Month: julio 2009

¡Qué bueno que viniste hija!

Historias, cuentos, poesía, reflexiones y vida cotidiana

Por María Esther Espinosa Calderón
Periodista, ha colaborado en diversos medios, entre ellos el Uno más Uno, Mira, El Universal, Etcétera, ‘Triple Jornada’ del periódico La Jornada, y en la revista Fem.
Para la persona que más amo en la vida

Era una tarde de domingo del mes de enero cuando fuimos a dejar a mi suegra al Centro Médico. Íbamos mis dos hijos Víctor Hugo y Mario, mi marido y la tía Trini, incondicional como siempre.

Tere era una mujer buena, sencilla, noble, a pesar de los golpes de la vida, su carácter seguía siendo amable; de repente se caía, pero se volvía a levantar. Buena madre, como suegra cualquier mujer me envidiaría.

Nos despedimos, le dio la bendición a mis hijos, me dijo que los cuidara mucho “porque son pedacitos de mi carne, de mi corazón”, me repitió lo mucho que me quería, que lo recordara siempre y que cuidara mucho a su “grandote”, como le decía a mi marido, “por si ya no salgo de ésta”. Hacía ocho días apenas que había abandonado el hospital, mientras le daban fecha para realizarle un cateterismo. Ese Año Nuevo lo había pasado en el hospital en compañía de mi marido y de Alejandro mi cuñado.

El 20 de enero, un día antes del programado para la operación, estábamos con ella, la “Negrita”, como le dicen a una prima de mi marido y yo riéndonos y contando anécdotas. Nos platicó su sueño de la noche anterior. Estaba nerviosa, con ese nerviosismo natural que se tiene antes de una intervención quirúrgica; independientemente de eso sonreía, estaba contenta.

Por la mañana, al despedirse Mario de ella, le contó que sus tres hermanos habían ido a visitarla, que fue algo muy agradable, que hacía mucho que no sentía esa paz. Que al poco rato llegó su papá, que los cinco pasaron un momento muy ameno, que no se preocupara por ella, que se fuera tranquilo a trabajar, que ella estaría bien.

Entre el sueño y la realidad
-Qué bueno que viniste hija -le dijo Tere a Caty cuando la vio llegar-. Ven siéntate, hace muchos años que no nos vemos y hay tantas y tantas novedades que quisiera contarte, todas, una por una, sin omitir detalle alguno.

Tere no sabía por dónde empezar: sí, por el hijo de Caty que ya estaba a punto de cumplir la mayoría de edad; o comentarle algo de su única sobrina, que se había ido a vivir Estados Unidos, de los primos o de los hermanos. No podía jerarquizar los acontecimientos, todos eran importantes. Estaba feliz, la abrazaba y besaba quería sentirla como hacía tanto tiempo que no lo hacía.

Le acariciaba el pelo, le tocaba las mejillas, quería quedarse con esa imagen de su niña consentida, aquella que un día se fue sin que ella pudiera hacer nada por detenerla. En eso estaba cuando llegó Beto su hijo mayor, su corazón no cabía de gusto, tenía más años de no verlo.

Estaba feliz: “No creas que me había olvidado de ti; tu imagen está tan fresca en mi mente como el día que partiste”, comentó Tere viendo fijamente a Beto como queriendo que nada ni nadie los separara en ese instante. “Sólo falta ver entrar por esa puerta a Víctor, que se fue antes que ustedes. Tengo tantas ganas de volver a verlo”. De repente sintió cómo algo indescriptible le iba invadiendo su cuerpo, al voltear, su felicidad no tenía límites, ahí estaba su otro hijo, ese que partió hacía tanto tiempo y al que después de más de 20 años lo volvía a ver. Se sorprendió cuando escuchó que él le decía con gran cariño y ternura ¡al fin te vuelvo a ver mamá!, no podía creerlo, Víctor le hablaba y escuchaba, se preguntaba si eso era un milagro, porque cuando se fue no lo hacía.

-Aquí estoy mamá, para no separarme más de ti- le dijo Víctor a su madre. Sorprendida Tere volteó y con lágrimas en los ojos lo interrogó: ¿Desde cuándo hablas?, tenía tanto que no escuchaba tu voz.
-Desde hace mucho madre, desde hace mucho. Casi desde que me fui. Escucho a mis hermanos y converso con ellos. Nosotros también los hemos extrañado. No sabes la tristeza que nos daba su sufrimiento, pero no podíamos hacer nada por estar con ustedes.

Caty le cuenta a su mamá que había visto a su papá, pero no habían podido conversar mucho porque no se lo permitieron, tenía que pasar algún tiempo para poder estar todos juntos. Se encontraba muy bien sólo extrañando a sus otros dos hermanos.

Los cuatro estaban felices, recordando todas las cosas buenas y no tan buenas que vivieron cuando compartían el tiempo y el espacio.

A Tere se la hacía imposible que estuviera con tres de sus cinco hijos. Los recuerdos se agolpaban, cada uno interrumpía al otro para preguntar o para saber de la familia, del país, de la política: ¿qué si el hijo de Caty era feliz, que si estudiaba, que si tenía novia, qué cómo lo trataban los abuelos que lo criaron?

Caty dijo con profunda tristeza: “Lo único que me llevé de Darío, mi hijo, fue ese beso que le di adormecida en el quirófano, a su rostro nuevo sin siquiera tocar su pequeño cuerpecito. Lo tengo grabado en mi mente como si hubiera sido ayer”.

Tere les contó que hacía tres meses su papá había ido en su busca, pero a ella la había dejado sola y ella sin él no concebía la vida, habían sido 54 años juntos, él era su brújula, sin él se perdería en la inmensidad del mundo, de la soledad. “me mal acostumbró siempre”, dijo en tono de tristeza.

Sin Beto, Tere se sentía como un barco a la deriva; sola, triste, extrañaba su presencia, su olor, su sabor. Sólo él la comprendía, sólo él sabía de sus temores, de sus miedos, de sus alegrías, de sus tristezas. Solo él sabía de su dolor, de ese dolor que desde la partida de su hijo Víctor le laceraba el alma, le oprimía el corazón; sólo él sabía de la tristeza que causa la ausencia de un “pedazo de su carne” como les decía a sus hijos.

Con él vivió, alegrías y sinsabores, momentos dulces, momentos amargos, carencias y abundancia. El hombro de Don Roberto le sirvió de apoyo cuando sintió que desfallecía, cuando la negligencia médica de unos seudodoctores le arrebataron la vida de Beto, su hijo mayor, justo en la flor de la juventud. Sólo él le pudo dar consuelo, ahí estaban uno junto al otro dándose ánimo, apoyándose hombro con hombro.

Un año más tarde ahí estaban juntos otra vez, consolándose mutuamente cuando por otro error médico, dejaron morir poco después del parto a Caty, su hija menor. La vida les cobraba una factura que no debían, les hacía una jugarreta más, que no merecían. Su único delito era quererse y amar a sus hijos.

Dicen que no hay peor dolor que la pérdida de un hijo, que no existe un nombre para designar a una madre que ha perdido a su descendiente. Para un marido o esposa está el apelativo de viudo o viuda, para los hijos que se quedan sin los padres, está la de huérfano.

No se cómo pudieron sobrevivir a tanto dolor, posiblemente por los otros dos hijos que le quedaban, sin embargo, nadie ni nada llenaba el vacío que sus hijos habían dejado.

Para Tere la partida de Don Roberto fue como una traición, era como dejarla sola en medio de la inmensidad, ya no estaba su hombro para apoyarla, su cama estaba fría y vacía, su alma también. Era mucho el sufrimiento para un corazón tan débil como el de ella. Milagrosamente había soportado la partida de sus tres hijos, la de él no podría. Sentía que se ahogaba, ya no le importaba estar al tanto del acontecer diario, no le importaba llenar los crucigramas, ni ver el fútbol, porque todo eso la remitía a la vida compartida por más de 54 años con él.

El poco brillo que le quedaba en los ojos se fue apagando día a día, su esbeltez se hacía más pronunciada, su mirada se torno más triste, sus labios ya no volvieron a sonreír.

Tenían un pacto de amor y de muerte, que cuando uno partiera el otro lo haría enseguida. Ese pacto se cumplió en tres meses y 20 días. Aunque ella se resistía, estaba contra la espada y la pared. Quería partir para ver a sus hijos, pero no quería dejar a Mario y Alejandro quienes estaban presentes y sufrían junto con ella.

Pasó la Navidad más triste de su vida, el Año Nuevo lo recibió en el hospital. Su corazón estaba cansado, sin embargo, volvió a latir, trató de recuperarse y se animó no por ella sino por sus hijos. Decía: “Si me hacen el cateterismo puedo vivir más o morirme ahí, si no de todos modos me voy a morir, pues vale la pena correr el riesgo, por los muchachos. Pondré todo de mi parte para que mi corazón responda”.

Extrañaba mañana, tarde y noche a su “media naranja”. Sólo él sabía cómo iba su corte de pelo, de qué color teñirlo, sólo él sabía lo que hacía falta en la casa, lo que ella requería, pero esta vez, su mayor necesidad era él.

Se quedaba sola con su soledad, en la inmensidad de la pequeña estancia. Le faltaba el aire, le faltaba la esperanza, le faltaba todo. Sus sentimientos iban de la vida a la muerte. Se fue al hospital con la esperanza de regresar con los que aquí dejaba, pero también en el fondo del alma, con la esperanza de alcanzar a los que se habían adelantado.

Estaba tranquila, platicando y vacilando, con miedo, con ese miedo tan natural a lo desconocido, a lo que pueda suceder en un futuro, a ese miedo que se tiene cuando se está en un hospital, pero a la vez con cierta tranquilidad, que le daba el saber que ya no sufriría en este mundo, que le dio primero la felicidad de sus cinco hijos y luego la tristeza de quitarle a tres y al amor de su vida. Al único hombre que ella amó hasta la muerte. Por eso partió, para reencontrarse con él y con sus hijos en la eternidad.

Ese 20 de enero, en la mañana le comentó a Mario su hijo que había soñado con sus hermanos, que había estado platicando con ellos, que los había puesto al tanto de los últimos acontecimientos; que fueron llegando poco a poco, que primero Caty, quien le había preguntado por su hijo y luego Beto, después Víctor y al final “tu papá. Creo hijo, que vinieron por mí”. “No mamá, ellos vinieron a cuidarte, para que mañana todo salga bien”. Le dijo Mario, a lo que Tere contestó: “No hijo, yo siento que Beto y Víctor vinieron por tu papá, por mí vienen los cuatro”.

Efectivamente, ese día vinieron los cuatro a llevársela con ellos, ya no habrá más duelos no superados, ni más llantos, ni más recuerdos, ni más temores, ni más sufrimientos. Se fue con una sonrisa en sus labios y sus ojos llenos de reencuentro.

Una historia de dolor
Después de vivir junto a mis suegros y mi marido esa historia de dolor por la pérdida temprana de sus seres queridos, pienso que en el momento que Tere describió el sueño de la noche anterior a su muerte, cuando recibió la visita de sus tres hijos y la de su marido fue así como pasó.

Como toda madre que pierde a una parte de su ser, nunca se recuperó, nunca superó los duelos, porque fue uno tras otro, jóvenes, en la plenitud de la vida. Cuando pensaba que su corazón empezaba a recuperarse la vida le hacía otra jugarreta.

Viví con mi marido el dolor de perder a sus hermanos cuando apenas éramos amigos, y luego de casados a sus padres en tres meses 20 días, por mi parte a mi padre a los ocho días de Tere, era como un rosario de pérdidas, un rosario de dolor, pero nunca comparable al dolor de una madre.

Tere decía que si ya era mucho el sufrimiento por no ver a sus dos hijos, cuando muere Caty fue la hecatombe. Se preguntaba “¿Por qué a mí, por qué la vida se ensaña de esa manera conmigo?”. Nunca encontró la respuesta como no la ha encontrado mi marido.

Fuente: http://www.mujeresnet.info/2010/01/que-bueno-que-viniste-hija.html (más…)

Proyecto Censurado: La guerra racial oculta del Katrina

A. C. Thompson (THE NATION) y “DEMOCRACY NOW!”
Traducción: Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info)

Un informe impactante en la revista “The Nation” reveló cómo grupos de blancos armados patrullaron las calles de Nueva Orleáns tras el paso del huracán Katrina, disparándole a por lo menos once hombres afro-estadounidenses.

Mientras la mayor parte de la ciudad estaba inundada por efecto del Katrina, la Guardia Nacional designó al embarcadero de trasbordadores del sector Algiers Point –que estaba seco y es mayoritariamente blanco– como centro de evacuación de las víctimas transportadas en autobuses a Texas.

Para frenar la gran afluencia de refugiados, un grupo de residentes blancos armados intentó sellar el área y librar a la vecindad de “intrusos”, mientras el gobierno local se había derrumbado y la ciudad se dividía racialmente. La gente predominantemente negra del resto de Algiers comenzó a dirigirse desesperada hacia la franja occidental llamada Algiers Point, algunos caminando sobre los puentes, otros en barco. Mientras los grandes medios describieron a los afro-estadounidenses como saqueadores incivilizados, ahora está claro que los crímenes más serios fueron cometidos por hombres blancos armados.

El miembro de la milicia Vinnie Pervel dijo que perdió su furgoneta Ford en un asalto a vehículos el día siguiente al paso del Katrina por tierra, cuando un hombre africano-estadounidense lo atacó con un martillo. Afirmando prevenir otros robos, Pervel y sus vecinos comenzaron a amontonar un arsenal. “Estuvimos un día y medio consiguiendo armas en los alrededores, obtuvimos cerca de cuarenta”, dijo.

Nathan Roper, otro vigilante, dijo no sentirse feliz de que extraños perturbaran su esquina de Nueva Orleáns y que lo molestó la decisión de la Guardia Nacional de utilizar el muelle de trasbordadores de Algiers Point como punto de evacuación. “Estoy diciéndole que fueron cuarenta, o cincuenta personas a la vez que bajaron de estos barcos”, dijo Roper. Añadió que la milicia fue dotada de armas de mano, rifles y escopetas. “Allí unas pocas personas consiguieron disparar en los alrededores”, dijo. “Sé por lo menos de tres personas que consiguieron el blanco. Sé que hubo un muerto porque el cuerpo quedó al lado del camino”.

Mientras los vigilantes blancos mataron a un total estimado de once víctimas afro-americanas, la policía local nunca realizó investigaciones. Hasta ahora, los crímenes han quedado impunes.

Nunca hubo ninguna investigación sobre los restos carbonizados en un coche quemado encontrados una semana después del golpe del Katrina. Dentro del sedán chamuscado estaban las cenizas, los huesos carbonizados y porciones de carne quemada, dispersos a través del asiento trasero. Eventualmente, los restos fueron llevados a un depósito temporal de cadáveres en el minúsculo St Gabriel.

Los parientes de la víctima (identificada después como Henry Glover) acusaron a la policía de permitir que muriera y quemaran su vehículo. El forense de Nueva Orleáns revisó los restos y declaró “muerte sin clasificar.”

Según testigos, Glover caminaba por el sector Algiers de Nueva Orleáns cuando recibió el disparo. Cuando dos hombres intentaron buscar ayuda médica para Glover, la policía, en vez de ir en auxilio de la víctima, los dejó en custodia, donde los apalearon y regañaron en varias ocasiones.

Mientras Glover se desangró hasta morir en el asiento trasero del automóvil, los oficiales no hicieron nada para intentar salvarlo. Los policías se apoderaron del vehículo cuando finalmente decidieron liberar a los hombres que habían buscado ayuda para la víctima. Un testigo recuerda que un oficial dijo: “El automóvil está bajo custodia policial”.

Tres días después de la irrupción del huracán Katrina en Nueva Orleáns, el africano-estadounidense Donnell Herrington recibió disparos de una escopeta. “Caí de golpe a tierra. Incluso no sabía qué sucedió”, recordó.

Cuando pasaron cerca dos hombres blancos, Herrington les pidió ayuda. “Les grité auxilio, ayúdenme, recibí un tiro”. Según Herrington, la respuesta fue hostil. Uno de los hombres le dijo: “Consigue alejarte de este camión, negro. No vamos a ayudarte. Estamos obligados a matarles nosotros mismos”. Después de derrumbarse frente al porche de entrada de sus vecinos, finalmente Herrington fue llevado al hospital. Al regresar a Nueva Orleáns varios meses después, supo que la policía no había reportado la documentación del ataque.

El programa de TV “Democracy Now!” (¡Democracia ahora!), de Nueva York, mostró imágenes de los cadáveres que fueron abandonados a la putrefacción y a la vista, a veces durante semanas, por personal del ministerio de Seguridad de la Patria, soldados de caballería estatales, personal del ejército, guardias privados de seguridad y policías que “aseguraron” las calles de Nueva Orleáns de las consecuencias del Katrina.

El reportero A.C. Thompson, de “The Nation”, anotó: “Me asustó encontrar tanta gente con bastante información detallada sobre ofensas potencialmente serias, pero ninguna fue entrevistada nunca por investigadores de la policía”.

Fuentes:
The Nation, 17 de diciembre de 2008, “Katrina’s Hidden Race War”, por A.C. Thompson; The Nation, 18 de diciembre de 2008, “Body of Evidence”, por A.C. Thompson; y Democracy Now!, 19 de diciembre 2008, “Katrina’s Hidden Race War: In Aftermath of Storm, White Vigilante Groups Shot 11 Africa Americans in Nueva Orleáns”.
Estudiante investigador: Aimee Drew.
Evaluador: Susan Kashack, Sonoma State University.

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Foto: Estados Unidos – Damnificada por el huracán Katrina en Nueva Orleans. / Autor: XINHUA

Fuente: Argenpress (más…)

¿Celebrar o no San Valentín?

Carola La Rosa de Luque
Columnista

Hoy se inicia el mes de febrero, llamado por muchos el mes del amor y la amistad, el mes en el que muchos celebran el Día de San Valentín. Será que ¿todos debemos celebrar este día?, la respuesta es sí y no.

Sí, porque es positivo elegir una fecha del calendario para expresarle a la persona que queremos nuestro afecto. Y no, porque en la actualidad esta fecha se ha convertido en un día en donde se promueven actitudes, consumos, visitas a restaurantes, discotecas y hoteles que poco o nada tiene que ver con el amor y el afecto que debería compartirse día a día.

Los que tienen con quien celebrar este día, como los que no, podrían vivir momentos de frustración y riesgo si viven, por ejemplo, su sexualidad sin libertad. Por eso, nuestra recomendación es que cada uno elija si sale o no, con una amiga, amigo, o pareja para pasarla bien. Lo que importa es no forzar situaciones. Si se te presenta la situación de tener relaciones sexuales con la pareja o con alguna otra persona, protégete.

Toma precauciones porque podrías ser víctima de tu propio ánimo de festejo del Día de San Valentín, y producto de ese entusiasmo puedes tomar decisiones que te coloquen en una situación riesgosa.

Nuestro mensaje en esta oportunidad es que disfrutes del día de la amistad y del amor con mucha libertad, pero protegiéndote. Carga un preservativo por si enfrentas una circunstancia que lo amerite. De esta manera no sólo te protegerás de un embarazo no planificado o una enfermad de transmisión sexual, sino de un futuro incierto que no mereces.

Fuente: La Primera (más…)

Una mujer en caracol

Por: Farah Hallal Muñoz
Noche extensa

La noche es más extensa y desmedida
en este instante
cuando mi cabeza es un círculo
a ojos vendados,
cuando mis horas se forman en capullos
y sigo una curva inevitable.

Puntos negros forman la espera
de lo que no se espera.
Punto.

Todo pensamiento es un pájaro atado,
una sombra nocturna que habla sola.

*
Ten piedad de mí, oh Dios,
hazme traviesa,
que comulgue en mí toda malicia,
hazme despiadada
para hacer gemir a tus ángeles descalzos,
hazme terrible, dura, inmisericorde,
hazme condenada como la hora que espero,
hazme perforada, como noche clavada por estrellas,
conviérteme pronto en tierra sin cultivo.

Ten piedad, oh Dios,
hazme maldita,
hazme capaz de matar esta hora espesa,
mutiladora, perniciosa, vengativa.
Ten piedad, oh Dios,
mírame ahora,
rogando por piedad: hazme perversa
para que pueda matar esto que mata
y pueda quemar en el infierno
todas mis pasiones. (fragmento de Ten piedad)

Fuente: http://blog.pucp.edu.pe/item/86081 (más…)

El pensamiento “qhapaq” y los guardianes de la vida

jueves 28 de enero de 2010
Javier Lajo (Desde Perú. Colaboración para ARGENPRESS CULTURAL)

Es importante precisar muy bien las diferencias entre nuestros paradigmas andinos y los de occidente. El paradigma andino mas importante es el “pareamiento” andino del círculo y el cuadrado (Pachamama, o madre cósmica y Pachatata o padre cósmico, respectivamente, ambos conceptos recogidos de los templos celebratorios de la isla de Amantani (ubicada frente a la península de Kkap’akk Chekka del Lago Titicaca-ubicado a 3,800 m.s.n.m. de donde cuenta la leyenda que salieron Manco Qhapaq y Mama Ocllo) a través de la operación geométrica que da lugar a lo que vulgarmente se conoce como “chakana”, descrita como “encontrar un círculo y un cuadrado que tengan ambos el mismo perímetro”, y que nos da como resultado la Cruz del
Tiwanaku o “Tawa Paqa”, su nombre puquina, (ver el siguiente dibujo).

Esto es muy diferente a lo que occidente denomina la “cuadratura del círculo”, puesto que la ciencia occidental ha tratado inútilmente de encontrar un imposible valor numérico absoluto q
ue relacione el círculo con su diámetro y que sirva para “medir la circunferencia”; mientras que en la cultura andina se trata de encontrar “un elemento común” y un valor para el ángulo del diámetro del círculo en su relación de complemento y proporcionalidad con el cuadrado, es decir, las preocupaciones epistemológicas andinas son de vincularidad entre las dos figuras o símbolos de las “dos esencias” cósmicas, y no simplemente para medir cuantitativamente uno de ellos (el círculo) desde la naturaleza rectilínea del otro, porque el valor de PI se cumple solamente cuando el valor del diámetro es “la unidad”, valor que además, por ser PI un número infinitamente incompleto (irracional) nunca nos da un valor “exacto”, pero si “preciso”, es decir “aproximado”; en cambio el “valor angulatorio” de nuestro ejercicio geométrico andino, que es de 20° 43’ (En el siguiente dibujo es el ángulo existente entre la vertical y la doble línea) se cumple para todo círculo y cuadrado convenientemente “pareados”. Digámoslo así, sirve para aplicar DOS “medidas” variables de proporción, como lo es en su caso el “Tupu” o la “Papacancha” (Earls J, 1977).
Este ángulo pues, sería la calibración fina y óptima para que el eje de la tierra rote produciendo el milagro de la vida y que esta “vida plena” surja en su dimensión plena y total (Sumac Kawsay). Correspondientemente a este análisis, sobre la línea diagonal en 45° o ‘camino de los justos
’ o Qhapaq Ñan, se hallan pues los famosos ‘Intihuatanas’ o ‘piedras donde se ata al sol’, o lo que es más propio: ‘donde se ata el ángulo de incidencia del sol sobre la tierra’; ‘camino’ o ruta’ que se presenta así como un gran instrumento de “fertilidad” gracias a la calibración de esta verdadera “hierogamia” del sol sobre la tierra, para producir la vida óptima o ‘Sumac Kawsay’. Precisamente el significado de ‘chekkalluwa’ es pues ‘diagonal’ o ‘línea de la verdad’ (Lira 1982. Pág. 63) y ‘Chiqa’ que en idioma Aymara significa ‘verdad’ y más aun el vocablo Puquina, ‘Cheka-Cheka’ que significa a la vez ‘Nueve’ y ‘Verdadero’.
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Estos son claros rastros y evidencias de nuestra ciencia y “religión” o espiritualidad andina. Una de las reflexiones que se desprenden de nuestro texto, sugiere la pre-existencia en el mundo andino de una vincularidad cosmos-hombre, o pacha-runa, o lo que es lo mismo: el Yanan-Tinkuy intin-pacha-runa, (o Wiracocha-Pacha-Runa, en Rivara, 2000: I) alcanzado en la sociedad Inka, les habría permitido a nuestros antepasados, entre otras cosas, intentar el control sobre el equilibrio del eje terrestre en su ángulo óptimo de rotación, y con ello el mantenimiento del “ORDEN DEL MUNDO”; dado que la inclinación mayor, sucesiva, genera un conjunto de desórdenes climáticos que se empeoran cada año. Entonces, esta línea de reflexión nos lleva a sostener la hipótesis de que con el sistema del Qhapaq Ñan y en general con lo que hemos denominado como “pensamiento paritario” o “pensamiento Qhapaq”, y con la “instrumentalización” de este principal C’eje del Tawantinsuyu, desde la sociedad humana, desde su “vincularidad” y desde su equilibrio “Hampi” (Kreimer, 1999), con la naturaleza se intentaba mantener la inclinación óptima, o en su defecto, revertir el deterioro, o rectificar el ángulo del eje a través de un “Pachakuti humano”. Es decir, el ‘retorno’ del ángulo del eje de la tierra a su posición óptima. Cuentan las leyendas amazónicas que el Inka era “sagrado”, porque sabía el secreto de la vida…, por eso los Inkas eran los guardianes de la vida.

Llegados a este punto y analizando en la espiritualidad del pueblo Puquina, haremos un paralelo entre los datos recogidos por Federico Aguiló sobre el “Dios” Puquina “I”, y el dato de Dante Aligheri en su magistral “Divina Comedia”, donde dice que Adán sabia que “el primer nombre de Dios” era “I”, dado que en varios alfabetos de idiomas de culturas tradicionales, representa la novena letra de su abecedario y de donde proceden también entre otros: “Iod”, “Ihave”, “I Ching”, “Ídolo”, “Ilota” y otros.

Existe pues una identidad evidente y coincidencia, entre esta conclusión sobre “el ángulo del eje terrestre” el “ángulo de incidencia de los rayos del sol sobre la tierra” y la religiosidad proto-andina del Dios Puquina “I” y del “Dios” pan-andino “INTIN”. Para avanzar evidencias, no podemos pasar por alto la información que da Federico Aguiló en su libro titulado El Idio
ma del Pueblo Puquina, al referirse a lo largo de sus páginas a “esa vertiente cuasi-panteística del Dios ‘I’, como el dios panandino de la luz, el brillo, el reflejo, etc.”, y la “enorme fecundidad de los vocablos que empiezan con ‘I’ en los cuatro idiomas andinos: quechua, aymara, puquina y kallawaya”; y que señala como:“…la huella de esa religiosidad transmitida de generación en generación y que hoy todavía tiene su plasmación popular, aunque en forma muy subconsciente, pero no menos real, porque sella la idiosincrasia andina, quechua, aymara y puquina”.

Siguiendo a Aguiló, dice: “Los puquinas, pues, en tiempos muy remotos compartieron por igual con lo aymaras, quechuas, urus, kallawayas y muchos otros grupos insertos en los Andes, esa creencia que se refleja en la misma gestación de los idiomas, la toponimia del Dios ‘I’, aparece por doquier en los Andes”. Y la demostración más contundente es que el desarrollo de nuestra cultura andina vino a desembocar en la confederación I-N-KA, que tenía su centro en la divinidad “I-N-TIN” (recordando el análisis morfológico del YANA-N-TIN que realizamos en el libro Qhapaq Ñan La ruta inka de sabiduría) que correspondientemente y según también Aguiló, significa “La globalidad centralizada del Dios I”.

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A este significado dado por Aguiló, se hace necesario corregirlo o explayarlo brevemente, ayudándonos con el método develado por el entendimiento de YANA-N-TIN, según los párrafos antes citados. Entonces, como el ‘I’, que es Dios, al que se añade el sufijo ‘N’, es decir, “su complemento” y finalmente ‘TIN’, como sufijo que significa “inseparablemente juntos”, es decir: Dios y su complemento o paridad en un TIN-KUY eterno. Además, Aguiló dice que “INTIN” es: “…un esfuerzo de unificación del fenómeno religioso para el control estratégico…”, luego insiste e invoca que el tema debe ser “retomado por especialistas en lingüística andina hasta su plena dilucidación y exhaustiva comprobación… Por ahora el Dios ‘I’ es patrimonio de una religiosidad por igual puquina-kallawaya, quechua y aymara,… ¿El origen germinal fue puquina?. Nos parece que sí…”, finaliza. Pero, nos preguntamos, ¿Porqué los clérigos estaba tan interesados en escarbar las raíces lingüísticas de un Dios no-cristiano, en tierras indígenas? ¿Porqué tanto interés de los frailes cristianos, en el pueblo Puquina?

Ensayando una respuesta, podemos afirmar que estuvo presente entre los sacerdotes de todas las ordenes que llegaron a América luego de 1492, la idea milenarista de “regresar y reconstruir” aquel “Paraíso Terrenal” del que habían sido expulsados Adán y Eva y esa creencia impulsaba especialmente a franciscanos, dominicos y jesuitas a desentrañar enigmas como el significado del Dios “I” de los Puquinas, pero también con la misión de “extirpar los I-dolos” de la religión Inka , contrasentido no muy claro, pero muy explicable en la cruenta misión de los “curas extirpadores” en América.

Finalmente quisiera aclarar que las causas del “desequilibrio del mundo”, obedece más bien a causas mucho más complejas que el simple “manejo del carbono” o la industrialización excesiva, la polución de las grandes ciudades, etc. Desequilibrios sociales importantes que más bien actúan como las consecuencias más visibles de este deterioro del “Vivir bien” o súper-vivir o sub-existir en que agoniza la civilización occidental.

Fuente: Argenpress (más…)

Explican mística del acto sexual en antiguos peruanos

jueves 28 de enero de 2010
l acto sexual para los antiguos peruanos de las culturas precolombinas e incaica era un ritual mágico y religioso, a través del cual se daba paso a la fecundación de la Tierra (“Pachamama”) por obra del Dios del Agua, que representa la fuerza masculina.

Así lo sostuvo el arqueólogo Federico Kauffmann-Doig, quien ha investigado el tema desde la década de 1980 y cuyas conclusiones están plasmadas en dos libros, de los cuales el más reciente es “Sexo y magia sexual en el antiguo Perú”.

El antiguo peruano era agricultor y entendía que la tierra no podia dar ningún fruto si no era fecundada por el agua, lo cual lo llevó a polarizar dos fuerzas, la femenina y la masculina, que a la vez transfirió a la esfera divina y tributó adoración mediante el acto sexual, indicó.

Kauffmann-Doig explicó que sus referencias a la antigua cultura peruana o andina comprenden aquella que comenzó hace 3.000 o 4.000 años en el territorio que ahora es el Perú, que siguió un largo proceso de evolución y que tuvo varias ramificaciones en diferentes culturas.

Los antiguos peruanos, contra lo que generalmente se cree, no tenían ni creían en un solo dios hacedor de todo lo existente, sino en dos dioses que representaban a las dos fuerzas creadoras del universo, la femenina (la tierra) y la masculina (el agua), señaló.

Las antiguas civilizaciones elevaron la cópula, la relación sexual, a la esfera de la magia, de los ritos, de los dioses.

Las investigaciones de Kauffmann-Doig tuvieron como base fundamental las representaciones que sobre el acto sexual fueron plasmadas en las guacas (sepulcros) de las diferentes culturas precolombinas, fundamentalmente de las culturas vicús y mochica, así como las crónicas de la conquista de Perú.

Tanto la cultura vicús como la mochica, anteriores a los incas, se desarrollaron en la costa norte de Perú, frente al océano Pacífico, en un territorio caracterizado por sus extensos desiertos de arena e intenso sol.

Las investigaciones sobre la cultura mochica realizadas por Rafael Larco-Hoyle en la década de 1930, descubrieron una gran cantidad de guacas que ilustran ampliamente la actividad sexual de su población.

Esas representaciones de su vida sexual, dijo Kauffmann-Doig, indican que practicaban las ocho o nueve posiciones fundamentales de la cópula, tal como se practican en la actualidad, pero entre ellos tenían un carácter mágico-religioso.

El hecho que otras culturas diferentes a la vicús y la mochica no hayan dejado testimonios tan explícitos sobre su vida sexual, indica que entre ellas habían fuertes restricciones y férreos controles en esa materia.

Los incas, por ejemplo, castigaban cruelmente el adulterio y la homosexualidad, aunque ésta solo era permitida “en relación a ciertos conceptos religiosos muy arcaicos” en algunas provincias.

El investigador explicó que en la civilización inca sólo al monarca, por su alta jerarquía, se le permitía tener varias mujeres, por lo que para él se crearon los “acllahuasis” (casas de las escogidas).

Las “acllas” eran mujeres escogidas especialmente para el inca, a quien acompañaban durante sus largos viajes, incluso eran entregadas a algún general o soldado como premio por alguna hazaña.

En cambio, según ilustran los textos y gráficos del cronista indio Huamán Poma de Ayala, el adulterio entre las personas comunes en la cultura inca era castigado con crueles torturas, como la lapidación pública o colgando de la cabellera a los autores de esa falta.

Kauffmann-Doig señaló que el tema de la virginidad de la mujer inca era entendido como una afrenta, algo muy diferente a como la entiende occidente y el mundo actual.

“La mujer que llegaba virgen al matrimonio o al ‘servinacuy’ (convivencia pre matrimonial) era mal querida y señalada como fea, sin gracia, una señal de que nunca había gustado a los hombres”, explicó.

En cambio, el matrimonio se entendía como algo sagrado, un ritual a los dioses creadores, de ahí también que se castigara cruelmente el adulterio.

De acuerdo con algunos testimonios, las parejas incas practicaban el coito anal, especialmente en la etapa que seguía al alumbramiento de la mujer, con el fin de no embarazarla otra vez de inmediato, señaló Kauffmann-Doig.

“Se pensaba que un embarazo inmediato al alumbramiento disminuía la producción de leche en la mujer, afectando a la criatura recién nacida, por lo que la práctica sexual en esa etapa se orientaba al lado anal”, explicó.

El estado inca se consolidó en el siglo XV durante el reinado de Pachacutec, con sede en el Cusco, y sus sucesores extendieron los dominios de su reinado en gran parte de América del Sur.

La cultura inca sorprende por su gran organización social y militar, su planificación económica, su arquitectura y su agricultura, pese a que se desarrolló en una de las geografías más accidentadas del planeta.

El historiador inglés Arnol Toynbee clasificó el periodo inca entre las culturas superiores del mundo antiguo.

Fuente: Argenpress (más…)

Ayuden a Haití: cancelen la deuda

Hola,

Acabo de firmar una petición por la cancelación de la deuda de mil millones de dólares de Haití. El pueblo haitiano no debería pagar préstamos ilegítimos realizados a dictadores años atrás, menos aún en momentos en que están intentando recuperarse del terremoto.

Puedes leer más abajo, o firma la petición aquí:

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Es chocante: mientras los fondos de asistencia comienzan a alcanzar a la desesperada comunidad haitiana, enormes sumas de dinero continúan saliendo del país para pagar su asfixiante deuda: más de mil millones de dólares de una deuda injusta, generada años atrás por prestamistas y gobiernos sin escrúpulos.

La convocatoria exigiendo la cancelación total de la deuda de Haití está tomando fuerza en todo el mundo y está ganando apoyo por parte de algunos líderes, aunque se rumorea que un número de países ricos e organizaciones prestamistas se resisten. El tiempo apremia: los ministros de finanzas del poderoso G7 podrían alcanzar una decisión final la semana que viene, durante la cumbre en Canadá.

Hagamos un llamamiento masivo y mundial por la justicia, la compasión y el sentido común, por el pueblo de Haití en esta hora de tragedia. Avaaz y otras organizaciones entregarán el mensaje por la condonación de la deuda directamente durante la cumbre: haz clic abajo para firmar la petición y luego reenvía este email a tus amigos:

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Antes de este terremoto, Haití ya era uno de los países más pobres del mundo. Tras el levantamiento de los esclavos haitianos y la el logro de su independencia en 1804, Francia les exigió el pago de miles de millones en concepto de compensaciones, comenzando así un espiral de pobreza y deuda injusta que ha durado dos siglos.

En años recientes, la campaña mundial por la cancelación de la deuda ha despertado la conciencia en todo el mundo. En los últimos días, bajo la creciente presión pública, algunos acreedores han comenzado a admitir la necesidad de condonar la aún pesada carga que significa la deuda de Haití.

Pero el diablo se esconde en los detalles. Después del tsunami de 2004, el FMI anunció el alivio de los pagos de la deuda a los países afectados, pero la deuda subyacente continuó creciendo. Una vez que la atención pública se desvaneció, los pagos de la deuda se hicieron más grandes que nunca.

Ha llegado la hora de cancelar la deuda de Haití por completo, de manera incondicional, y asegurar que la ayuda prestada por el terremoto sea en concepto de donaciones, no de nuevos préstamos. Una victoria ahora ayudará a cambiar la vida del pueblo haitiano, incluso cuando la atención del mundo deje de estar centrada en ese país. Únete al llamamiento por la condonación de la deuda y pasa este mensaje a aquellos que piensen igual:

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Mientras vemos las desoladoras imágenes en nuestros televisores y por internet, es difícil no sentirse abrumado. Por otro lado, la historia de las relaciones entre los países más ricos y Haití está llena de episodios negros.

Pero son momentos como éstos los que pueden provocar importantes transformaciones. En todo el mundo, la gente ha realizado donaciones para salvar vidas en Haití. De hecho, los miembros de Avaaz han donado más de 1 millón de dólares en los últimos diez días. Pero también debemos alzar nuestra voz como ciudadanos del mundo para abordar las tragedias provocadas por el hombre. Tragedias que han dejado a nuestros hermanos y hermanas de Haití en una situación tan vulnerable frente a los desastres naturales.

Nada de lo que podamos hacer será suficiente para aliviar tanto dolor. Aún así, juntos, hagamos todo lo posible.

Con esperanza,

Ben, Alice, Iain, Ricken, Sam, Milena, Paula y todo el equipo de Avaaz

Fuente: https://secure.avaaz.org/act/index.php?r=act (más…)