Publicado el : 7 de septiembre 2010 – 4:08 de la tarde | Por Johan van Slooten (http://www.flickr.com/photos/etrenard/568404541/)

Mujeres víctimas de violación en la India siguen siendo sometidas a humillantes exámenes de médicos policiales, incluyendo la así llamada “prueba del dedo”, dice Human Rights Watch en un informe publicado hoy.

En una entrevista con Radio Nederland, la autora del informe, Aruna Kashyap de Human Rights Watch India, dijo que este examen carece de fundamento científico, es humillante y conduce a que las mujeres víctimas de violación sean consideradas como “mujeres licenciosas”.

La prueba sirve para determinar si la víctima de la violación es activa sexualmente o, como lo formulan frecuentemente los funcionarios: “acostumbrada al contacto sexual”. El examen implica que un médico haga un examen táctil, con uno o dos dedos, de la vagina de la mujer violada, para determinar la presencia del himen, y probar la soltura de la vagina. Si puede meter dos dedos, el médico frecuentemente lo considerará como una prueba de que la mujer en cuestión es sexualmente activa.

Este examen es muy común desde mediados del Siglo XX, pero quedó en desuso después del 2003, cuando se aprobó una enmienda que prohíbe el careo de las víctimas de violación con el sospechoso, por el carácter inmoral de dichos interrogatorios. Sin embargo, según el informe de HRW, la prueba todavía se explica en algunos libros de medicina y es practicada en muchos casos.

¿Mujeres licenciosas?
En la entrevista con Radio Nederland, la autora del informe, Aruna Kashyap de Human Rights Watch India, dijo que el examen es utilizado a menudo para tachar las víctimas de “mujeres licenciosas” lo que hace menos probable que los autores sean perseguidos judicialmente. “Es muy humillante para una mujer ser catalogada como acostumbrada al sexo y hace más difícil que la policía tome en serio su denuncia”, dice Aruna Kashyap.

Estereotipos
Es una consecuencia seria y peligrosa de la prueba para las víctimas, señala Aruna Kashyap. “Ya existen muchos estereotipos y generalmente las víctimas ya son tratadas con bastante recelo, tanto por los médicos y la policía como por los jueces. Si se comienza a ponerles una etiqueta, se puede dañar seriamente su caso”.
En el informe se cita a un ex fiscal quien dice que “la prueba del dedo es relevante para la defensa, especialmente si la víctima de la violación es soltera. Si el informe médico señala que caben dos dedos en la vagina, la defensa puede demostrar que (la mujer) está acostumbrada (al sexo). Esto debilita el testimonio de la víctima”. A pesar de todo ello, el sistema judicial de La India sigue pidiendo pruebas de este tipo para determinar si un sospechosos debe ser juzgado.

Zonas rurales
“Los médicos lo consideran parte del proceso médico, especialmente en las zonas rurales”, explica Aruna Kashyap. “Es lo único que saben y no reciben ninguna asesoría sobre cómo llevar a cabo este examen. No todos están lo suficientemente capacitados para practicar un examen específico como éste”.

El informe incluye declaraciones de víctimas de violación que tenían que sufrir la “prueba del dedo”. “No sabía lo que iban a hacer”, dijo una mujer, victima de violación. “Tenía mucho miedo y estaba rezando constantemente: Dios que pase esto, y déjeme salir rápidamente de aquí. No sabía ni siquiera que sería parecido a un examen (ginecológico interno)”.

Irrespetuoso
Otros testimonios citan al director de una organización de asesoría para víctimas de violación: “(los investigadores) creen que la chica intenta acusar a una persona en falso. Son muy groseros e irrespetuosos. Dicen cosas como: ¿Por qué lloras? Sólo te han violando. No estás muerta”.

Human Rights Watch hace un llamado al Gobierno de La India para erradicar la práctica aunque ya se ha logrado mucho. “Hubo cambios en la legislación, pero el problema es implementar la ley”, dice Aruna Kashyap. “Como no hay directrices estrictas, los médicos efectúan este examen sin tener ninguna práctica”.

Pero si el Gobierno ya está combatiendo el problema, ¿qué más se puede hacer?
Aruna Kashyap señala que introducir normas no será suficiente. “Requiere mucha capacitación y cambiar las prácticas antiguas para dotarles con la técnica correcta para llevar a cabo exámenes y al mismo tiempo respetar los derechos de la víctima”.

La legislación sobre la violencia sexual esta siendo revisada y en consecuencia es el momento idóneo para cambios decisivos. HRW cree que ahora se pondrá a prueba el compromiso del Gobierno con los derechos y el bienestar de las víctimas de violación.

Fuentew: Radio Nederland

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