Reproduzco la siguiente Nota de diario Exitosa, domingo 08 de marzo de 2015, p. 6, que consigna mis declaraciones. [Los textos entre corchetes son precisiones mías].
ONPE podría fiscalizar mejor uso de recursos económicos.
Por: Jorge Weston
Hace unos días el Pleno del Parlamento promulgó la reforma constitucional que prohíbe la reelección de gobernadores regionales y alcaldes. Ahora, el jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Mariano Cucho, instó al Congreso a debatir la modificación de la Ley de Partidos Políticos para fortalecer la supervisión y control de las agrupaciones y el financiamiento público directo.
Sobre lo último quedan algunas preguntas por dilucidar: ¿la reforma de esta norma esclarecerá las dudas sobre los aportes en las campañas de algunos partidos? ¿Permitirá, realmente, que la ONPE cumpla su función fiscalizadora? ¿Acabará con uno de los principales problemas: la elección y la ubicación de candidatos en las listas a raíz de cuánto dinero aporten a la campaña?
DEMOCRACIA INTERNA
Para Carlo Magno Salcedo, especialista en temas electorales, el cambio de la Ley de Partidos Políticos es positivo, pero se necesita más medidas para acabar con las irregularidades en los grupos políticos.
El abogado sostiene que se requiere una reforma electoral mínima; es decir, “un paquete básico” que fortalezca una democracia interna en los partidos. Esto –asegura– ocurrirá si los militantes o ciudadanos eligen a los candidatos de las agrupaciones en elecciones abiertas organizadas por el sistema electoral [es decir, por el conjunto de los tres organismos electorales: ONPE, JNE y RENIEC] y no una cúpula partidaria.
“Quien más plata tiene en mejor posición está (…) Eso [la supresión del voto preferencial como medida aislada] solo le da más poder al titular de la marca partidaria para ponerle más precios a los primeros puestos”, dijo el abogado a Exitosa.
En ese contexto, el analista político Juan Sheput consideró que el problema que “el problema todos los partidos” es la manipulación que afecta la democracia interna de las agrupaciones.
“La misma ley permite que los partidos hagan lo que se les da la gana cuando señala que las elecciones son según lo que indique el estatuto, con lo que prioriza la elección “a dedo” o a los ‘amigotes’ de último momento”, comentó a este diario.
FINANCIAMIENTO
Salcedo consideró que el financiamiento de los partidos debe salir de las arcas del Estado para que así la ONPE tenga reales facultades fiscalizadoras para auditar y controlar.
“Ese es el esquema ideal: priorizar el financiamiento público y ponerle muchos más controles al financiamiento privado. Lo ideal sería que, incluso, se proscriba el financiamiento privado”, agregó.
Sheput opinó de forma similar al afirmar que la financiación pública de los partidos permitirá que la Contraloría exija la rendición de cuentas respetivas y la ONPE pueda cumplir con una eficiente función fiscalizadora.
El exdirigente de Perú Posible afirmó que no se debe “mirar atrás” respecto a los “caciques” que transitan en los partidos políticos. “Esos sujetos que llegan con su plata y pretenden hacer lo que quieren con los partidos; con dinero que uno no sabe de dónde proviene”, puntualizó.