Day: 8 julio, 2009

Perú21 y Aldo

Pobre Aldo, del todo poderoso de Correo a inquilino precario o mejor dicho acogido por el momento en un rinconcito, fiel a su estilo ocurrente y hasta a veces cantinflzco escribe  para denostar a gente que no piensa como él. Aldo podrìa ser el máximo representante del comunismo total, porque enarbola el pensamiento único. Además Aldo se cree, mejor dicho le han hecho creer que es un GRAN LIDER DE OPINION INFLUYENTE, pero quiénes se siente influenciados?, tal vez algunos empresarios o congresistas con tremendo rabo de paja. Aldo adicto a emplear palabras rebuscadas hasta inventadas en su desesperación para llamar atención de los lectores, pero como el lector es sabio, compraba Correo para envolver lo inservible aunquesea. Con Aldo bajó la venta de Correo, y corre la misma suerte el periódico que lo cobija. Recuerdo que Aldo decía que La Primera era un pasquín y no sobreviviría ni un año. César Lévano sigue al frente de La Primera y Aldo yo no es director del Correo. 

Aldo, qué pensamiento genuino ha creado?, ¡NADA!, pues es un simple  asalariado de los grupos que pregonan el pensamiento de Freedman y Hayeck.

 

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La obsesión por la eficiencia

Algunos gurús de la era digital achacan todas las dificultades que existen en el mundo real a un inepto entorno tecnológico, cuando a veces son esfuerzos deliberados por promover la justicia, la equidad o la cohesión social

20 ABR 2013 – 00:00 CET

RAQUEL MARÍN

El pasado verano, Momentum, una agencia multinacional de marketing, puso en marcha una ingeniosa campaña para Coca-Cola en España: instaló 18 máquinas expendedoras “inteligentes” que bajaban el precio de las bebidas frías en los días de calor. Una bebida comprada a 25 grados centígrados te costaría 2 euros. Si la temperatura superase los 30 grados solo tendrías que pagar 1 euro.

Pero no nos apresuremos a celebrar esa política de precios dinámica, basada en los sensores, como una prueba de que la ciudad inteligente aún pueda albergar una dimensión humana. A pesar de todo su supuesto humanismo, el experimento era claramente un truco publicitario: ¿Qué negocio digno de tal nombre sería lo suficientemente tonto como para bajar los precios de las bebidas cuando hace más calor? Un negocio que quiera perdurar instalaría sensores para hacer exactamente lo contrario. Y, aparte de dar rienda suelta a su vandalismo, los consumidores no podrían hacer gran cosa para manifestar su protesta: a la máquina, a diferencia de algunos comerciales de carne y hueso, no le afectarían las quejas malhumoradas.

Sin embargo, hay algo que Momentum entendió bien: la proliferación de sensores baratos ha hecho de la política de precios dinámica —cuando el precio puede ajustarse en tiempo real sin intervención alguna del operador humano— una opción tentadora. Y mientras algunos sensores intentan determinar factores ambientales como la temperatura exterior, otros pueden concentrarse en aprender más sobre los propios compradores: ¿Son jóvenes? ¿Cómo suelen vestirse? ¿Están en Facebook?

Contestar a la última pregunta aún puede constituir un desafío, pero a las dos primeras hoy ya puede responderse. En 2011, Intel y Kraft se asociaron para lanzar los quioscos iSample, los cuales se basaban en un sensor óptico para determinar la edad y el sexo de los compradores y decidir qué productos servirles. Inicialmente la máquina se utilizó para comercializar Temptations, un postre a base de gelatina que se anunciaba como “la primera gelatina solo para adultos”, de manera que, al detectar a un niño, la máquina le pedía que se apartase. En Japón hay una máquina expendedora similar, que se basa en la tecnología del reconocimiento facial para recomendar diferentes bebidas a diferentes consumidores: a los hombres menores de cincuenta años se les recomiendan bebidas de café enlatadas, mientras que a las mujeres veinteañeras se les recomienda té.

Proliferan los sensores: hay máquinas expendedoras que ofrecen productos
según el perfil
del usuario

Ahora los sensores se utilizan primordialmente para ayudar a automatizar decisiones sencillas y binarias, como la de no vender alcohol a nadie que aparente tener menos de 18 años, pero no se tardará mucho en capacitarlos para intervenciones más complejas: una vez que nuestra cara puede asociarse a nuestro perfil en una red social, todo tipo de manipulaciones entran en escena. Descuentos, por ejemplo.

Teóricamente, al menos, pareciera que hay mucho que celebrar: los sensores contribuirán a la consecución de una mayor eficiencia. Max Levchin, director de tecnología de Paypal y destacado inversor tecnológico, reivindicó ese mundo obsesionado por la eficiencia en la relevante conferencia del DLD (Digital Life Design) del pasado enero. Para Levchin, la proliferación de sensores y la portabilidad de nuestra identidad significan que el mundo digital finalmente puede llegar a ser mucho más eficiente que su analógico predecesor.

“El mundo de las cosas reales es muy ineficiente: los recursos infrautilizados abundan, como también abundan las compañías que intentan racionalizar su uso”. Pero hoy, “gracias a la digitalización de los datos analógicos y a su administración en una lista centralizada”, ha surgido toda una generación de nuevas empresas que ofrecen “nuevos y sorprendentes rendimientos”, desde la popular Uber —que pone en conexión a pasajeros y conductores— hasta la no menos popular Airbnb —que pone en conexión a propietarios e inquilinos que quieren alquilar viviendas para estancias cortas.

Veamos el caso de Uber. Antes, cuando se pedía un taxi por teléfono, a uno lo trataban como a todos los demás. No tenías ni idea de qué puesto ocupabas en la cola. Enfadarte y colgar el teléfono suponía tener que empezar de nuevo encontrarte al final de la lista. Mediante este sistema tonto, sostiene Levchin, “incluso si estuvieras dispuesto a pagar cien veces más que cualquiera que esté por delante de ti en la cola, nunca conseguirás expresar esa demanda. El dato existe solo en formato analógico y se mueve a velocidades solo analógicas”. Uber es diferente: tus datos llegan en formato digital, sabes exactamente cuándo están disponibles los recursos y cuánto tiempo tienes que esperar. Y, eventualmente, si estás dispuesto a pagar más que los demás, podrías obtener un mejor servicio.

Levchin lleva esta lógica al extremo, anticipando con impaciencia “listas de espera con precios dinámicos para confesores y terapeutas”, y prometiendo que seremos capaces de poner en alquiler el poder de computación de nuestros cerebros para resolver tareas diversas mientras dormimos. Pero hay algo extraño en su ejemplo de Uber: ¿Por qué es tan buena idea tratar a alguien que es amigo de Bill Gates en Facebook de un modo diferente a alguien que no está siquiera en Facebook?

Las insuficiencias son
precisamente el precio
que pagamos para evitar
la discriminación

La verdadera razón para que se dé un trato igualitario en el caso de los taxis analógicos y tontos no tiene nada que ver con la ausencia de unos buenos sensores: es el resultado lógico de las regulaciones de ese servicio como “transporte público”. La no discriminación es parte esencial de esa regulación: se supone que vas a pagar la misma tarifa por tu viaje con independencia de si eres negro, blanco, homosexual o multimillonario.

Quizá existan buenas razones para abandonar ese principio. Pero el simple hecho de que ahora dispongamos de una mejor tecnología para despojarnos de las ineficiencias del sistema no es una de ellas: la ineficiencia es precisamente el precio que hemos convenido pagar por la no discriminación. Comparar la muy regulada industria del taxi con los retoños de la escasamente regulada “economía compartida”, como es el caso de Uber, —y hacerlo solamente con criterios de eficiencia— es trucar la baraja a favor de Uber. La industria del taxi se hizo para ser ineficiente.

O fijémonos en Airbnb, que Levchin también invoca de pasada. El argumento en favor de Airbnb es bien conocido: incorpora muchas más unidades de alojamiento a un mercado muy rígido. Pero ¿qué decir de sus costes? Al permitir que los propietarios conviertan sus apartamentos en hoteles permanentes, Airbnb podría estar socavando el espíritu comunitario de esos barrios y tal vez incluso estar violando la reglamentación de alquileres. (Por no hablar del hecho de que no parece que Airbnb ni los propietarios que recurren a ella paguen todos los impuestos que se les exige a los hoteles; se estima que solo en San Francisco su deuda tributaria anual podría elevarse a 1,8 millones de dólares).

Las regulaciones vigentes de alquileres pueden ser tremendamente ineficientes, pero su ineficiencia es deliberada, no accidental: se ponen en práctica para privilegiar la dimensión social de una política de vivienda por encima de su dimensión económica. Si no queremos esas regulaciones, debemos oponernos sobre bases políticas y sociales, y no solo aduciendo que gracias a los smartphones y a las redes sociales podemos crear nuevos y más eficientes mercados que convengan a los arrendadores y a sus inquilinos temporales.

Lo que resulta más interesante —e inquietante— de la línea de razonamiento de Levchin es que todas las ineficiencias del mundo analógico se presentan como el fruto de un inepto entorno tecnológico, y no de esfuerzos deliberados por promover la justicia, la equidad, la cohesión comunitaria o algún otro valor por el estilo.

Mientras tanto, no te quejes si la inteligente máquina expendedora decide que no eres la persona adecuada para disfrutar de la última botella de Coca-Cola que queda; después de todo, un sediento Bill Gates puede estar a la vuelta de la esquina.

Evgeny Morozov es profesor visitante en la Universidad de Stanford y profesor en la New America Foundation.
Traducción de Juan Ramón Azaola.
© 2013 New York Times News Service.

 

Fuente: elpaís

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Violencia y exterminio en el pulmón de Centroamérica

 

Bosawás, la mayor reserva de bosques tropicales de la región, pierde 42 mil hectáreas anuales Indígenas denuncian el acoso de invasores

Managua 6 MAY 2013 – 21:27 CET38

Un hombre corta un árbol en Bosawás. / Tim Rogers/The Nicaragua Dispatch

La tensión se apodera de Bosawás, la reserva de selva tropical más importante de Centroamérica. Líderes de la etnia indígena mayagna, habitantes tradicionales de estos bosques que suman una extensión de 20.000 kilómetros cuadrados, denunciaron el acecho de invasores que arrasan los árboles para asentar actividades agrícolas y ganaderas y explotar las maderas preciosas de la zona. Los enfrentamientos entre indígenas e invasores, llamados colonos, dejaron ya un indígena muerto a finales de abril. “No queremos más muertos, por eso las instituciones deben incidir en este asunto. Los indígenas mayagnas merecemos vivir en nuestros territorios, queremos resolver este asunto de forma pacífica”, dijo Gustavo Sebastián Lino, presidente del territorio Mayagna Sauni As, localizado dentro de la reserva.

Bosawás fue incluida en 1997 por la UNESCO en la lista de reservas de biosferas del mundo, dada la importancia que tiene este bosque, que cuenta con más de 270 especies de plantas, más de 200 especies de animales (se calcula que Bosawás alberga al 13% de las especies tropicales conocidas) y unos 200 mil especies de insectos. Además, es el hogar de poblaciones indígenas que viven de los recursos del bosque y lo protegen de invasores. Líderes mayagnas dijeron que han organizado grupos de patrullaje para denunciar estas invasiones, pero los colonos reaccionan de forma violenta, intimidándolos.

“Hacemos patrullaje en zonas vulnerables, le decimos a la gente que invade que salga de forma pacífica. Lo hacemos porque nos preocupa la situación de la reserva”, dijo Sebastián Lino. El pasado 23 de abril, un grupo de indígenas hizo un recorrido para corroborar la información de una nueva invasión en el bosque. Los invasores, según la denuncia de los indígenas, habían derribado 28 hectáreas de árboles tropicales, por lo que levantaron la información para hacer la denuncia, pero fueron atacados por los colonos, dijo Sebastián Lino. El indígena Elías Charles Taylor resultó gravemente herido y murió días después a causa de las heridas sufridas en el enfrentamiento.

Sebastián Lino denunció olvido gubernamental en el que se encuentra la zona y dijo que el Gobierno de Daniel Ortega había orientado a las autoridades del Ministerio del Ambiente, la Procuraduría Ambiental, el Ejército y la Policía que mantuvieran patrullaje constante en Bosawás, pero la orden del mandatario no se cumple, dijo el líder indígena. “Ortega les orientó que bajaran (a la zona) para resolver estos asuntos, pero hasta ahora no han llegado. Por eso nos levantamos y mandamos patrullajes”, explicó.

El Ejecutivo de Ortega ha dicho que la protección de Bosawás será una prioridad. Rosario Murillo, primera dama y jefa de hecho del Gabinete de Ortega aseguró públicamente que “el presidente de la República garantizará que nos enfoquemos en una educación distinta, en este caso para salvar Bosawás desde la cultura, desde los afectos, desde los sentimientos, desde las vivencias, desde la identidad, desde el sentido de pertenencia a la comunidad humana que habita en la Madre Tierra y que reconoce en la Madre Tierra, en la Madre Naturaleza, un ser vivo, un ser que nos nutre, un ser que nos ayuda a mantener la vida”, dijo Murillo, quien no hizo referencia a la violencia que sufren los indígenas ni las mafias madereras que según denuncias de grupos ambientalistas están arrasando con el bosque de Bosawás.

Un informe publicado por la Agencia Alemana para el Desarrollo Sostenible (GIZ) muestra que Bosawás (que tiene una extensión casi similar a la de Israel) ha perdido, desde 1987 hasta 2010, más de 564 mil hectáreas de selva, con un promedio de pérdida de más de 42 mil hectáreas anuales desde 2005.

El estudio, coproducido con la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos de Nicaragua (UNAG), muestra que el deterioro de la selva se debe a las especulaciones con la tierra, la tala ilegal, la agricultura y ganadería extensivas, al hambre de materias primas de economías emergentes como las asiáticas y a la desidia del Gobierno de Nicaragua, que prácticamente no tiene presencia en la zona. El informe es categórico al alertar sobre el riesgo que sufre la reserva, que representa el 14% del territorio nicaragüense, de 130 mil kilómetros cuadrados.

El bosque, incluida la selva virgen, ha perdido mucho terreno en Bosawás, pasando de más de un 1.604.000 hectáreas en 1987 a un 1.039.000 en 2010. En el quinquenio 2005-2010, Bosawás perdió más de 42.000 hectáreas de bosque anuales. Y sobre el deterioro de la selva virgen, el informe de la GIZ muestra que la reserva pasó de un 1.170.000 hectáreas en 1987, a 832.237 en 2010. En total, se han perdido 3.379 kilómetros cuadrados de bosque virgen, una extensión mucho mayor que la de Luxemburgo.

A Bosawás le está ganando el auge que ha tenido en Nicaragua la agricultura, la ganadería y la explotación de las maderas preciosas. Cifras oficiales muestran que en las comunidades que circunda la reserva se asientan más de diez mil finqueros, dedicados a criar más de 100.000 cabezas de ganado. La ganadería, la producción de granos y la explotación forestal en la región, generan más de 140.000 de dólares a Nicaragua, aunque recientemente los fuertes ingresos vienen de la explotación maderera.

Se estima que en Bosawás trabajan unos 2.000 tumbadores de maderas preciosas, cuyo peso económico asciende a unos 20 millones de dólares. La comercialización de la madera, que también es negociada con el visto bueno de los finqueros de la zona y comunidades indígenas que viven en situación de pobreza extrema, genera unos 118 millones de dólares, lo que representa el 2.5% del PIB de Nicaragua, según cifras oficiales del Banco Central de este país.

“El 40% de la madera que circula en el país es ilegal”, asegura Marcial López, experto en desarrollo municipal que es el autor del estudio, el más completo que se ha hecho hasta ahora. “Esa tala ilegal es el resultado de una actividad en la que participan muchos actores: Hay una red inmensa de inversionistas privados, importadores, informantes”, explica López. Los indígenas alertan de la amenaza: “Nosotros protegemos un patrimonio de todos los nicaragüenses y todos los habitantes del mundo”, dijo Sebastián Lino. “Si el gobierno de Nicaragua no actúa, en diez años no quedará nada para nuestra protección”, agregaron dirigentes indígenas en una carta pública. “Queremos que el mundo sepa que Bosawás está en peligro”, agregaron.

Fuente: elpaís

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Romero Deschamps, ¿siguiente líder en la mira de Peña Nieto?

El líder de los trabajadores petroleros mexicanos vive de escándalo en escándalo

El presidente que promete modernizar México puede acabar con su buena estrella

México 7 MAY 2013 – 06:29 CET7

Peña Nieto y Romero Deschamps, en la campaña electoral de 2012. / Y. X. (EL UNIVERSAL / GDA / AP)

A Carlos Romero Deschamps (Tampico, Tamaulipas, 1943) lo llaman padrino los gobernadores de algunos Estados. El apelativo del líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) desde los noventa da una idea del poder que gestiona quien empezara vendiendo tortas (bocadillos) a las puertas de las refinerías de petróleo. El hecho de que siga en pie, y casi inmutable luego de la detención en febrero de la otra icónica líder sindicalista, La Maestra Elba Esther Gordillo, también es una señal de su poderío. Pero en los tiempos de la nueva política mexicana nadie le asegura a Romero Deschamps el puesto. Menos cuando se combinan un presidente de la República afanado en dar un discurso modernizador con una era en la que, por medio de las redes sociales, circulan profusamente fotos de frecuentes escándalos de una vida de lujos.

Como corresponde a un sindicalista poderoso que a la vez es, una vez más, senador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el círculo de Romero Deschamps es hermético, aunque en el último año se han producido algunas filtraciones relevantes. No tantas sobre él como sobre su familia. La última, este lunes en el diario Reforma, que reveló que su hijo José Carlos compró dos viviendas de lujo en Miami Beach por valor de siete millones y medio de dólares y con un mantenimiento de entre 3.000 y 5.000 dólares al mes. Este escándalo llega después de que, en febrero, se hiciese público que Carlos Romero Deschamps le había regalado a ese mismo hijo un Enzo Ferrari, un coche de edición limitada valorado en dos millones de dólares.

Su otra hija, Paulina, protagonizó antes una de las noticias más sonadas sobre el linaje. En mayo de 2012, justo antes de las elecciones presidenciales, la prensa filtró fotos de ella en aviones y yates privados, acompañada de sus perros y luciendo siempre bolsos exclusivos a los que ella llamaba, dijeron, “bolsas del Superama” (una cadena de supermercados). Por si fuera poco, el pasado 7 de abril Reforma reveló que muchos parientes de Romero Deschamps tienen contratos en Pemex hasta el año 2999 (sí, hasta el fin del milenio) y que las plazas, por si fuera poco, pueden heredarlas otros familiares.

Se habla más del entorno de Romero Deschamps que de Romero Deschamps. Hay que remontarse a 2011 para leer algo sobre un cumpleaños al que asistieron, en helicóptero, gobernadores de distintos Estados .Y a 2008 para recuperar fotos suyas llevando un reloj valorado entre los 40.000 y los 200.000 mil dólares, a pesar de que su sueldo en el sindicato de Pemex ronda los 25.000 pesos mensuales (aproximadamente 2.000 dólares), según algunos medios mexicanos. Eso sí, el salario exacto del Güero (rubio), como también le llaman, y quien fue reelegido por unanimidad en su gremio el pasado octubre, sigue siendo un enigma.

Las sospechas en torno al líder del STPRM vienen de más lejos: en 2003 fue acusado de desviar unos 1.500 millones de pesos (unos 125 millones de dólares) del sindicato a la campaña del candidato priísta, Francisco Labastida, para las elecciones presidenciales del año 2000. Pagó una fianza y se libró de la cárcel más por un acuerdo entre el PRI y el PAN que por otra cosa. Aunque eso ya no importa: en 2011 prescribieron los cargos del denominado Pemexgate.

Primera plana del diario ‘Reforma’ de este lunes (pinche para ampliar).

Eso sí, supuso otra polvareda mediática en Pemex, aunque nada comparable a la de Joaquín Hernández Galicia, la Quina, el líder sindical que fue destituido por Carlos Salinas de Gortari en 1989 y encarcelado por homicidio y acopio de armas. Los ajustes de cuentas de presidentes de México, aún hoy día, se conocen como quinazos (así se refería la gente a la detención de Elba Esther Gordillo).

Pero Romero Deschamps, hijo de un trabajador de ferrocarriles y que empezó su carrera vendiendo comida, trabajando de obrero en la petrolera y ejerciendo de chófer para jefes del sindicato, no es Gordillo. Los dos tienen orígenes humildes y han conseguido llegar a la primera fila de la política mexicana. Ambos son poderosísimos líderes que han regido sus organizaciones durante años. Sobre ellos pesan acusaciones de corrupción y caciquismo. Pero la Maestra está en la cárcel y el Güero no. Elba Esther Gordillo fue detenida y sometida a escarnio en televisión abierta y Carlos Romero Deschamps sigue jugando en primera división. Por ahora.

Enrique Peña Nieto hizo un gesto duro y significativo a finales de febrero, cuando la líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) fue detenida acusada de lavado de dinero y delincuencia organizada. Gordillo, con un lujoso tren de vida, llevaba más de dos décadas dirigiendo el sindicato más grande de América Latina, un ejército de profesores que hacían exigencias al Gobierno a base de huelgas y marchas. Parecía que ella, expulsada pero aliada estratégica del PRI, esperaba la definitiva caída en desgracia, porque el mismo mes de febrero decía en una entrevista: “Ni amenazas ni nada me van a intimidar, para morir nací. Quiero morir con un epitafio: aquí yace una guerrera, y como guerrera murió”. La detención fue interpretada en la escena política mexicana como un gesto de advertencia: Peña Nieto quiere alejarse del viejo PRI, el del aura de la corrupción que gobernó el país durante 70 años. Y, entonces, más de uno pensó que si esa era la línea, el siguiente en la misma era Romero Deschamps.

Jesús Zambrano, presidente del izquierdista PRD , lo acusó de ser “uno de los pilares principales de los poderes fácticos en el terreno de la corrupción sindical, que han utilizado los recursos públicos para el enriquecimiento personal”. El exgobernante PAN exigió, señalándolo, que fueran investigados a fondo quienes “han hecho un manejo irregular de los recursos de los mexicanos”.

El nuevo reto de Peña Nieto comanda una organización con 140.000 afiliados de Pemex, un monopolio que aporta una tercera parte de los ingresos del Estado. La industria, nacionalizada en 1938 por el expresidente Lázaro Cárdenas, es la séptima del mundo, pero el país se ve obligado a importar gasolina y gas y la producción ha caído de 3,4 millones de barriles diarios en 2004 a 2,6 millones en 2012. Ahora, la reforma petrolera pretende abrir a la inversión extranjera el gigante mexicano.

“Tras ser nacionalizada en 1938, la industria ya no exportaba tanto como antes. Se podía sobrevivir con el mercado interno, pero necesitaba el apoyo absoluto del sindicato para que no hubiera deterioro de producción (los norteamericanos habían sacado de México a los técnicos)”, explica el politólogo Lorenzo Meyer. Sabiendo que tenía la sartén por el mango, el sindicato exigió que se cumplieran al pie de la letra sus exigencias. La producción caía y los trabajadores aumentaban… De ahí en adelante se construyó una relación privilegiada con el Estado”. Desde entonces, la manera de contentar al STPRM es darle más. Ceder. “Salarios, prestaciones… el sindicato es incluso contratista de las obras que ejecuta”, enumera Meyer. El último caso de escándalo se hizo público al comenzar el Gobierno de Peña Nieto. Se trata de un préstamo que recibió el sindicato por parte de la anterior administración de Pemex en 2012. Fueron 500 millones de pesos (unos 41 millones de dólares). El hecho de que el trámite fuera secreto, para supuesta construcción de vivienda –de la que no se conoce la ubicación–, y que fuera en tiempos electorales hizo que el asunto oliera muy mal para la opinión pública.

Romero Deschamps no se ha enfrentado con dureza a ningún Ejecutivo. “Tiene una personalidad nula. Es un hombre común y corriente. La gente se entera, a veces, de sus abusos de poder, pero nadie recuerda una frase interesante. Tiene la grisura que le conviene. Es gris, gris, gris. Es difícil que Peña Nieto haga lo mismo que con Elba Esther Gordillo. Él [Romero Deschamps] no tiene la ambición de ella”, señala Meyer. “El STPRM se ha debilitado estos años. Salieron los empleados de cuello blanco y los temporales. El sindicato ha aceptado debilitarse a cambio de mantener sus condiciones. No se va a oponer a la apertura de Pemex a capital extranjero. Y [a Romero Deschamps] no lo van a detener. El efecto demostración ya lo tuvieron con Elba Esther”, asegura Ilán Bizberg, investigador y profesor del Colegio de México. “[Destituirlo] Sería una forma de encubrir una reforma [energética] mínima”, opinan fuentes cercanas a la oposición. En resumen, “él va a ser un instrumento que va a usar el PRI cuando lo necesite”.

Además de graves problemas económicos, Petróleos Mexicanos tiene un pasivo laboral de más de 1.3 billones de pesos (equivalente a unos 108.000 millones de dólares sumando pagos de pensiones y derechos de los empleados en activo), lo que supone más del 60% de sus ingresos, según el informe de resultados del primer trimestre del año. El sindicato mantiene aproximadamente a 70.000 jubilados, que pueden retirarse a los 55 años hasta con el 100% de su sueldo. El STPRM ya está manteniendo conversaciones con la directiva para, entre otras cosas, plantear el retraso del retiro hasta los 65 años, según la prensa mexicana.

Caída en desgracia Gordillo, Carlos Romero Deschamps se ha convertido en el nuevo personaje incómodo del PRI, pero ha aprovechado cada ocasión para dejar claro que aplaude el afán “modernizador” del presidente. Que está de su lado. Que, a pesar de ser un septuagenario que dirige el sindicato desde 1997, puede ser parte del nuevo PRI. Hace menos de dos meses, en la conmemoración del 75 aniversario de la expropiación petrolera, le repitió a Peña Nieto lo feliz que estaba de que acompañara a sus “amigos los trabajadores” de Pemex. Los empleados que asistían corearon “¡Petrolero Peña Nieto, petrolero Peña Nieto!”.

Fuente: elpaís

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