‘El Perú frente a la era del conocimiento’de Eduardo Ismodes


Hoy en día es un lugar común el que nos encontramos en la llamada“era del conocimiento”. En los medios de comunicación también se hanhecho populares términos como “sociedad de la información”, “era de lascomunicaciones”, “era del conocimiento”, “creatividad”, “innovación” y otrassimilares.Estos términos se han creado porque se observa un enormecrecimiento económico en ciertos países, en ciertas regiones y en ciertos distritos.

Como este crecimiento se ha producido de manera muy desigual,se trata de explicarlo y de conducir a los hasta ahora excluidos a la senda del bienestar y de una mejor calidad de vida.Ligado a estos términos, otro nuevo muy utilizado es el de la “nuevaeconomía” que, según Manuel Castells:Es una economía que está centrada en el conocimiento y en la información como bases de producción, como bases de la productividad y bases de la competitividad, tanto para empresas como para regiones, ciudades y países. Esto se dice pronto pero tiene grandes consecuencias, porque el tratar de cómo se genera productividad quiere decir cómo generamos riqueza, que en el fondo es la base material para lo que luego podamos hacer. Por ejemplo, reforzar el Estado de bienestar y ampliar la protección social en lugar de desmantelarlo. Esto que parece un problema difícil de resolver en una época de crecientes problemas sociales. En el momento en que hay más abundancia, no hemos resuelto los problemas, porque más recursos se pueden utilizar para hacer la guerra en lugar de para hacer el amor, pero por otro lado, sin los recursos, todos los problemas se hacen extremadamente más angustiosos. Por consiguiente, generar fuentes de productividad es un tema absolutamente esencial y, en este sentido, la nueva economía está por fin permitiendo prever la posibilidad de un salto histórico en la relación entre forma de actividad económica y generación de riqueza.Es fácil mostrar con números cómo ha cambiado la economía mundial, pero antes de ello, recordemos que las fuentes de riqueza en el mundo son desde tiempos pretéritos: la tierra, el trabajo, el capital y el conocimiento.

Como ya lo han mostrado diversos estudiosos, entre los que sobresalieron hace varios lustros, Alvin Toffler con su libro La Tercera Ola y el reconocido y conocido Peter Drucker con sus libros y ensayos sobre la Sociedad del Conocimiento, estas fuentes de riqueza han cada una primado con distinta intensidad. En la actualidad, la principal fuente de riqueza es el conocimiento.

Debemos resaltar el gran salto en la historia que se produce durante el siglo XX, en especial en el mundo occidental, y esto se debe a que las máquinas, cada vez más potentes, necesitan de sistemas de control y estos sistemas de control necesitan a su vez de información que les permita realizar mejor su trabajo.

Aparecen, por ello, miles de nuevos bienes y servicios. Los inventos se multiplican y los excedentes de riqueza permiten que las personas satisfagan gustos de lo más diversos. Por este motivo, se dice que en los últimos cincuenta años se produce la revolución de la información y de las comunicaciones y se habla de las eras de la información o del conocimiento, llegándose a avizorar incluso para el futuro y en las sociedades más ricas, una nueva era que sería la “era de la creatividad”.A partir de la segunda mitad del siglo XX, se vuelve evidente que el conocimiento es la principal fuente de riqueza. Por ello, los países más avanzados impulsan programas educativos y promueven las inversionesen investigación y desarrollo.Los gráficos parecen mostrarnos un futuro muy prometedor, pero también se observa que no todos los países crecen igual o peor aún, que hay pocas perspectivas de que los que están abajo alcancen a los que tienen un mejor rendimiento.

Puede observarse el comportamiento errático en los países latinoamericanos más grandes. El único que parecía haber ingresado a una etapa de permanente crecimiento es Chile. El resto evidentemente no participa de la tercera ola.Esto significa que la mayoría de habitantes de países como el Perú están excluidos de la “era del conocimiento” y, por tanto, sólo son espectadores de cómo los habitantes de los países desarrollados y apenas algunos de su propio país tienen cada vez una mejor calidad de vida.

Continuará….

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