Lecciones de las elecciones del Frente Amplio

Verónika Mendoza y Marco Arana. | Fuente: Facebook de Verónika Mendoza.

Verónika Mendoza y Marco Arana. | Fuente: Facebook de Verónika Mendoza.

Respecto de las elecciones primarias (o consulta ciudadana) del 04 de octubre para elegir la candidatura o precandidatura presidencial del Frente Amplio, he señalado dos cuestiones:

He felicitado y saludado el hecho que sean los ciudadanos y militantes quienes definan las candidaturas a través de elecciones primarias abiertas, en lugar que sean las cúpulas que lo hagan a través de arreglos o componendas, o, peor, que ni siquiera se admita la posibilidad que haya candidaturas alternativas como ocurre en aquellos “partidos” que prácticamente son patrimonio de un caudillo. Por eso, al igual que mucha gente, personalmente decidí participar como elector en dichas primarias y he estado muy pendiente de su desenlace.

No obstante, también he advertido con anticipación que, tal como fueron organizadas, dichas primarias del Frente Amplio se enfrentaban a diversos inconvenientes, como que se realizaban en una fecha fuera del cronograma electoral oficial (que empieza el 13 de octubre) o que solo incluían a un sector de la izquierda, así como a diversos riesgos. La demora en la entrega de sus resultados, las múltiples especulaciones al respecto, así como los trascendidos sobre irregularidades que habrían ocurrido en algunos lugares (como en el distrito de Pomalca) para tratar de favorecer al candidato del partido titular de la inscripción ante el Registro de Organizaciones Políticas, confirman la pertinencia de los riesgos advertidos.

Por cierto, el principal riesgo que enfrentaban dichos comicios era que, ante la eventualidad que el candidato del partido dueño del registro (Tierra y Libertad) no ganase en las urnas, su partido impusiera su triunfo a través de un anforazo o fraude electoral, o que terminase desconociendo los resultados. Y eso es, precisamente, lo que estuvo en juego en la discusión y decisión sobre la validez o nulidad de la votación en el distrito de Pomalca. En medio de esa discusión, incluso, en algún momento se llegó a barajar la posibilidad que se anule todo el proceso.

Luego de una semana muy desgastante, el desenlace finalmente ha sido positivo y el proceso ha culminado con la declaración del triunfo de la candidata de Sembrar, uno de los movimientos sin registro cobijado por Tierra y Libertad en el Frente Amplio. Sin embargo, para que ese desenlace ocurra, es evidente que más que una solución jurídica decidida y proclamada por el Comité Electoral, lo determinante ha sido la decisión política de la dirigencia del partido titular del registro de no avalar un fraude a su favor, de no insistir en la realización de nuevas elecciones y de reconocer el triunfo de su contendora.

Pero, también hay que decirlo, ante la falta de garantes externos de la consulta ciudadana del Frente Amplio, el desenlace pudo haber sido diferente y el partido titular del único registro que le otorga legalidad al referido frente político pudo haberse empecinado en “hacer respetar” el resultado fraudulento y, con ello, terminar en la práctica “llevándose su pelota”, como lamentablemente han hecho otros titulares de registro en otros bloques partidarios (todos sabemos a quién nos referimos). Afortunadamente, la dirigencia de Tierra y Libertad supo estar a la altura de las circunstancias.

¿Qué lecciones podemos aprender de estos comicios y cuál debiera ser el derrotero a seguir?

En un país donde, como bien señala Carlos Meléndez, no existe democracia interna en los partidos políticos ya que las organizaciones políticas son en extremo personalistas, que un partido o frente político someta la elección de sus candidaturas a su militancia o a la ciudadanía es algo que hay que apoyar decididamente ya que es una medida que va en la línea de ir construyendo institucionalidad y estableciendo nuevas formas de hacer política. Sin embargo, también queda claro que hacerlas como las ha hecho el Frente Amplio implicaba muchos riesgos. Y, tal como hemos señalado antes, la mejor manera de conjurar esos riesgos era involucrando a los organismos electorales –ONPE, JNE y RENIEC– en la organización de las primarias.

De otro lado, como también hemos señalado antes, estas primarias del Frente Amplio, a pesar de su importancia simbólica y política, por un lado, no tienen valor oficial; y, por otro lado, no incluyen a todo el espectro de organizaciones y movimientos de izquierda y progresistas que deberían presentarse como un solo frente, un solo programa y un solo candidato, si es que pretenden tener alguna viabilidad electoral.

¿Qué hacer entonces? Nos ratificamos en la línea que hemos propuesto hace meses: que todo ese sector político de izquierda y de centro conforme un frente político democrático nacional (que no solo sea un frente de izquierda), legalizado a través de una alianza electoral entre los partidos inscritos en el Registro de Organizaciones Políticas del JNE: Tierra y Libertad (titular del registro del Frente Amplio), Democracia Directa (que ha puesto a disposición su inscripción a la mayoría del espectro de organizaciones de izquierda que no están en el Frente Amplio) y, eventualmente, a Patria Libre (de Vladimir Cerrón, cuyo proceso de inscripción como partido político está por culminar); y que, ya como frente único o frente de frentes, realicen unas elecciones primarias abiertas con valor oficial, con la intervención de los tres organismos electorales.

Cabe señalar que todas las organizaciones que actualmente están articuladas en torno del partido Democracia Directa (los partidos integrantes de Únete por Otra Democracia y el Bloque Nacional Popular), el 15 de agosto pasado suscribieron el Compromiso por la Patria y la Refundación de la Política, un documento en que se comprometen a realizar elecciones primarias abiertas con la participación de los organismos electorales para definir su candidatura presidencial. Es de suponer, entonces, que no tendrían inconveniente en ir a un proceso de primarias dentro de un frente mayor.

De otro lado, el elemento señalado desde el Frente Amplio como perturbador de un proceso de unidad, la presencia del Partido Humanista Peruano de Yehude Simon, no existe más. Como sabemos, el ex presidente del Consejo de Ministros del gobierno de Alan García, llevándose su pelota, ha abandonado a su antiguos socios de Únete por Otra Democracia. Con ello, si existe un verdadero ánimo unitario por el lado del Frente Amplio, ya no hay pretextos para no avanzar raudamente en ese camino.

Carlincatura. Jueves 8 de octubre 2015. Yehude llevándose su pelota.

Carlincatura. Jueves 8 de octubre 2015. Yehude llevándose su pelota.

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