Ya no somos supermanes.

Escrito por latribunadetoledo.es/M.G./Toledo
lunes, 23 de marzo de 2009

Javier CovarrubiasJavier Covarrubias lidera un grupo de trabajo de Hombres por la Igualdad de Género en Toledo. Reclama la implicación de más hombres en la causa para formar una asociación.

«Llevamos miles de años mirando hacia fuera y se nos olvidó mirar hacia dentro, hacia lo más importante». La reflexión estampada en uno de los trípticos de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (Ahige) es mucho más que cuatro palabras bonitas para llamar la atención sobre la necesidad de cambios en los hábitos diarios de muchos hombres, engañados por un modelo tradicional de masculinidad que han aprendido a perpetuar desde pequeños por sus padres… por sus madres.

Esta reflexión es el punto de partida de un buen número de varones dispuestos a dejar a un lado esos «micromachismos cotidianos» y luchar para conseguir una igualdad real entre hombres y mujeres, un anuncio de buenas intenciones que han colado en algunas ciudades estos colectivos tras años de un intenso trabajo.
«Después de mucho tiempo, ahora podemos decir abiertamente que los hombres no somos supermanes», asegura Javier Covarrubias, socio de Ahige y miembro de un grupo de trabajo con varios hombres en Toledo, desde hace más de un año. Se toma el tema de la igualdad muy en serio. «Con la educación que nos han dado, no puedes avanzar en la igualdad si no cambias las actitudes machistas».

Javier se suele reunir en Parla con grupos de seis o siete hombres dispuestos a sumarse a esta lucha. Proponen temas de discusión, analizan noticias, debaten sobre cualquier tema relacionado con la igualdad y acuden a conferencias o a cursos que se imparten con este fin. Sin embargo, aún no han dado el salto definitivo para constituirse en una delegación más de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género porque todavía no están preparados ni cuentan con suficiente arraigo. «Todos tenemos que trabajar primero un cambio personal y después salir a la calle».

Pero Javier se topa con la impaciencia de muchos de estos voluntarios, que pueden llegar a pensar desde el principio que están preparados para trabajar por la igualdad de hombres y mujeres buceando en otro modelo alternativo al tradicional. En una palabra, se apresuran y quieren de un día para otro salir a la calle a demostrar que el cambio es posible, ofrecer charlas en institutos o, como otros colectivos, sacar las planchas fuera de casa para demostrar que todos, hombres y mujeres, pueden alisar las incómodas arrugas de la ropa.

Javier se apoya en las últimas estadísticas. «El 80% de los hombres se consideran igualitarios y sólo un 10% admite su machismo», pero este joven reconoce que sentirse igualitario no quiere decir que se predique con el ejemplo. El tema de los «micromachismos» diarios está muy presente todavía en los hogares. Se definen como «una dominación a la mujer de baja intensidad en la vida cotidiana», según el prestigioso psiquiatra argentino Luis Bonino. Javier también ha tenido que ir trabajando poco a poco los suyos para no ofender a su pareja, porque ese afán protector masculino esconde el menosprecio de la mujer en la vida diaria.

sus inicios. Una vez concienciado con el proceso, Javier inició esas reuniones en Parla y, dos años después, en Toledo. Sin embargo, trabajar por la igualdad no le está resultando fácil. «Al principio tienes que estar preparado porque te critican, te tachan de raro o de gay».

A pesar de todo, Javier quiere continuar reuniéndose con grupos de hombres en Parla y en Toledo para avanzar en los objetivos de la Ahige, entre ellos, «la búsqueda de otro modelo de masculinidad y el disfrute de relaciones igualitarias». Este grupo toledano, que acude regularmente a las convocatorias del Consejo de la Mujer, en el Ayuntamiento de Toledo, apoya abiertamente los avances de los movimientos feministas, aunque haya algunos que excepcionalmente muestren ciertas reticencias ante los colectivos de hombres en favor de la igualdad. También se encuentra con que gran parte de la sociedad piensa que luchan contra la violencia de género, pero este tema es sólo un lucha más de la igualdad.

Javier se ha marcado en la agenda de los próximos meses conseguir que más hombres se involucren en esta causa en Toledo. De momento, está contento con la acogida del grupo de trabajo en el Consejo de la Mujer y con las facilidades de la concejal de Igualdad, Ana Verdú, que el año pasado les buscó un sitio para sus reuniones mensuales, pero la falta de tiempo de algunos y las bajas de otros han dejado un grupo muy reducido.

Por este motivo, quiere que se dé a conocer la Ahige en Toledo y mostrarle a la sociedad, pero sobre todo, a los hombres, que otro mundo es posible. «Ahora ya podemos reconocer nuestras angustias, nuestras emociones y decimos que necesitamos ayuda porque con la educación que nos han dado nos han robado todas estas cosas». Javier ya no quiere llevar ese disfraz de supermán que le compraron cuando era pequeño.

FUENTE: AHIGE

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