Autor: CARLOS CASTILLO RAFAEL
Profesional Abogado, con segunda carrera y maestría en Filosofía. Especialista en Mecanismos Alternativos de Resolución de Conflictos, especialmente con experiencia en Conciliación Extrajudicial y Arbitraje.
En el primer caso, con una experiencia de dieciséis (16) años de ejercicio de la labor conciliatoria: como Conciliador Extrajudicial y Conciliador Extrajudicial Especializado en Familia, Director del Centro de Conciliación, Capacitador Principal en Cursos de Formación y Capacitación de Conciliadores, y, Director de Centro de Formación y Capacitación de Conciliadores.
En el segundo caso, con una experiencia de catorce (14) años en actividades relacionadas con el arbitraje: como Árbitro, Capacitador en Cursos de Arbitraje, Expositor y Columnista en temas arbitrales y, hasta el mes de febrero de 2016, Coordinador del Programa de Arbitraje Popular del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos; y, Coordinador Administrativo del Centro de Arbitraje Popular “Arbitra Perú” del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Amplia trayectoria docente, con veintitrés (23) años de cátedra universitaria ininterrumpida, en más de siete universidades, nacionales y particulares, a nivel de pre grado y posgrado, en cursos relacionados con los mecanismos alternativos de solución de conflictos y la filosofía.
Expositor, ponente y conferencista, en diversos eventos académicos nacionales e internacionales; con diversas publicaciones sobre derecho, filosofía, mecanismos alternativos de solución de conflictos, conciliación extrajudicial y arbitraje, en revistas especializadas y artículos de opinión.
Actualmente, dedicado a la investigación doctoral y a la difusión e implementación de los mecanismos alternativos de solución de conflictos, como parte de la promoción de una Cultura de Paz en el Perú, y la mejora del acceso a la justicia, como derecho fundamental.
DECÁLOGO DEL CONCILIADOR – MG. CARLOS CASTILLO RAFAEL
Hoy, en que para muchísimos seres humanos, cobijados en cualquier parte del mundo, es el momento más grave de sus vidas, reafirmemos nuestra apuesta por la conciliación ahi donde nos encontremos: en medio de interminables conflictos o insanas confrontaciones.