¿Una alternativa?
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Publicado el : 22 de noviembre 2009 – 11:00 de la mañana | Por Bette Dam

Las películas indias estilo Bollywood gozan de gran popularidad en Afganistán. Los hombres las miran en su trabajo, en las casas de té o en casa junto a sus mujeres.

En su ceñido vestido rojo, la chica corre hacia un hombre guapo, de rasgos indios. Sus rizos negros se agitan mientras gira en torno a él. Una nueva película estilo Bollywood ha comenzado, y para el funcionario de ministerio afgano de Defensa dejo de ser interesante.

El funcionario, con aspecto cansado, está detrás de su escritorio y, sin apartar la de la pantalla, revuelve de vez en cuando su té. En la oficina hay cinco hombres tras escritorios, y es incompresible que quepan en un espacio tan pequeño. Uno de ellos habla algo de inglés, de manera que mi intérprete puede dejarme sola por un momento y dedicarse también a mirar la película. En la pantalla la mujer de vestido rojo roza de vez en cuando al héroe, pero cuando éste la quiere besar se retira ágilmente.

Las películas indias estilo Bollywood son enormemente populares en Afganistán. Los hombres las miran en su trabajo, en las casas de té y en casa junto a sus mujeres (que cuando llegan hombres de visita sintonizan el mismo canal en una habitación aparte). Es extraño ver estas películas en un país donde gran parte de los hombres prefiere ver a sus mujeres cubiertas por un burka, y jamás aceptaría que bailara en un parque alrededor de un grupo de hombres. En la vía pública afgana las mujeres no cuentan.

Me pregunto cómo se comportarán en casa los hombres y las mujeres de este país. ¿Se podrán encontrar, tras esas paredes, dramas tipo Bollywood? Por experiencia sé que el uso de cosméticos no es inusual en las mujeres. En Tarin Kowt y en Kabul he visto caritas maquilladas debajo del pañuelo. En Tarin Kowt he visto también parejitas que se hacían cariños un atardecer de jueves, comparable con nuestro sábado. Eso sí, dentro de los límites de sus casas de adobes. ¿Y qué quieren decir los brillantes vestidos rosa, verdes, rojo encendido, que se ofrecen en las tiendas? ¿Y los zapatos de tacón aguja?

El dueño de un supermercado en Kabul, quien recientemente se ha comprometido con una chica elegida por sus padres, dice, riendo como un adolescente, que no quiere esperar hasta el matrimonio para tener “una conversación sexy” con ella. En la pantalla de su móvil me muestra a una mujer que bien podría tener el rol principal en una película de Bollywood. Pero, agrega desalentado, la chica asiste a una madrassa, es decir es una estudiosa del Corán. Cuando la llama por las tardes para intentar seducirla lo único que escucha son protestas. Piensa en el Corán, piensa en el Corán, dice la joven, pero finalmente accede un poco.

“Hablamos por teléfono durante horas, ella vive en Jalalabad y yo en Kabul,” comenta el novio. “No podemos hablar de todo eso porque todavía no estamos casados, pero yo lo hago igual. Lo pasamos bien, ella lo encuentra emocionante y yo quiero conocerla un poco más”. Estos diálogos y flirteos se dan por lo general sin muchas palabras, en secreto, a menudo tras los muros de los hogares.

Una película afgana que mostrara este tipo de escenas amorosas es algo aún impensable. Esto me quedó más que claro durante la semana, mirando el canal privado TOLO. En un momento pensé que el televisor se había estropeado, pero rápidamente me di cuenta de lo que estaba pasando. La dirección de TOLO considera que las películas de Bollywood se están excediendo y ha decidido intervenir. Con tal fin, cubre algunas partes del cuerpo de la cantante india. Por la pantalla van y vienen franjitas grises, justo a la altura de los senos de la veloz bailarina.

Fuente: Radio nederland (más…)