Los negocios europeos no confían en mujeres

Autores: Anastasía Bárisheva, Polina Chérnitsa

16.08.2012, 18:34

Según los recientes estudios, el número de mujeres que ejercen cargos dirigentes en los países en desarrollo es mayor que en los desarrollados. Es especialmente reveladora esta diferencia en comparación con Alemania, donde apenas el 13 % de las féminas encabezan grandes compañías. En las naciones del BRICS, si no se tienen en cuenta los datos de Sudáfrica, este índice alcanza el 20 %.

A una mujer le resulta más difícil ascender a directora de una compañía importante, y cuánto más desarrollado sea el país, tanto es más difícil conseguir este objetivo. Tales son los resultados de una investigación sobre la problemática de la promoción de mujeres a cargos dirigentes. La encuesta efectuada entre más de un centenar de gerentes HR de compañías internacionales puso de manifiesto: las mujeres son activamente incorporadas al trabajo. Pero, la mayoría de ellas puede tan solo soñar con un nivel superior a la dirigente del eslabón medio. Un progreso evidente se observa tan solo en países asiáticos y en los estados del BRICS. La globalización ha desempeñado en esto el papel más decisivo. Ella ha hecho en contados años aquello en lo que las feministas europeas han gastado decenios, considera el politólogo Maxim Grigóriev:

–Muchas mujeres reciben una buena instrucción. Muchas mujeres tienen ambiciones. Gradualmente esto ha llegado a los países en desarrollo. Es una consecuencia natural de la globalización. Muchas mujeres posponen la cuestión de la familia, del niño para más tarde. Aquí es posible hablar también del factor médico, pues la posibilidad de dar a luz se prolonga hoy día.

Es muy ilustrativa la estadística sobre mujeres dirigentes de los países del G 7: Japón 5 % y Alemania 13 %. El guarismo nipón puede ser explicado por las peculiaridades socioculturales de la sociedad japonesa. Pero el porcentaje de Alemania, uno de los líderes en la emancipación femenina, dejó perplejo a los estudiosos. La socióloga Olga Kryshtanóvskaya puntualiza que por el momento las mujeres alcanzan resultados reales tan solo en política.

A lo que parece, la victoria política del feminismo en los países desarrollos está a la vista. No obstante, los gobiernos europeos no serían tan pro-femeninos, si no se aprobaran legalmente en muchos países determinadas cuotas para el bello sexo en las estructuras del poder. En los negocios los resultados saltan a la vista: a pesar de las mejores cualidades organizativas de las féminas, no se les permite ascender por encima de un determinado nivel de dirección. Muchos hombres dirigentes están de acuerdo con lo limitado que es tal postura, pero no se operan cambios reales al respecto, apunta Olga Kryshtanóvskaya:

–Existe el siguiente concepto: la economía femenina. Mucha bibliografía científica está dedicada a este fenómeno: la dirección de importantes compañías por mujeres. Se destaca que la mujer dedica más atención a la atmósfera y a las relaciones interpersonales en la colectividad, los varones tienen otras prioridades. Tenemos una experiencia secular de dominación de los hombres. Estos, si bien están de acuerdo con las reclamaciones de las mujeres, a pesar de todo consideran que siguen dominando.

Este último argumento es justificable, señalan los expertos, si no mencionamos que por detrás de un varón exitoso se encuentra una mujer. Y no importa que sea: correligionaria, ama de casa que le garantiza “la retaguardia”, o musa. También se hace ver un aspecto más: al día de hoy se estiman más eficientes en lo económico aquellas compañías que tratan de atenerse a la “variedad gender” en la política relativa al personal.

vs/kg

Fuente: La Voz de Rusia

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