Ni por experimentarla se es más pasional ni menos porque nunca se haya sentido. Una placentera consecuencia del orgasmo, la eyaculación femenina es la expulsión de un líquido a través de la uretra debido a las contracciones pélvicas.

Por Mara Landa

La llegada del ansiado orgasmo en muchas ocasiones viene acompañada de la emisión de un líquido transparente cuya composición ha sido el descubrimiento sexual de los últimos años. Hasta el momento, las mujeres que lo experimentaban lo mantenían en silencio y sufrían incomodidad y vergüenza.

Muchas creían que eran pérdidas de orina, lo que provocaba fuertes inhibiciones en quienes lo sufrían llegando a rechazar, incluso, las relaciones sexuales.

Sin embargo, esto no es correcto pues en el acto sexual (tanto para hombres como para mujeres) es imposible orinar y eyacular a la vez.

Tampoco tiene relación con el flujo que lubrica las paredes de la vagina por la excitación, como inicialmente se presupuso. Esta hipótesis queda descartada debido a que la salida se produce por la uretra y no por la vagina.

¿Qué es la eyaculación femenina?
Este líquido expulsado con la llegada del clímax tiene una apariencia blanca o transparente y se compone principalmente de glucosa, fructosa y fosfatasa ácida prostática (también presentes en el semen masculino). Aunque contienen residuos de urea o creatina es importante especificar que no es orina.

Las emisiones vienen de las glándulas uretrales, parauretrales y de Skene, situadas en la parte interior de la vagina, junto al famoso Punto G. El tamaño de las glándulas varía de una mujer a otra, lo que explica la ausencia del fenómeno en algunas mujeres.

La eyaculación femenina se puede producir durante el orgasmo y es debida a las contracciones de la pelvis con las pulsiones del éxtasis. Puede pasar desapercibida durante el coito y sólo algunas mujeres con las glándulas especialmente desarrolladas lo notan de forma más evidente.

Sin embargo, experimentarlo no es indicativo de que la mujer sea más fogosa o tenga mayor capacidad orgásmica que otra que no lo eyacule.

Desde su descubrimiento, ha pasado de ser un fenómeno desconocido y vergonzoso a una moda. Actualmente la eyaculación femenina, también conocida como “squirting”, se ha convertido en un fenómeno muy popular gracias a la pornografía, hasta llegar a considerarse una virtud.

Sin embargo, es importante especificar que en muchos de los vídeos que muestra la eyaculación de una mujer los surtidos mostrados no son reales, sino previamente preparados e introducidos en la actriz.

Cómo conseguir una eyaculación femenina

Como siempre, primero la higiene – especial cuidado en que tus manos o las de la pareja estén limpias y las uñas cortas.
Unir los dedos anular y corazón e introducirlos en la vagina, deben estar un poco curvados.
Estimular con las yemas juntas el punto G que se encuentra aproximadamente a la altura del clítoris por la cara interna.
Se puede experimentar una sensación parecida a las ganas de orinar – no alarmarse, es señal de que el camino es correcto.
Continuar la estimulación – puede ocurrir que las ganas de orinar aumenten – hasta notar la eyaculación caliente que puede venir acompañada de un orgasmo.
Es un agradable efecto del orgasmo y se puede tratar de experimentar, sin embargo, sin obsesionarse en conseguir la eyaculación.

La uretra es un órgano especialmente sensible y fácilmente irritable, por lo que los tocamientos y estimulaciones deben hacerse con cuidado.

Si la primera vez no se consigue la eyaculación, no se recomienda volver a intentarlo en el momento. Puede venir con el tiempo y el conocimiento; experimentar no será un proceso doloroso y puede ser para ambos miembros de la pareja un deleite más.

Fuente: Radio Nederland

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