Niños asesinados
17/12/2009 | por Karla De Rojas Guedes
Tiene un origen trágico y sangriento, pero se ha transformado en un día para hacer bromas de toda índole o divulgar noticias falsas como si fueran ciertas para engañar a la gente.
En Hispanoamérica y en España es usual que cada 28 de diciembre se realicen bromas y que los medios de comunicación publiquen información falsa de tal modo que parezca real. Pero muy pocos recuerdan que el Día de los Santos Inocentes o simplemente Día de los Inocentes es la conmemoración de una masacre: la matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén, ordenada por el rey Herodes el Grande con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret, según consta en el Nuevo Testamento.
“Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores…”. Mateo 2:16
Más allá de hacer bromas pesadas o engañar con noticias falsas, esta fecha debería servir para reflexionar sobre el asesinato sin justificación de muchos niños y niñas en todo el mundo, víctimas inocentes del terrorismo, del abuso y la crueldad.
¿Cómo olvidar que cerca de un millón y medio de niños fueron asesinados durante el Holocausto? Arrancados de sus hogares y despojados de su infancia, muchos presenciaron el asesinato de sus padres, hermanos y parientes; se enfrentaron al hambre, la enfermedad y el trabajo brutal, antes de terminar en las cámaras de gas.
ÁNGEL DE LA MUERTE
“Cuando nace un niño judío no sé qué hacer con él: no puedo dejar al bebé en libertad, pues no existen los judíos libres; no sería humanitario enviarlo a los hornos sin permitir que la madre estuviera allí para presenciar su muerte. Por eso, envío juntos a la madre y a la criatura”. Palabras monstruosas de Josef Rudolf Mengele que lo pintan de cuerpo entero.
Apodado “el ángel de la muerte”, Mengele fue un médico y criminal de guerra nazi, especialmente conocido por sus experimentos con seres humanos en el campo de concentración y exterminio de Auschwitz, donde torturó a cientos de niños inyectándoles sustancias químicas en los ojos para intentar cambiarles el color, realizando amputaciones y otras cirugías brutales sin anestesia.
Tenía una enfermiza obsesión con los gemelos y al menos en una ocasión, intentó crear siameses artificialmente, mediante la unión de venas de dos pequeños hermanos de cuatro años. Lo único que consiguió fue que los niños sufrieran una terrible infección que los llevó a la muerte.
TERROR EN LAS ESCUELAS
El 13 de marzo de 1996, la pequeña localidad escocesa de Dunblane se convirtió en el escenario de una tragedia sin sentido cuando Thomas Watt Hamilton, un ex líder Scout soltero de 43 años, ingresó a una escuela primaria y mató a tiros a 16 niños de entre cinco y seis añitos, antes de cometer suicidio.
Los pequeños se encontraban en su clase de gimnasia con su profesora, Gwen Mayor, quien también murió tratando de proteger a los niños con su propio cuerpo.
Y en setiembre del 2004, una treintena de extremistas chechenos e ingusetios convirtió a la escuela Nro. 1 de Beslán de Osetia del Norte en el lugar donde ocurrió la peor masacre terrorista en la historia de Rusia, en la que murieron más de 300 personas, de las que 186 eran menores de edad.
Era el primer día del mes de setiembre -fecha en la que se iniciaba el año escolar- y muchos de los niños habían acudido acompañados de sus familiares a la ceremonia de inauguración cuando los terroristas tomaron como rehenes a unas mil personas presentes en el lugar.
Una niña que logró escapar con vida contó que su abuela le pidió a uno de los secuestradores que dejara en libertad a la pequeña y ella se quedaría en su lugar, a lo que el extremista respondió: “Necesitamos niños, no necesitamos viejas”.
La condenable acción terrorista finalizó dos días después, el 3 de setiembre del 2004, en un espeluznante baño de sangre, cuando un enfrentamiento entre los extremistas y las fuerzas de seguridad rusas acabó con la vida de un tercio de los rehenes, en su mayoría niños y adolescentes.
SHAKEN BABY
¿Alguna vez oyó hablar del Síndrome del Bebé Sacudido o Shaken Baby Syndrome (SBS, por sus siglas en inglés)? Es una forma de maltrato infantil que ocurre cuando un adulto sacude con violencia a un niño pequeño o bebé, ocasionándole graves lesiones internas.
Suele suceder cuando el padre, la propia madre o la persona que cuida al pequeño pierde el control ante los incontrolables llantos del niño y reacciona violentamente sacudiéndolo para que se calle.
Cuando un bebé o un niño pequeño es sacudido, su cerebro rebota contra el cráneo y esto puede ocasionar contusión cerebral, inflamación, presión y sangrado dentro del cerebro, con consecuencias graves como ceguera, problemas cognitivos, daño cerebral grave y hasta la muerte.
Según el Centro Nacional para la Prevención y Control de Lesiones de Estados Unidos, solamente en ese país, cada año son afectados entre 1,200 y 1,600 niños. Tal es el caso de la pequeña Kierra Ashlie Danielle Harrison, quien falleció a los 14 meses de edad tras ser sacudida brutalmente por la persona que se suponía tenía que protegerla: la niñera responsable de su cuidado.
Kierra llevaba apenas dos semanas yendo a la guardería. El 3 de marzo de 1997 su vida cambió para siempre cuando la niñera Alicia Daneen Wegner de 33 años perdió el control y la sacudió violentamente. La pequeña no murió de inmediato, agonizó en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos, falleciendo dos días después.
CRIMEN SIN PERDÓN
Sin temor a equivocaciones, se puede decir que el peor de todos los crímenes que involucran a menores de edad son aquellos que son cometidos por sus propios padres. Uno de los peores casos de abuso infantil que conmovió a la comunidad de Nuevo México fue la muerte de la pequeña Brianna López el 19 de julio del 2002, bajo el cuidado de su papá, su mamá y su tío.
En estado de ebriedad, su padre y su tío se pusieron a “jugar” con la nena. Ambos la lanzaron al aire en varias ocasiones, causando que se golpee la cabeza en el techo unas tres veces y dejándola caer al piso en otras dos oportunidades.
Los resultados de la autopsia de la nena de cinco meses de nacida son estremecedores: moretones, 11 marcas de mordeduras, dos costillas rotas, fractura de cráneo, hemorragia en el nervio óptico y edema cerebral. Su vagina y ano también estaban lesionados: un examen interno mostró una lesión de media pulgada a una pulgada dentro de la abertura anal, laceraciones en el interior de los labios menores y tres pequeñas heridas en el himen. ¡Y solamente era una bebé de cinco meses!
Según los forenses, los daños infringidos a la pequeñita no eran de un día. Ella sufrió a lo largo de su corta vida.
REFLEXIÓN
Lamentablemente, las anteriores son solamente algunas de las espeluznantes historias que implican a víctimas inocentes en todo el mundo. Que el Día de los Inocentes sirva para no olvidar y para luchar contra el maltrato infantil, el abuso y la crueldad contra los niños.
Fuente: http://www.generaccion.com/magazine