, ex Ministro de la Defensa de Chávez, y su amistad con el propio ex presidente, abren la puerta a una duda razonable: ¿Posicionamiento de una mujer por virtud o herencia político-conyugal?

Julia Gómez es una colega creyente en el credo revolucionario. Se ha embarcado en cuanta misión incluya a las mujeres. Al preguntarle sobre la Ministra de la Defensa dijo: “Yo sólo espero que sea independiente para tomar sus decisiones y no se deje manejar por los hombres…ya ves lo que ha pasado y eso es injusto”.

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Probablemente, se refería a las acusaciones dirigidas a mujeres de alto rango gubernamental, por ejemplo la Rectora del Consejo Nacional Electoral o la Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia. En el País de la Mujeres, como también canta el título de una popular telenovela venezolana, las damas tienen la idea de renovar la obsoleta política machista, que también podría aplicarse a la FANB.

Jóvenes milicianas como Mara Lujan, ya se han propuesto llegar hasta la Ministra para recrear sus ideas en planes como la Ley desarme o Seguridad Nacional. Tal vez el uniforme de falda y tacones dé para algo más.

Mujeres jóvenes creen que “esto es apertura de Patria”. Sin embargo, la nueva ministra aún no se pronuncia sobre la reciente masacre de la Guardia Nacional, la muerte de dos mujeres: madre e hija…por equivocación.

Sin embargo, sí ha defendido su cuantioso patrimonio de recientes críticas. ¿Qué se puede esperar? No lo sé, tal vez no sea Boliburguesía.

 http://youtu.be/QKUGgnx1tig

Vídeo en directo del nombramiento de Carmen Meléndez como Almirante en Jefe de las FF.AA.

Fuente: radio nederland

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