Publicado el : 4 Febrero 2011 – 6:15 de la tarde | Por Klaas den Tek (Foto: SXC.HU)

Cuando un dictador pierde su poder, desaparece con su dinero, sus millones en cuentas bancarias suizas, mansiones en la Riviera francesa y yates anclados en los puertos de Mónaco. ¿Cómo recuperar los fondos y las riquezas que se ha robado?

Al depuesto dictador tunecino, Ben Alí, le costará trabajo habituarse a ser considerado como un criminal. La fiscalía bruselense ha iniciado una investigación de gran magnitud hacia las propiedades de la familia de Ben Alí en Bélgica. Por su parte, Francia ha incautado el avión privado del derrocado dictador.

Vida lujosa
Por lo general, los dictadores han saqueado durante años a sus países, y han invertido los millones hurtados en propiedades o cuentas bancarias en el exterior. La gran mayoría de ellos manifiesta una gran preferencia por cuentas bancarias suizas, las cuales les permiten continuar con sus vidas lujosas durante años después de ser derrocados.

Pero, tanto Ben Alí como los demás dictadores tienen una nueva amenaza, Daniel Lebègue, de Transparencia Internacional, una organización que se dedica a analizar la corrupción. Este francés, quien abre la cacería a fondos de dictadores, fue quien logró que su país y Bélgica procedieran a confiscar las propiedades y fondos de Ben Alí en esos dos países.

Lebègue explica los pasos a seguir “Primero que todo, la justicia y la policía del país debe catalogar los capitales y las propiedades, tras lo cual un juez puede impedir todo acceso a dicho patrimonio, para evitar que desaparezca en paraísos fiscales. Posteriormente, se puede devolver a sus propietarios legítimos todo lo que ha robado el dictador. En el caso de Túnez, el propietario es el pueblo tunecino.”

A juicio del experto, los fondos recuperados de tal manera deben emplearse en beneficio de la población, por ejemplo para fomentar la educación y adecuar la infraestructura.
Sin embargo, en la práctica esto resulta menos fácil. En el 2009, un juez suizo determinó que 6 millones de dólares del fallecido dictador Mobutu Sese Seko, del entonces Zaire, la actual República Democrática del Congo, debían asignarse a su familia. Si bien el Gobierno congoleño estaba de acuerdo con ello, el juez decidió que la petición se había presentado tardíamente y que el sistema jurídico del país era muy débil.

Suharto
Transparencia Internacional estima el valor de las propiedades del ex presidente indonesio Suharto en entre 15.000 y 35.000 millones de dólares, con lo que se convierte en el dictador más corrupto de la historia. Sin embargo, tras que el tirano se vio obligado a entregar el poder, su inmensa riqueza permaneció siendo propiedad de la familia. Y pese a que Indonesia llegó a acuerdos con otros siente países asiáticos para recuperar los fondos, dicho convenio no abarca delitos cometidos antes del 2004.

Contra el dictador filipino Ferdinand Marcos también se adelantaron diversos juicios. Pero el astuto tirano había invertido su riqueza multimillonaria en una gran diversidad de empresas, lo cual imposibilitaba presentar pruebas directas. En las decenas de juicios que se adelantaron la familia de Marcos fue absuelta y, después de 30 años, el Gobierno filipino sólo ha recuperado 1.200 millones de dólares, de un total de 10.000.

Duvalier
Sin embargo, desde el 1 de febrero, los fondos de ex dictadores no estarán a recaudo seguro en cuentas bancarias suizas, ya que una ley nacional posibilita entregar el dinero al Gobierno legítimo y no a la familia del ex dictador. Haití es el primer país que se beneficia de esta nueva normativa, y el Gobierno de la isla caribeña percibirá casi 4 millones y medio de euros provenientes de las cuentas bancarias suizas de la familia de Papa y Baby Doc Duvalier.

Pero, no basta con esta enmienda legal suiza, advierte Lebègue, ya que aún existen paraísos fiscales como Gibraltar, San Marino, Andorra, Malta y algunas islas caribeñas, donde los dictadores pueden ocultar sus riquezas. “Afortunadamente, desde hace poco uno de los objetivos oficiales del G20 es luchar conjuntamente por la recuperación de riquezas adquiridas de forma ilícita,” puntualiza el experto francés.

Respecto a las riquezas del presidente egipcio, Hosni Mubarak, Lebègue aún no puede pronunciarse, pero posiblemente pronto tenga oportunidad.

Fuente: Radio Nederland

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