Publicado el : 24 de mayo 2011 – 8:09 de la tarde | Por Marco Hochgemuth (http://www.flickr.com/photos/g-mikee/)
Para mantener la mayoría en el Senado de Holanda el gobierno depende de un partido cristiano ortodoxo, en el que las mujeres no son bienvenidas. ¿Cómo se puede armonizar eso con los principios liberales del Primer Ministro Mark Rutte?

En la Cámara de Diputados, la coalición de Gobierno de liberales, VVD, y democristianos, CDA, cuenta con el apoyo del Partido por la Libertad, PVV, de Geert Wilders. El PVV es un partido populista de derecha decididamente antimusulmán. En el Senado, la coalición depende de un partido religioso extremadamente ortodoxo, el SGP. Pocos años atrás los ortodoxos fueron calificados de “Talibanes del Polder” por un político liberal. El partido religioso basa su política en valores bíblicos y opina que el liberalismo es una amenaza contra la sociedad.
Sin embargo, los tiempos han cambiado y, para continuar gobernando, los liberales deben cultivar la amistad de los religiosos ortodoxos. ¿Qué harán los liberales? Cinco puntos sensibles para posibles soluciones dentro de los principios liberales.

1- Libertad de Expresión
Los liberales creen que se debe ampliar la libertad de expresión. Con anterioridad, junto a otros partidos, habían presentado un proyecto de ley para despenalizar la blasfemia, una propuesta poco atrayente para los ortodoxos.

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La solución: en vísperas de las elecciones al Senado los liberales retiraron su firma del proyecto. Los otros partidos sostienen que la decisión obedece solamente a seducir a los ortodoxos para lograr su apoyo en el Senado. La sección juvenil de los liberales calificó de incomprensible la medida, pero los ortodoxos quedaron contentos.

2- Homosexuales
Los liberales manifestaron su total apoyo a la emancipación de homosexuales y lesbianas y sostienen que se debe poner fin a la posibilidad que tienen las escuelas cristianas de rechazar a docentes y alumnos homosexuales. Para los ortodoxos la homosexualidad es antinatural y pecaminosa. El partido religioso se opone fervientemente al matrimonio homosexual y opina que los funcionarios tienen derecho a negarse a casar a dos personas del mismo sexo.
La solución: en este punto los liberales no han cambiado sus opiniones, por el momento. Ambos partidos expresaron su repudio a la violencia contra los homosexuales, lo que en todo caso constituye un acuerdo.

3-Mujeres
La cuestión femenina es un asunto muy sensible. Para los liberales la igualdad entre los sexos es un valor fundamental del estado de derecho. Los ortodoxos sostienen que la mujer fue creada de la costilla de un hombre, que el hombre es la cabeza de la mujer y, por ese motivo, están incapacitadas para desempeñar funciones públicas. Las mujeres pueden ser miembro del SGP recién desde el 2006 y, en el 2010, la máxima instancia jurídica de Holanda determinó que los ortodoxos no podían excluir a las mujeres de las listas de votación.
La solución: el gabinete no adoptó ninguna posición respecto a esas premisas de los ortodoxos y está a la espera de la decisión que tome la Corte Europea para los Derechos Humanos.

4-Religión
Para los liberales la separación entre estado y religión es de una importancia esencial. Según los ortodoxos Dios es quien rige la realidad. Dos puntos de vista irreconciliables.
La solución: también aquí los liberales hicieron lo posible para ganarse el favor de los ortodoxos, igual que hicieron respecto a mantener la prohibición de la blasfemia. Además, en la gran ambición de los ortodoxos sobre el descanso dominical los liberales también cambiaron su punto de vista. En el pasado el VVD apoy abrir los comercios los domingos, pero ya no.

5-Cuestiones medico-éticas
En este terreno ortodoxos y liberales se encuentran a años luz de distancia. El SGP está en contra del aborto, la eutanasia, la inseminación in vitro, y la selección embrional, todos asuntos en que los liberales están a favor.
La solución: en estas cuestiones los liberales no necesitan cambiar sus puntos de vista ya que hay muchos partidos que apoyan esas posibilidades. De todas formas es llamativo que en el programa de gobierno del liberal Mark Rutte no se hace mención a esas cuestiones médico-éticas. A comienzos de este año, los democristianos propusieron reducir de 24 a 22 las semanas de embarazo en las que se puede practicar un aborto. Los populistas de derecha fueron más lejos y pidieron al gobierno que apoyan que el tiempo para suspender el embarazo se reduzca a las 14 semanas de gestación. Los liberales mantuvieron silencio en este asunto, aunque su Ministra de Salud, Edith Schippers, dijo que se mantendrán las normas existentes.

Después de todos estos gestos conciliadores de los liberales a los ortodoxos holandeses es prácticamente nula la posibilidad de que el senador de SGP, Gerrit Holdijk, obstruya a la coalición de gobierno. Holdijk lo dejó claro al anunciar que, si se puede, siempre prefiere apoyar al gabinete. Por su parte, el Primer Ministro holandés, Mark Rutte, aseveró que ahora su gabinete de minoría podrá seguir gobernando.

Fuente: radio nederland

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