Day: 8 julio, 2009

VÍA LIBRE REALIZARÁ MIL DESPISTAJES GRATUITOS EN LA ALAMEDA CHABUCA GRANDA

Con motivo del Día Mundial de Lucha contra el SIDA

Lima, 01 de diciembre del 2009

Como parte de las celebraciones por el 1º de diciembre, VÍA LIBRE realizará mil despistajes este domingo 6 de diciembre en la Alameda Chabuca Granda (espalda Palacio de Gobierno), con ocasión de la campaña “Hazte la prueba de VIH”, con el fin de brindar a la población en general, la oportunidad de hacerse la prueba gratuita de despistaje de VIH.

“Hazte la prueba de VIH” es una iniciativa de VÍA LIBRE que tiene el propósito de acercar las pruebas de detección de VIH a la población, brindarles la información adecuada para identificar sus conductas de riesgo, y propiciar el interés del público para que se realice la prueba por lo menos una vez al año. La prueba es gratuita, confidencial, voluntaria y los resultados se podrán conocer en tan sólo 20 minutos.

La campaña se iniciará a partir de las 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde. Durante todo el día se contará con la participación de personajes públicos, quienes nos deleitarán con su presencia y nos apoyarán en la convocatoria al público. De otro lado, también contaremos con la participación de grupos de danzas folclóricas, teatro, música y muchas sorpresas más. Este evento cuenta con el apoyo de la Municipalidad de Lima.

Cabe resaltar que para garantizar la confidencialidad y atención individualizada, se ha previsto la instalación de más de 15 módulos de atención en la Alameda Chabuca Granda, donde especialistas de salud y consejeros expertos brindarán orientación oportuna y adecuada acerca del cuidado de la salud sexual.

“Hazte la prueba del VIH” está dirigida a la población en general, hombres y mujeres, a partir de los 18 años de edad.

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Una falsa imagen de Dios

02.12.09 – MUNDO

P. Gregorio Iriarte o.m.i. *

Adital –
Un artículo polémico pero profundamente liberador.

Ya el Concilio Vaticano II nos había advertido que una de las causas del ateísmo y la indiferencia religiosa que percibimos actualmente en nuestra sociedad recae principalmente en los propios creyentes ya que, con los defectos de su vida religiosa han velado, más que revelado, el genuino rostro de Dios. (GS.19).

¿Cuál el rostro o la imagen de Dios que se revela a través de las prácticas religiosas de muchos de nuestros fieles cristianos?

¿Nos muestran, acaso, al Dios del amor, del perdón, de la misericordia, de la gratuidad, de la compasión…? Aunque esos atributos de Dios están presentes, de algún modo, en el subconsciente de nuestro pueblo cristiano, sin embargo, no son esos atributos los que prevalecen. Muy al contrario, la imagen que predomina es la de un Dios enojado por nuestros pecados,… un Dios severo, justiciero y cansado de aguantar los pecados del mundo. Es la imagen del Dios que castiga en este y en el otro mundo, el Dios enemigo del cuerpo, del placer, de la sexualidad… Gran número de las prácticas religiosas, aún en personas de notable formación religiosa y verdadera piedad, tienen como finalidad la de aplacar la “ira” Dios, que lo ven como ofendido permanentemente por tantos pecados.

Como podemos percibir, la imagen del Dios del temor prevalece sobre la imagen del Dios del amor. El Dios de la justicia se sobrepone, en la conciencia de muchos cristianos, al Dios de la misericordia!!!!

De ahí que el miedo a la muerte y, sobre todo, el miedo al juicio final sea una constante en su vida religiosa.

Es muy común, dentro de ese marcado pesimismo que predomina en tantas personas piadosas, el pensar que la sentencia que se dictará en ese juicio personal será dentro del marco de una estricta justicia divina Se piensa, partiendo de esa “religión del miedo y del terror” que la mayoría de nosotros seremos destinados a sufrir penas temporales en el Purgatorio, mientras otros serán condenados al Infierno para sufrir horribles tormentos por toda la eternidad.

Quiere decir que para estas personas la idea que tienen de Dios no parte del mensaje que Jesús vino a revelarnos: no es el Dios “amigo de publicanos y pecadores”, el Dios de las parábolas de la misericordia, el Dios que por amor al mundo se encarnó y murió en la Cruz…. No es el Dios que con su resurrección nos liberó, venciendo a la muerte y al pecado en todos nosotros y garantizándonos, con sus méritos, nuestra eterna salvación.

Lo que más llama la atención es que esa falsa imagen de Dios, justiciero y decepcionado con la conducta humana, no les cree problemas de fe a la mayoría de nuestros cristianos. Siguen creyendo, con la mejor buena voluntad, en un Dios que no es el Dios de Jesús, y que, por lo tanto, no es el Dios de los cristianos. No llegan a percibir la total contradicción que hay entre esa imagen de un Dios que castiga sin conmiseración y el Dios que es “amor y bondad por esencia “, entre el Dios que condena al infierno y el Dios que es pura misericordia y compasión.

Lo sorprendente es que creen, a la vez, en un Dios infinitamente bueno y en un Dios vengativo y mal humorado; en un Dios lleno de bondad y de poder pero que necesita ser aplacado con penitencias, sacrificios y limosnas!!!!

Es aún más desconcertante el que gran número de predicadores y catequistas presenten al pueblo cristiano esa imagen totalmente deformada de Dios, con la idea equivocada que cuanto más miedo se meta, la gente ha de ser mejor. No toman en cuenta que con ello tergiversan y traicionan lo más profundo del mensaje evangélico.

Con relación a esa creencia tan arraigada de que Dios castiga con penas temporales o eternas, el Papa Benedicto XVI ha escrito con gran precisión y claridad: “Dios es amor totalmente gratuito, fiel, radical, universal y eterno. Dios en su eternidad no hace más que dos cosas: amar y perdonar”.

En el amor a Dios y al prójimo encontramos la síntesis de toda la Ley (Mt 22, 34-40).

Jesús vino a mostrarnos a Dios como Padre-maternal; un Dios que es misericordioso y compasivo…que hace salir el sol sobre justos y pecadores… que nos quiere a todos, principalmente a los más pequeños y débiles…que es amigo de publicanos, de pecadores y de pecadoras…. Él es el Dios que quiere establecer una alianza de amor en el mundo entero.
Por lo tanto, el miedo a un Dios que nos amenaza con castigos no tiene razón de ser. Sin embargo, hemos escuchado muchas oraciones y muchos cantos religiosos que pretenden aplacar a ese Dios enojado. Recuerdo, sobre todo, aquel conocido canto popular: “Perdona a tu pueblo, Señor, perdona a tu pueblo, perdónale Señor. No estés eternamente enojado, perdónale Señor.”

Parecería, según esta canción, que el enojo de Dios con el mundo pecador es una característica permanente en Él…. No obstante, aún venerables presbíteros e ilustrados catequistas lo entonan con gran entusiasmo y aparente convencimiento.

No es difícil comprobar que esa imagen terriblemente deformada de Dios está vinculada, no solo a prácticas piadosas de la religión popular, sino que se nutre de una equivocada teología y de una catequesis oficial.

Es evidente que no es fácil para cada uno de nosotros el superar totalmente esa falsa “teología del terror y del castigo divino” que nos han inculcado desde la infancia. La imagen del Dios severo que se enoja y que nos sanciona por todo lo malo que hacemos y que pensamos, la tenemos metida en lo más profundo de nuestro subconsciente. Tanto en el hogar, como en la catequesis y en gran número de sermones y de pláticas espirituales nos lo han inculcado y repetido infinidad de veces.

El amor de Dios y el amor humano.

Quizás la causa principal que genera ese grave error teológico esté en que proyectamos sobre Dios nuestros propios sentimientos, reacciones y tremendas limitaciones. Comparamos, instintivamente, al amor de Dios con nuestras propias expresiones de amor, siempre tan limitadas e inconsistentes.

La diferencia entre el amor humano y el amor de Dios es insondable y su distancia es infinita. Es cierto que existe una remota analogía entre ambos amores pero eso nos debe llevar al error de asimilar y a cotejar el amor de Dios con nuestras experiencias del amor humano.

Si intentamos comparar el uno con el otro percibimos que esas diferencias son insondables:

El amor de Dios es pura gratuidad y el nuestro suele ser, sobre todo, conveniencia…. Nosotros amamos a quien nos ama y Dios ama a todos por igual… Perdonamos en algunas ocasiones, pero Dios perdona siempre y a todos…. Dios nos ama sin exigirnos respuesta alguna. No se resiente ante nuestra indiferencia o infidelidad. No disminuye ante nuestro rechazo y nunca nos castiga por nuestras infidelidades…. Nuestro amor siempre es personalizado… el de Dios es universal…. Nosotros preferimos a las personas mejores… el amor de Dios privilegia a los pobres, a los pecadores y a los más necesitados….

El amor es la clave para entender el mensaje de la Biblia. Es su principio unificador. No se puede ser cristiano sin amar a Dios y al prójimo.

Es lo que nos dice el Apóstol Juan en su Primera Epístola:

“El amor viene de Dios”… “Quien no ama no ha conocido a Dios, ya que Dios es amor”…”En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó y envió a su Hijo para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados”…. “Nosotros hemos conocido y hemos creído en el amor que Dios nos tiene”… “Dios es amor: quien conserva el amor permanece con Dios y Dios con él”… “En el amor no cabe el temor, antes bien, el amor desaloja al temor, porque el temor se refiere al castigo y quien teme no ha alcanzado un amor perfecto”… “El mandato que nos dio es que quien ama a Dios ame también su hermano.” (Ep.I Juan 4, 7-2l).

* Teólogo, analista social e pol

Fuente: Adital (más…)

Militarización y violencia feminicida: el patriarcado al extremo

01.12.09 – MÉXICO

CIEPAC *

Adital –

Por Norma Iris Cacho Niño
CIEPAC, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
Boletín “Chiapas al Día” No. 580
CIEPAC, CHIAPAS; MEXICO.
(27 de noviembre de 2009)

Introducción

La militarización es la forma extrema en que un estado legitima y ejerce el poder. Es una forma de control de las personas, una estrategia de seguridad nacional y de contrainsurgencia; una táctica para el control de territorios, incluido el de las mujeres que es nuestro cuerpo. Esmucho más que el aparato militar en las calles; es la violencia hecha natural en el sistema capitalista. Es uno de los medios para asegurar su dominio y reproducir un orden sistémico que violenta y subordina a la población en general y a las mujeres en particular. Es una manifestación más del patriarcado.

Las consecuencias de la militarización para las mujeres son múltiples y complejas. El abuso sexual, la violencia física y psicológica, el desplazamiento forzoso, son tan sólo algunas de ellas. En este 25 de noviembre, Día Internacional contra la violencia hacia las Mujeres, seguimos registrando niveles de violencia política y feminicida brutales, claramente relacionados con el ejercicio del poder masculino que tiene en la militarización uno de sus grandes escaparates. Otro 25 de noviembre, uno más y los que sean necesarios, dónde las mujeres seguimos visibilizando, denunciando y exigiendo, porque la violencia estructural contra nosotras no baja la guardia ni da tregua.

La militarización como política de estado

El 1 de diciembre de 2006 con el inicio del período presidencial de Felipe Calderón, se consumó la entrada de la ultraderecha en el poder en México. Si bien esta situación inicia en el sexenio anterior con Vicente Fox, es en la actualidad que la violencia sistemática y la represión han alcanzado graves niveles. Esta circunstancia ha sido potenciada por la incursión de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública, competencia exclusiva de los cuerpos policíacos.

Con el cambio de administración federal se iniciaron una serie de acciones bajo la justificante del combate al crimen organizado, particularmente el narcotráfico, a través del ejército mexicano. Se emprendió entonces una estrategia de “seguridad nacional”, mediante la cual hemos tenido que enfrentar el poder fáctico del estado fincado en las instituciones militares. En abierta violación al artículo 129 constitucional, el cual establece que “en tiempo de paz ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar”, se asignaron funciones de seguridad pública al ejército, situación que está provocando una grave crisis social en materia de derechos humanos, una polarización de la sociedad, mayor violencia contra las mujeres y una criminalización de la protesta social.

La profundización de la militarización que vivimos desde 2006 tiene sendas raíces en la búsqueda de legitimidad de Felipe Calderón que, para buena parte de la población, usurpa la presidencia de la República. Fue evidente desde el inicio que el estado militar y policíaco sería la característica imperante de su sexenio, con todas sus consecuencias.

Durante más de dos años hemos padecido los operativos militares de gran escala en diversos estados de la república que han generado situaciones extremas de violencia para la población, teniendo en varias ocasiones consecuencias fatales. Los abusos van desde los cateos ilegales, la agresión física, ataques con armas de fuego, torturas, violaciones sexuales y detenciones arbitrarias. La política del miedo y de “normalización” de la presencia de las fuerzas armadas en las calles es parte de la estrategia del estado para legitimar la violencia que conlleva la militarización en el país.

Los operativos militares contra el crimen organizado fueron bien recibidos, en un principio, por algunos sectores de la opinión pública nacional e internacional. Fueron acompañados por un despliegue mediático haciendo referencia a los logros que en materia de seguridad pública se han alcanzado. Sin embargo, la percepción generalizada de la población es que los índices de violencia e inseguridad no se han reducido; al contrario, la población se encuentra ahora sometida a una triada de inseguridad-narcotráfico-militarización que vulnera de manera contundente la vida cotidiana.

Las consecuencias y efectos de los operativos militares en el país han sido documentados por diversos organismos civiles. Los casos de violaciones a los derechos humanos se han incrementado de manera considerable desde la guerra contra el narcotráfico de Calderón. Según un informe del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez(1), basado en notas mediáticas nacionales, desde enero de 2007 hasta noviembre de 2008 fueron denunciados más de 100 casos de abuso militar, reportándose el mayor número de quejas en los estados de Tamaulipas, Chihuahua, Michoacán, Guerrero y Sinaloa. Las víctimas en su mayoría son mujeres y jóvenes. Tomando en cuenta que la referencia para el mencionado informe son las notas que merecieron alguna mención en los medios de comunicación, la cifra real puede ser mucho mayor.

A este respecto, la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha recibido en lo que va del sexenio de Calderón, 2 mil 461 quejas contra militares, el número más alto de los últimos cuatro períodos presidenciales.(2) La CNDH no es referente en materia de la defensa de los derechos humanos de las mujeres, manteniendo posiciones tibias y subordinadas, favoreciendo la impunidad al tejer cortinas de humo llegando al extremo de sostener que las mujeres violadas por militares mueren de gastritis, como en el caso del feminicidio de la indígena Ernestina Asencio.

Las fuerzas armadas en México son de las más grandes en América Latina y a las que mayor presupuesto federal se destina. De acuerdo con el tercer informe de gobierno de Felipe Calderón, para junio de 2009 las fuerzas armadas cuentan con 254, 705 elementos: 202, 355 del ejército y fuerza aérea y 52, 350 de la armada de México. El presupuesto federal aprobado para la Sedena a ejercitarse en 2010 será de 590.9 millones de pesos, destinándose al ejército mexicano 43 mil 32 millones.(3)

Violencia feminicida y militarización

Los contextos de militarización favorecen la reproducción de la violencia estructural contra las mujeres y aumentan la impunidad. Las mujeres siguen siendo el blanco de la violencia institucional y social, quiénes pagan los costos más altos en esta guerra simulada.

En 2002, dos mujeres indígenas tlapanecas fueron violadas sexualmente y torturadas por militares en Guerrero. Inés Fernández y Valentina Rosendo enfrentaron la humillación y estigmatización de sus comunidades. Ambas fueron obligadas por sus maridos a abandonar sus casas y sus familias.

Después de presentar las denuncias correspondientes ante el ministerio público, los dos casos fueron turnados al ministerio público militar aduciendo falta de competencia para investigar el caso puesto que los acusados eran integrantes de las fuerzas armadas. Los casos fueron llevados ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 2003, emitiéndose una serie de recomendaciones que fueron desatendidas por el estado mexicano. Los procesos se remitieron entonces a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, esperándose las sentencias para 2010. Esta situación constituye una muestra fehaciente de que la justicia para las mujeres en México no existe. En palabras de Valentina:

“todo este tiempo he buscado justicia en México pero no la hay, por eso tuvimos que ir a la Corte Interamericana a denunciar y en eso estamos ahorita. Voy a seguir en esto hasta el final, he esperado tanto tiempo que voy a llegar a las últimas consecuencias. Nunca regresé a mi comunidad y no voy a regresar hasta que se haga justicia”(4)

El 11 de julio de 2006 en Castaños, Coahuila, un grupo de militares, torturó física y psicológicamente y violó en reiteradas ocasiones a 14 trabajadoras sexuales en la llamada “zona de tolerancia”. Una de las mujeres resultó embarazada como producto de la violación y otra que lo estaba sufrió un aborto como consecuencia de las agresiones sexuales. De los doce militares que fueron señalados por las víctimas de haber participado directamente en las violaciones y los ocho integrantes del ejército que “custodiaron” la acción, sólo cuatro fueron declarados responsables de los delitos, fijándoles penas muy por debajo de las sanciones a estos delitos. Tres continúan purgándolas y uno obtuvo la libertad bajo fianza. Las sentencias reflejan la subordinación del sistema de justicia al poder de las fuerzas armadas, dejando impune la violación de las 14 mujeres de Castaños, Coahuila.

Un caso emblemático de la violencia militar feminicida contra las mujeres es el de Ernestina Ascencio, mujer indígena de 73 años, quién fue torturada y violada tumultuariamente por militares en la sierra nahua de Zongolica en Veracruz. El 25 de febrero de 2007 Ernestina fue atacada por elementos del ejército de la 26 zona militar, resultado de lo cual falleció horas después. A pesar del brutal ataque, la anciana pudo denunciar a sus agresores e identificarlos como militares. Aunque los médicos legistas y forenses sostuvieron que la anciana falleció como consecuencia de los ataques físicos y sexuales, el caso fue cerrado y se concluyó que Ernestina Asencio había muerto por un problema gastrointestinal severo, derivado de una gastritis. Sin embargo, en la misma zona se ha registrado asesinatos de por lo menos tres mujeres más con las mismas características del caso de Ernestina.

En el caso de las mujeres activistas y luchadoras sociales la transgresión que representa salir del espacio doméstico y cuestionar su rol tradicional al exigir espacios de participación pública y política, trae como consecuencia una represión sistemática contundente y particularmente agresiva con sus cuerpos. Conocemos de sobra los casos recientes dónde el movimiento social ha sido brutalmente reprimido y las mujeres han sido el botín de guerra. En el caso de Atenco se tiene conocimiento de al menos 26 mujeres abusadas sexualmente en el operativo de mayo de 2006; otras tantas mujeres fueron abusadas en los operativos en Oaxaca durante el movimiento popular. Ninguno de los policías que participó en los operativos represores ha sido consignado por tortura ni por violación. Lo más que han hecho las autoridades estatales es consignar a unos cuántos policías por delitos no graves como “abuso de autoridad”.

Todos los casos han tenido como constante la falta de acceso a la justicia para las mujeres, la discriminación, la misoginia y la impunidad. Esta situación favorece la violencia sistemática y patriarcal, al no crear las condiciones sociales y políticas para garantizar la vida de las mujeres.

La violencia estructural contra las mujeres tiene raíces históricas, culturales y políticas profundas que atraviesan muchos niveles y tienen diversas expresiones. La falta de acceso a oportunidades, el fortalecimiento de los roles “tradicionales”, los estereotipos de género, las condiciones de trabajo diferenciadas, el abuso y hostigamiento sexual, son tan sólo algunas de las manifestaciones de esta violencia. La violencia contra las mujeres conjuga las condiciones de opresión, la misoginia y el sexismo. Es un ejercicio del poder masculino mediante la fuerza para someter y controlar a las mujeres y se ejerce en los ámbitos privados y públicos. La violencia contra las mujeres no es “natural” ni íntima; existe una responsabilidad social que sostiene al sistema patriarcal por medio de la violencia de género, así como una responsabilidad institucional que favorece las condiciones sociales, económicas y políticas que garantizan la violencia sistemática contra las mujeres.

Los feminicidios son la manifestación extrema de la violencia estructural económica, política, social y de género. Son los asesinatos de mujeres por hombres por el hecho de ser mujeres. Se dan en contextos sociales y políticos permisibles a esa violencia y cuentan con un umbral de tolerancia y omisión por parte de la colectividad que favorece y aumenta su reproducción. El concepto de feminicidio permite redimensionar la violencia de género al sacarla del ámbito “privado” y denotar la responsabilidad del estado en su práctica.

Son escalofriantes las cifras de asesinatos de mujeres en los últimos años. Durante el sexenio de Vicente Fox (2000-2006) fueron asesinadas aproximadamente 6000 mujeres. En el actual sexenio hasta junio de 2007 habían sido asesinadas 1088 mujeres. Durante más de una década el estado fronterizo de Chihuahua y en particular Ciudad Juárez han sido lugares emblemáticos por el número de mujeres asesinadas. De 1993 a 2007 se tiene registro de 553 mujeres asesinadas en dichas ciudades. Según datos oficiales de la Procuraduría General del Estado de Chihuahua, 206 mujeres han sido asesinadas de enero de 2007 a noviembre de 2008 en ese estado del norte.(5) En el primer semestre de 2008 la cifra de asesinatos de mujeres en México superó el número total de 2007. Cifras de la Comisión Nacional de Derechos Humanos reportan que en Ciudad Juárez, 504 mujeres han sido asesinadas y desaparecidas hasta abril de este año.(6) En suma, en todo el territorio mexicano han sido asesinadas al menos 10 000 mujeres en los últimos 10 años.

La probable sentencia que emita la Corte Interamericana de Derechos Humanos, declarando culpable al estado mexicano de ocho feminicidios en Ciudad Juárez, Chihuahua, sin duda sentara un precedente en materia de justicia para las mujeres. Sin embargo, la impunidad atraviesa muchos niveles, no solo relacionados con la justicia institucional, sino con las condiciones que prevalecen en la sociedad como los estereotipos de género, la supremacía de lo masculino, la objetivación de las mujeres, que naturalizan la violencia de género haciéndola parte de la vida misma. Es necesario combatir las causas estructurales de la violencia feminicida sustentadas en el patriarcado institucional y social.

Militarización y violencia contra las mujeres en Chiapas.

La situación de frontera del estado de Chiapas, así como su ubicación geopolítica estratégica, han hecho que la militarización sea un fenómeno expandido desde hace muchos años. A raíz del levantamiento armado del EZLN las condiciones de militarización y paramilitarización se agudizaron, convirtiendo a Chiapas en un laboratorio de estrategias de contrainsurgencia. En los últimos diez años el gobierno mexicano elevó en un 50.5% su personal militar, situación que coincide con un incremento en las insurrecciones populares, particularmente el alzamiento zapatista. En la actualidad se considera que el número de efectivos militares en Chiapas oscila entre los 25 mil y 30 mil.

Las consecuencias de la militarización para la vida de las mujeres son variadas y complejas. La militarización ocasiona un aumento persistente de la prostitución en los alrededores de las bases militares, que coloca a las mujeres en una situación de estigmatización y descrédito en sus comunidades. Además las somete a infecciones de transmisión sexual, particularmente el VIH. Estos contextos aumentan las tensiones sociales, comunitarias y familiares, traduciéndose en un incremento de la violencia intrafamiliar y doméstica. El círculo militarización-violencia-narcotráfico coloca a las mujeres en situaciones de vulnerabilidad particulares. Los tejidos sociales y familiares se destruyen; las mujeres ya no salen de sus casas por temor y en muchas ocasiones enfrentan solas la presencia militar en sus comunidades. Los niños y las niñas dejan de ir a la escuela, las milpas dejan de sembrarse, la pobreza se agrava, el alcoholismo aumenta.

La violencia contra las mujeres en contextos de militarización, en tanto táctica de guerra, se exacerba. Desde el inicio del conflicto armado en 1994 los casos de violaciones sexuales, torturas y hostigamientos contra las mujeres aumentaron en un 50%. La violencia sexual en sí, es un modo de tortura para socavar y someter a las mujeres del enemigo; es una forma para intimidar, presionar, amenazar y humillar a la víctima por su condición de género. Es también un método de castigo para unas y de advertencia para otras. La militarización tiene políticas de género, la violencia sexual contra las mujeres como estrategia de guerra y el cuerpo de las mujeres como botín son parte de ello.

De los casos documentados en Chiapas de violencia contra las mujeres ejercida por militares, existe un caso que ha alcanzado connotación internacional. El 4 de junio de 1994 elementos del ejército detuvieron arbitrariamente a Ana, Beatriz y Celia González, en ese momento de 20, 18 y 16 años, respectivamente, y a su madre, Delia, en el municipio de Altamirano, Chiapas. Las tres hermanas tzeltales fueron llevadas a una vivienda dónde los soldados las golpearon y violaron en reiteradas ocasiones, mientras las forzaban a confesar que eran integrantes del EZLN. Un examen médico demostró que las tres mujeres habían sido víctimas de abuso sexual y que habían sufrido graves daños físicos y psicológicos. Las hermanas González denunciaron los hechos ante la PGR, quién se declaró incompetente para investigar el caso y lo remitió al ministerio público militar. Las autoridades militares cerraron el caso en septiembre de 1995. Las hermanas llevaron el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la cual determinó, en 2001, la responsabilidad del estado mexicano por la detención arbitraria, tortura y violación de las hermanas, emitiendo una recomendación en el sentido de garantizar una investigación imparcial y efectiva para determinar responsabilidades y que el caso se turnara a la justicia civil. Sin embargo, más de ocho años después, el proceso sigue en manos de la Procuraduría de Justicia Militar, reproduciendo la impunidad característica de estos juicios.

Sabina Patricia tenía 24 años. Estudiaba el 7º semestre de economía en la Facultad de Ciencias Sociales en San Cristóbal de las Casas. Después de años de sufrir violencia doméstica, decidió abandonar el hogar conyugal con su hijo de cinco años. Fue asesinada el 2 de abril de 2008 por su concubino, Moisés Alfaro, un militar apostado en Rancho Nuevo, en venganza porque Sabina estaba decidida a no volver a la vida de violencia que le ofrecía. La transgresión le costó la vida. Un hombre acomplejado y temeroso de perder el poder masculino que le otorga el sistema patriarcal sobre la vida de una mujer, “su” mujer, cegó su vida.

El 26 de agosto de este año, el feminicida fue condenado a 32 años de prisión, en una sentencia sin precedentes para un militar. La sentencia del caso de Sabina no es una concesión del sistema de justicia. Es resultado de la presión, de la denuncia, de la visibilización y seguimiento del caso por parte de grupos feministas y organizaciones de mujeres en la lucha por el derecho a una vida libre de violencia y la justicia para las mujeres.

Chiapas ocupa el séptimo lugar nacional en feminicidios. La Fiscalía General del Estado (actual Ministerio de Justicia) registró en el período de 1994 a 2004, 612 casos, contrastando con las cifras de la Comisión Especial del Feminicidio que documentó tan solo de 2002 a 2004, 1456 mujeres asesinadas.(7) En los últimos tres años hemos conocido varios casos de mujeres asesinadas en Chiapas, situación que en lo que va de este año se ha agravado. Existen reportes de al menos 40 mujeres desaparecidas y 6 asesinadas en Tuxtla Gutiérrez, Chiapa de Corzo y San Cristóbal de las Casas. Las desaparecidas tienen características físicas similares cuyas edades oscilan entre los 14 y 23 años. Todas salieron de sus casas rumbo a sus trabajos y escuelas y nunca llegaron a su destino.

Las historias se mantienen invisibilizadas ante la naturalidad de “una más”. Se ha perdido el referente de normalidad, de asombro y de responsabilidad social. Los prejuicios, los estigmas, el silencio cómplice, colocan en las mujeres la carga simbólica de la responsabilidad de la propia violencia que padecemos.

Patriarcado y militarización

Es preciso entender el patriarcado como un sistema de dominación que tiene como finalidad el control de la vida de las mujeres, en especial sobre su cuerpo y su identidad. La militarización reproduce y refuerza la dominación patriarcal; es la representación máxima de poder masculino para vejar, humillar y subordinar. El patriarcado y la militarización se encuentran en el cruce dónde es difícil distinguir si la militarización es expresión del patriarcado o el patriarcado sostiene a la militarización. O ambas. Es una simbiosis, se alimentan mutuamente porque se necesitan la una al otro para detentar la supremacía, ejercer el poder y mediatizar a la población por medio del control de los cuerpos y la sexualidad de las mujeres.

Los casos de violencia contra las mujeres ejercida por militares no son hechos del pasado. La violencia sexual como arma para derrotar al enemigo, como método de presión para la obtención de información, como un medio para castigar y escarmentar a las mujeres por su trabajo político y como mecanismo de coacción para forzarlas a que regresen a su lugar “natural” en el espacio privado, son situaciones tan presentes como la realidad militarista que vivimos. Son muestras fehacientes de la misoginia y del patriarcado.

El proteccionismo de estado bajo la figura del fuero militar es un factor determinante en la falta de acceso a la justicia para las mujeres violentadas y asesinadas por militares. Ante la incompetencia y la subordinación de los juzgados civiles, los casos se remiten a los tribunales militares que se instituyen en juez y parte, protegiendo la institucionalidad militar y garantizando la impunidad. Es necesaria la modificación del artículo 57 del Código de Justicia Militar para que las violaciones cometidas por militares sean juzgadas por el fuero civil.

Los abusos y la violencia practicada por los militares son una forma de ejercicio del poder, una manifestación de superioridad, de autoritarismo, de jerarquía. El sistema patriarcal asegura un aprendizaje social dónde el derecho de “propiedad” sobre las mujeres, afirma las prerrogativas otorgadas históricamente al género masculino y profundiza las desigualdades entre los géneros, haciendo accesible el cuerpo de las mujeres, mismo que se transforma en campo de batalla y botín de guerra. Una guerra misógina y sexista para el control de nuestras voluntades. Llámese militar asesino, llámese policía violador, llámese “compañero” hostigando compañeras. Lo que está de fondo es similar: el ejercicio del poder y la cosificación de las mujeres. Las connotaciones y los métodos son distintos, pero el poder patriarcal es el mismo. Es una responsabilidad feminista nombrarlos y recordarlos cuántas veces sea necesario.

Ante la violencia las mujeres reaccionamos de distintas maneras. Las mujeres que han sido violadas sexualmente pasan por la culpa, la vergüenza, el miedo, la rabia. A causa de los sistemas de justicia patriarcales pocas mujeres denuncian y quiénes lo hacen tienen que enfrentarse al descrédito y a la humillación, en procesos realmente desgastantes. Las mujeres que hemos sido atacadas en las calles cambiamos nuestras rutas, nos adaptamos a la violencia. Somos nosotras quiénes tenemos que conceder los espacios, los modos, los tiempos. Las mujeres violentadas por “compañeros” de organizaciones civiles, de movimientos sociales, deben ser “comprensivas”… el “compañero” que viola, que hostiga, que grita, no es igual a un militar que violenta. Quiénes se atreven a sugerirnos que debemos perdonar y olvidar son aquellos que nunca, por su condición y situación de género, serán violados por militares, hostigados en la calle, violentados en sus organizaciones. Nunca porque el poder patriarcal, con todos sus privilegios, les permite posicionarse de esta manera.

En 2004, varios grupos de mujeres y colectivas feministas elaboraron un posicionamiento político frente a la violencia contra las mujeres en Chiapas. En el documento afirman que “con el ejercicio de la violencia los hombres nos imponen su poder limitando e impidiendo el desarrollo de nuestras potencialidades, buscando así resolver sus propias inseguridades”.(8) Tan actual por ser estructural. Si entendemos el fenómeno de la militarización como mucho más que efectivos militares en las calles, si lo asumimos en un sentido amplio que hace referencia al control, a la obediencia, a la sumisión, la criminalización del derecho a decidir sobre nuestros cuerpos debe ser considerada una expresión de poder y control militarista, en tanto vulnera la libertad y la libre determinación de las mujeres.

Es momento de construir nuevas formas para el ejercicio de nuestros derechos, de ensayar estrategias para el empoderamiento de las mujeres.

Nadie más que nosotras puede tomar en sus manos el destino y la justicia para nuestras vidas. La libertad de decisión, la vida libre de violencia, la libertad de conciencia, constituye la defensa de nuestras libertades como derechos humanos fundamentales y necesarios. Derechos que residen en la autodeterminación de nuestras vidas y que las mujeres no estamos dispuestas a ceder.

“A ocho años no hay justicia y hay muchas mujeres que han sufrido violaciones sexuales por los militares pero no denuncian por miedo, por vergüenza, por rechazo de la familia y la comunidad, cuándo son casadas son dejadas por su esposo como en mi caso. Yo les digo a las mujeres que no tengan miedo, que rompan la cadena de sufrimiento, que luchen…

Tengan valor, sabemos que no es fácil, pero hay muchas mujeres que nos quieren y nos apoyan como en mi caso. No estamos solas, estamos con muchas mujeres más. Me quitaron muchas cosas pero la dignidad nadie me la quita” (Valentina Rosendo, 3 de octubre de 2009)

Notas:

1. Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez”, A.C.: ¿Comandante supremo? La ausencia de control civil sobre las Fuerzas Armadas al inicio del sexenio de Felipe Calderón; México, D.F., enero de 2009:
http://www.centroprodh.org.mx/Publicaciones/InformeAbusosMilitaresCOMP090309.pdf
2. Periódico La Jornada del Viernes 24 de julio de 2009, p.8: “Se disparan en este sexenio quejas ante la CNDH contra militares, admite el Ejército” de Gustavo Castillo García:
http://www.jornada.unam.mx/2009/07/24/index.php?section=politica&article=008n1pol
3. Periódico La Jornada del jueves 19 de noviembre de 2009: “Habrá menos recursos para seguridad pública y la Sedena”, de Gustavo Castillo García:
http://www.jornada.unam.mx/2009/11/19/index.php?section=politica&article=006n1pol
4. Entrevista a Valentina Rosendo realizada por Marissa Revilla el 3 de octubre de 2009.
5. Informe del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, noviembre 2008.
6. Comunicación e Información de la Mujer, 11 de noviembre de 2009: “Mujeres de negro exigen detener violencia feminicida”
http://www.cimacnoticias.com/site/09111111-Mujeres-de-Negro-ex.39974.0.html
7. El Feminicidio en México y Guatemala. Informe Misión Internacional de Investigación, Federación Internacional de los Derechos Humanos, abril 2006, pp. 20.
8. “Documento de posicionamiento político frente a la violencia contra las mujeres en San Cristóbal de las Casas”, en Olivera, Mercedes (coordinadora), Violencia Feminicida en Chiapas, UNICACH, Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas, México, 2008, pp. 451-471.

* Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de Acción Comunitaria

Fuente: Adital (más…)

Panamá libre de minería metálica vale más

2.12.09 – PANAMÁ

Héctor Endara Hill *

Adital –

Así se titula la campaña del Centro de Incidencia Ambiental de Panamá . Dice la verdad que los mineros y sus secuaces en los gobiernos pretenden ocultar. Ojalá esta campaña tome fuerza en las comunidades y en la conciencia ciudadana.

En varios noticieros matutinos de diferentes emisoras de radio andan los “bien pagaos” de Minera Petaquilla contaminando la opinión pública con propaganda y publicidad engañosa.

La contaminación que la minería metálica esparce en el territorio de Panamá se extiende a los medios de comunicación con MENTIRAS y MEDIAS VERDADES. No importa lo que digan las cuñas de Petaquilla, la MINA CONTAMINA y sus daños son IRREVERSIBLES. Los mineros se llevan el oro y los metales dejando miseria y destrucción en los territorios y las comunidades.

Invitamos a los lectores de Panamá Profundo a visitar y analizar la información de la CAMPAÑA CONTA-MINAS. Ningún minero puede negar la veracidad de la información sobre el desastre que significa toda minería metálica a cielo abierto, por eso recurren al engaño, la mentira, la compra y el soborno de conciencias en los lugares de afectación. Entra a los videos de la campaña en los siguientes sitios:

Campaña Conta-minas
http://www.youtube.com/watch?v=jk49rpgvkko

Campaña Conta-minas 1
http://www.youtube.com/watch?v=JQpq-lIwUhA

Campaña Conta-minas 2
http://www.youtube.com/watch?v=bq2ESEs9-6g

Para colmo de males de la contaminación minera que se extiende en un tercio del territorio panameña, el flamante viceministro de Comercio e Industrias del gobierno Martinelli, Ricardo Quijano, anda afirmando que Cerro Colorado sí se desarrollará. La ignorancia no tiene límites, sólo así se entienden afirmaciones como ” no habrá los daños que dicen los ambientalistas, pues Cerro Colorado “es un cerro pelado” . Causa estupor los argumentos señalados las publicaciones que dan cuenta de los deseos gubernamentales puestos en la explotación minera. Decir que Cerro Colorado es un “cerro pelado” denota, además de ignorancia, supina estupidez de un sistema que se le cae la baba por el lucro y la ganancia fácil a costa de la destrucción de los ecosistemas y las comunidades.

30.11.2009

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Noticias recientes sobre Cerro Colorado

Gobierno de Martinelli sí explotará Cerro Colorado

Por Mary Triny Zea
mzea@prensa.com
23 de noviembre de 2009

Regresa el debate de explotar el yacimiento debido al repunte del precio del cobre. Indígenas y ambientalistas se oponen a la iniciativa gubernamental.

El potencial minero en Cerro Colorado -una de las mayores reservas de cobre del mundo- ubicado en la comarca Ngäbe Buglé, sí se desarrollará, confirmó el Gobierno.

Este proyecto, así como el que realiza Petaquilla, permitirá mayor desarrollo en las zonas pobres del país, por lo que se deben ver de forma amigable, dijo el viceministro de Comercio e Industrias, Ricardo Quijano, y añadió que no habrá los daños que dicen los ambientalistas, pues Cerro Colorado “es un cerro pelado”.

“Una cosa es un contrato que no favorece al Estado (como Petaquilla), pero no podemos eliminarlo. Con Cerro Colorado vamos a hacerlo de forma responsable y que genere mucho más riquezas y retribuciones al Estado”, recalcó.

Sus palabras indignaron a los ambientalistas, quienes explican que “aunque esté pelado tiene un gran valor ecológico”.

No se analizan las consecuencias económicas, ecológicas y sociales de los proyectos, reprochó el ambientalista Demetrio Miranda, y destacó que ahí se ubica la cuenca hidrográfica del río San Félix y otros afluentes.

El Centro de Incidencia Ambiental dice que no solo hay que ver si el área de explotación tiene árboles: la minería metálica produce la acidificación de las aguas y desertificación de los suelos, que luego no servirán para otras actividades.

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Ambientalistas defenderán Cerro Colorado ‘con armas’

HABITANTES. Ecologistas advierten sobre graves consecuencias para la población de la comarca Ngäbe Buglé. ESPECIAL PARA LA PRENSA /Sandra Rivera

Por Sandra Alicia Rivera
Boquete, Chiriquí
nacionales@prensa.com

Los ambientalistas de la provincia de Chiriquí advierten al gobierno que van a defender así sea con armas Cerro Colorado, porque no van a permitir su explotación minera, ante las implicaciones nocivas al medio ambiente y a la población chiricana en general.

La Dirección Nacional de Recursos Minerales de Panamá prepara la licitación del proyecto de cobre Cerro Colorado con el fin de entregarlo a particulares. La concesión del proyecto -un yacimiento principalmente de cobre- está siendo promocionada a nivel internacional.

Cerro Colorado está ubicado en San Félix, Chiriquí, 25 kilómetros al norte de la carretera Panamericana y 63 kilómetros al este de la ciudad de David.

El presidente de la Asociación para la Conservación de la Biosfera , Ezequiel Miranda, y el ambientalista Demetrio Miranda coinciden en que no es factible una explotación en esta zona, debido a que en Panamá no existe una política ambiental objetiva para darle el uso apropiado de los recursos naturales ni su debida conservación y protección con las leyes que sean aplicadas.

Para Ezequiel Miranda, la oposición va a ser más seria y contundente, porque para él ya no es cuestión de cerrar filas o calles en contra de este proyecto. “No nos quedará más que agarrar un rifle, una escopeta y hasta una ametralladora si es necesario, para salvar este pedacito de tierra y bosque que tiene Panamá”, afirmó.

Aseguró que los daños no solamente se van a hacer al cerro, como el Gobierno está argumentando, además se va a contaminar la atmósfera, lo que repercutirá no solo en la zona de Cerro Colorado, sino también en toda la provincia y el país.

El director regional de la Autoridad Nacional de Ambiente, Harmodio Cerrud, dijo que en la regional no se ha presentado documentación de ninguna empresa para este proyecto, por lo que no puede opinar al respecto, “aquí se tiene cero información, pero de darse esta explotación la empresa tiene que cumplir con las normas ambientales”.

* Colectivo Panamá Profundo

Fuente: Adital (más…)

Taller alerta mujeres de Ciudad Juárez sobre sus derechos conyugales

02.12.09 – MÉXICO

Adital –
Informar sobre los derechos de las mujeres delante la violencia de género en las relaciones de pareja. Ese es el objetivo del Instituto Chihuahuense de la Mujer en Ciudad Juárez (ICHMUJECDJ), México, al realizar su primer taller “Conoce tus derechos” el próximo viernes (4). El encuentro ocurrirá en el primer viernes de cada mes, de las 16h a las 18h, en la sede del instituto (Calles Guatemala y 16 de Septiembre). La entrada es gratuita.

En la ocasión, cuatro abogados del instituto – Rafael Alejandro Muñoz González, Gladis Rodríguez Holguín, y Jorge Arturo Cataño Márquez – hablarán sobre el Código Civil y aspectos del Código Penal de Chihuahua. El objetivo es presentar a las mujeres las leyes que las protegen en relaciones de pareja, en los casamientos, en concubinato, o separadas y con hijos.

Los abogados darán informaciones jurídicas acerca de derechos como pensión alimenticia, guardia de custodia, reconocimiento de hijos, reclamo de divorcio y las razones por las que lo pueden solicitar, casos de divorcio contencioso o voluntario, de sociedad conyugal o separación de bienes.

Ciudad Juárez es la localidad mexicana que más registra asesinatos contra mujeres, los llamados feminicidios. Desde 1993, la ciudad ya ha sido palco de cerca de 480 muertes de mujeres en hechos violentos que no han sido debidamente investigados por el Estado mexicano. De esos, 125 han sido cometidos en la casa de la víctima por familiares o amigos.

Sólo en el “caso del Campo Algodonero”, ocho mujeres han sido asesinadas, motivo por lo cual el Estado mexicano ha sido condenado, el último día 19, por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El órgano culpó el país por no realizar las investigaciones adecuadas sobre los asesinatos, cometidos en noviembre de 2001.

Las interesadas en participar del taller pueden llamar al teléfono 680-06-01, de las 8h a las 15h.

Fuente: Adital (más…)

Sufrir mirando deportes por TV puede acarrear un pico de estrés

Neomundo para Periodismo.com

lunes, 30 noviembre 2009

Si bien emocionarse y vibrar junto con los jugadores puede ser algo muy excitante; estresarse, amargarse y gritar también puede ser riesgoso. Pocos tienen en cuenta que fuera de la cancha, en la comodidad de un sillón, también hay riesgo.

www.neomundo.com.ar
Los fanáticos de los deportes y de un equipo en especial disfrutan más cuando sus jugadores disputan un partido estrecho o cerrado, con la victoria en duda. Esta sensación que les produce desde preocupación hasta alegría -pasando por estrés, nervios e incluso desesperación- puede llegar a ser muy placentera.
“Cuando la gente piensa en el entretenimiento en general, cree que debe ser algo divertido y placentero. Pero disfrutar no implica siempre tener emociones positivas”, agregaron los responsables de la investigación que se estructuró a partir de la realización de encuestas a 113 estudiantes universitarios que en 2005 se encontraban mirando un “dramático” partido de fútbol americano entre los Buckeyes (estatal de Ohio) y los Wolverines (Univ. de Michigan), que terminó ganando el primer equipo por un apretado 42 a 39.
Antes del juego, los participantes del estudio habían completado un cuestionario en el que se les preguntaba de qué equipo eran hinchas y qué tan comprometidos estaban con él.
La mitad de los estudiantes eran fanáticos del estatal de Ohio, la tercera parte del de Michigan y el resto no estaba comprometido con ninguno. Luego, durante las 24 pausas comerciales durante el juego, se preguntó a los estudiantes por Internet qué tan bien o mal se sentían emocionalmente, si pensaban que su equipo ganaría y qué tan emocionante les parecía el juego.
EMOCION, SUSPENSO Y SATISFACCION
Los investigadores descubrieron que los fanáticos del equipo estatal, que en algún momento del juego habían estado convencidos de que su equipo perdería, terminaron pensando que el partido fue el más emocionante y satisfactorio.
“Los fanáticos de los deportes buscan el entretenimiento ‘arriesgado’ probablemente por la intensa conexión con su equipo, así como también por la amenaza de perder el juego, situación que crea ‘suspenso’; en lugar de buscar algo que tenga un final feliz garantizado”, refirieron Knobloch-Westerwick y David.
Pero a la luz de los resultados, ¿cuáles son los riesgos que implica este tipo de fanatismo o necesidad y gusto por llevar los nervios al extremo?.
De acuerdo con los doctores Norberto Debbag, médico del servicio de Electrofisiología y Arritmias del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) y Gastón Albina, cardiólogo-deportólogo, “el principal peligro radica en la falta de información, ya que mucha gente sabe los riesgos que implica practicar un deporte en determinadas circunstancias o sin control y autorización médica, pero una gran mayoría desconoce o desestima lo peligroso que es en algunos casos estar sentado en el sillón de la casa mirando un partido”.
En este sentido, cabe destacar que no para todos es igual: desde este punto de vista no es lo mismo una persona que simplemente ‘mira’ un partido, que un fanático que va a la cancha o sigue a su equipo cada semana. Esto es así porque en el segundo caso están involucradas las emociones, que pueden contribuir al desarrollo de un cuadro de estrés agudo, que es diferente al que tenemos todos y que constituye una reacción del organismo frente a estímulos.
“Quienes deben tener especial cuidado son aquellos que padecen afecciones previas, los que cuentan con antecedentes y los que creen tener alguna patología de base”, finalizaron los especialistas locales consultados. (Fuente: Pro-Salud News)
Más información y noticias de salud en WWW.NEOMUNDO.COM.AR
Periodismo.com

Fuente: http://salud.latam.msn.com (más…)

Familia con dos papás

Publicado el : 29 de noviembre 2009 – 9:31 de la mañana
| Por Robert Chesal

Dos niños han sido adoptados por una pareja homosexual holandesa. Uno de los padres ha escrito un libro, tanto para sus hijos como para el resto del mundo.

Una familia con dos padres es una situación familiar poco habitual en un libro infantil, pero realidad cotidiana para Arwen y Wolf, los hijos adoptivos de una pareja homosexual en Dordrecht, Holanda. Uno de sus padres decidió escribir un libro para niños, tanto para sus hijos como para el resto del mundo, tomando como punto de partida su propia situación familiar. Su autor lo ha descrito como “un libro alegre sobre una familia feliz”.

La pequeña Arwen, de 4 años, dice que papá no es capaz de engarzarle las cuentas de colores en las trenzas. Su padre adoptivo, Jarko de Witte van Leeuwen, lo reconoce riendo, pero agrega que conoce a muchas madres que le dejan esa tarea a un peluquero.

Según ellos mismos, la felicidad familiar es enorme, aunque no todos los días. Una vez que Holanda reconoció el matrimonio homosexual, en el 2001, De Witte van Leeuwen, de 39 años, se casó con su pareja, Jos, y poco después iniciaron el proceso de adopción. En el 2005, recibieron a Arwen, y el año pasado la siguió Wolf. Son dos niños afro-americanos para dos padres blancos.

Explicaciones claras
Mientras le leía un cuento a su hija, a De Witte van Leeuwen se le ocurrió que a sus niños también les gustaría escuchar una historia sobre dos papás, y dado que no la encontró en las librerías, decidió escribirla él mismo. El cuento, sobre niños adoptados en un país lejano por padres del mismo sexo, ilustrado con dibujos de vivos colores, ya está a disposición de los interesados. “Lo escribí para mi hija, para explicarle con claridad cómo nos convertimos en una familia,” dice De Witte van Leeuwen, “pues, tarde o temprano, será necesario hablar al respecto”.
Su hija ya sabe que nació en Nueva York y que tiene una madre biológica, pero con la historia se intenta además responder por qué fue cedida en adopción. A este respecto, no se le oculta que se trató de una decisión dolorosa, pero el libro pone el acento en lo positivo: “El mensaje es que ahora estamos juntos, y que su madre tomó una decisión sensata,” puntualiza De Witte van Leeuwen.

Auto edición
El padre-autor cree que su libro, titulado ‘Arwen en haar pappa’s’ (Arwen y sus dos papás), despertará interés fuera de Holanda, por lo que escribió también una versión en inglés. Además, dado el silencio de las editoriales, sacó una primera edición por su cuenta. De Witte van Leeuwen tiene confianza en que el libro tendrá muchos lectores porque no está destinado, en ningún caso, sólo a parejas homosexuales. “Creo que los padres que educan a sus hijos de manera consciente y quieren prepararlos para la diversidad cultural, se van a interesar también en esta historia”.

Parejas adoptivas del mismo sexo son cada vez más comunes, pero no dejan de causar polémica, incluso en Holanda. Además, en los países donde nacen los niños que se dan en adopción, mucha gente rechaza a la pareja homosexual como el modelo familiar para el buen desarrollo de un niño.

De Witte van Leeuwen opina que la práctica muestra que estos temores son infundados. “Se ha investigado hasta el cansancio sobre lo que es bueno para un niño,” comenta, “y el resultado es siempre el mismo: el niño necesita una familia que lo proteja y le brinde amor, y eso lo puede ofrecer tanto una pareja de un hombre y una mujer como una de dos hombres o de dos mujeres, punto”.

Fuente: Radio Nederland (más…)

Entrevista a la Consejera Regional de Lima Provincias Marianela Junco Barrera

La violencia contra la mujer, se puede evitar

¿Cómo cree Ud. que podríamos salir del circulo de la violencia?

En primer lugar cuando todas las autoridades de todos los niveles, llámese a nivel nacional, regional, local. Entendiendo esto hacia los contextos provinciales y distritales, que no solamente sea un enunciado a través de una ley, sino que realmente las mismas las hagamos materializadas a través de políticas que se puedan llevar y efectivizar tanto a los niveles de gobiernos regionales, como también a los niveles de gobiernos locales. Y sobretodo que exista mucho compromiso social, mucha sensibilidad social, porque el problema de la violencia familiar, no solamente lo vamos a solucionar con una ley, sino que inclusive de ir en el marco de un cambio de cultura fundamentalmente.

Viendo desde el punto de vista legal: ¿Es fácil que una mujer que sufre de maltrato por parte de su cónyuge se deje apoyar legalmente?

Generalmente en este escenario de la violencia, quien lleva la peor parte no solamente física sino también legal e inclusive de apoyo tutelar que en este caso debe recibir, digamos a donde muchas veces recurren, que vienen a ser las “comisarias de mujeres”, porque cuando muchas veces van, no las encuentran, y encuentran más bien a otros varones que están atendiendo y que lamentablemente en ese contexto son policías que de repente no reúnen el perfil, justamente para atender a una persona que ha sido violentada, sino que muy por el contrario, en lugar de encontrar la tranquilidad, el apoyo, el sosiego de que existe una institución tutelar que las va a proteger, al contrario salen doblemente maltratadas desde un punto de vista psicológico.

A su opinión personal: ¿Ud. cree que se pueden recomponer estas parejas?

Considero que cuando ya la violencia se ha dado ya no hay marcha atrás, a mí me parece muy acertado lo que está trabajando el congreso de la república en esta comisión multisectorial, donde está derogando prácticamente, está planteando un proyecto de ley, para derogar el tema de que la violencia no debe ser materia conciliable y también retirar que la violencia todavía tiene que ser reiterada es decir: yo te golpeo a ti ahora, pero tú eres mi pareja, pero eso no significa que hoy seamos violentos, sino mientras yo no te dé hasta 5 golpes, recién tu vas a decir, ah… recién tengo violencia. Y entonces en ese contexto me parece que el retiro de la frase que debe ser reiterada la agresión, me parece que va a ser un avance bastante significativo.

¿Qué es lo que está haciendo su organización en estos momentos con respecto al maltrato a la mujer?

Particularmente la Mesa Nacional de Consejeras Regionales del Perú, es una gran red a nivel nacional, tenemos agrupadas a las 62 consejeras regionales de todos los consejos regionales a nivel del Perú, la misma que permite tener un trabajo de articulación en lo que significa de poder hacer las propuestas normativas a nivel de lo que emite en este caso las leyes, contextualizándonos a los gobiernos regionales como he podido expresar el día de hoy, si bien es cierto es un logro conseguir que se apruebe una ordenanza, que se apruebe un acuerdo de consejo regional pero que al mismo tiempo ese es el papel normativo pero en ese caso tiene que ser derivado al ejecutivo en este caso de los gobiernos regionales para que los mismos puedan aplicarlas a través de las acciones directas y concretas en beneficio de estos sectores vulnerables pero lamentablemente es allí donde encontramos el gran escollo y prácticamente se va generando toda una brecha, por eso nosotros desde los consejos regionales y como consejeras regionales estamos muy decididas a hacerle prácticamente todo un trabajo de sensibilización, motivación a los consejeros, y que también desde los consejos regionales que son los órganos normativos y que hoy de acuerdo a la modificación de la ley orgánica de los gobiernos regionales que justamente separa estos dos poderes, por denominar así, el ejecutivo y el normativo a nivel de gobiernos regionales permita que estos mismos se conviertan en fiscalizadores, y que el ejecutivo de los gobiernos regionales puedan cumplir estas grandes políticas regionales no solamente en un enunciado , en un acuerdo, en una ordenanza sino específicamente en lo que significa las materias propias de aplicación.

Por: Gumer Carazas

Fuente: http://www.rompe-tu-silencio.blogspot.com/ (más…)

Más del 40% de los peruanos con VIH tiene entre 15 y 29 años

Sociedad
| Mar. 01 DIC ’09

Según cifras del Ministerio de Salud, Lima presenta el mayor número de casos con 314 contagios, seguido de Loreto con 139 y el Callao con 69.
El 42.4% de los peruanos diagnosticados este año con VIH/Sida tiene entre 15 y 29 años de edad, informó hoy el Secretario Nacional de la Juventud (Senaju), Álvaro Quispe Pérez, al citar cifras de la Dirección General de Epidemiología del Ministerio de Salud.

“La realidad del VIH/SIDA en el Perú es que afecta directamente al grupo de edad de jóvenes, porque es la población con actividad sexual importante y porque la información preventiva y la atención en salud que reciben aún es insuficiente”, indicó.

Añadió que por ello la preocupación del Senaju está focalizada en que el sistema de salud garantice servicios especializados, tempranos, con énfasis en la función preventiva y que permita el acceso rápido a los métodos de protección de los jóvenes peruanos que tengan vida sexual activa.

Explicó que el grupo de edad juvenil ha sido identificado como un objetivo de las políticas preventivas en materia de Sida y VIH, pero que esta atención debe ser reforzada para evitar que siga la creciente expansión de esta enfermedad que amenaza a los jóvenes.

DATO

* El mayor número de casos de jóvenes infectados está en Lima (314), seguido por Loreto (139), Callao (69), San Martín (57) y La Libertad (54).

Fuente: Perú21 (más…)