El mito de la segunda vuelta

Publicado en DOMINGO (La República), 28 de noviembre de 2010.

Fuente: La República

El próximo domingo 5 de diciembre se realizará por primera vez en el país una segunda vuelta electoral en el ámbito regional. Serán diez las regiones que vuelvan a las urnas para elegir a sus presidentes y vicepresidentes, entre ellas algunas de importante gravitación económica, como Lambayeque e Ica; y política, como Ayacucho y Puno. ¿Realmente este procedimiento asegura una mayor legitimidad del gobernante y disminuye la fragmentación política? Aquí dos analistas desestiman la supuesta utilidad de la segunda vuelta y explican las últimas reformas del sistema electoral regional.

Por Ghiovani Hinojosa

Es de sentido común en el Perú pensar que la segunda vuelta electoral aporta legitimidad a un gobernante, le da la popularidad necesaria para llevar las riendas del país. Desde las elecciones de 1985, hemos elegido a seis presidentes en la segunda tanda de los comicios generales. Las bondades atribuidas a este mecanismo de elección –la gobernabilidad y la concertación entre los diversos actores políticos– las hemos asumido como verdades perentorias al punto que no nos sorprendió que el Congreso instituyera la segunda vuelta regional en diciembre pasado.
Con la Ley 29470, se dispuso que los candidatos a presidentes y vicepresidentes regionales que obtuvieran las dos votaciones más altas, sin pasar el umbral del 30%, compitieran para definir la titularidad de los gobiernos regionales. Esto es lo que ocurrirá el próximo domingo en Amazonas, Huánuco, Ica, Madre de Dios, Pasco, Tumbes, Ayacucho, Lambayeque, Lima Provincias y Puno. Pero, por ejemplo, ¿el hecho de que Alberto Navarro, el candidato favorito en la región Ica, triunfe en la segunda vuelta será suficiente para asegurar la gobernabilidad en su jurisdicción?, ¿qué hay de los otros 14 postulantes a la presidencia regional iqueña, varios de los cuales lograron copar con sus conocidos la mayoría de asientos del consejo regional? Y es que, como se verá más adelante, otra de las reformas que trajo la Ley 29470 fue la separación de la elección de los presidentes y vicepresidentes regionales de la de los consejeros. Como consecuencia de esta nueva regla, al menos en 13 de las 25 regiones del país la máxima autoridad regional no tendrá mayoría en el consejo. Más que un escenario de concertaciones y pactos políticos, lo que se avecina parece ser una amalgama de intereses cruzados.

Razón de la fragmentación

El periodista y magíster en Ciencia Política Guido Canchari, autor del libro Elecciones presidenciales en América Latina (1978-2010) ¿Doble vuelta o mayoría relativa?, asegura que las autoridades que son elegidas en segunda vuelta no siempre exhiben un mejor desempeño que aquellas que lo son en primera vuelta. Para sustentar su tesis, ofrece algunas cifras de la indagación que realizó sobre 109 elecciones presidenciales y parlamentarias entre fines de los 70 y principios de este año: el promedio de la votación obtenida por los mandatarios electos en una sola vuelta, en 37 comicios revisados, fue de 49.5%. Es decir, la idea de que solo la segunda vuelta garantiza niveles medios o altos de aprobación está puesta en duda. Por otro lado, según Canchari, no es cierto que las segundas vueltas eviten la fragmentación política; al contrario, la exacerban. “Como saben que la elección tiene dos oportunidades, muchos se presentan con la expectativa de quedar segundos, terceros o cuartos y luego poder negociar con los primeros en la segunda vuelta”, explica. Su estudio concluye que en el 85.2% de las elecciones presidenciales por doble vuelta se formó un gobierno dividido, es decir aquel en el que el gobierno tenía minoría en el Parlamento. Este clima de fragmentación política se comprobó en los últimos comicios regionales con un dato contundente: 334 personas inscribieron candidaturas para ocupar las 25 presidencias regionales.

Guido Canchari explica que la idealización de la segunda vuelta electoral parte de la confusión entre la legitimidad de origen y la legitimidad de desempeño. El primer concepto lleva a pensar que basta con que un gobernante obtenga un buen porcentaje de aprobación de entrada para que goce de legitimidad; mientras que el segundo sostiene que su respaldo popular emana de su actuación en el cargo. El abogado Carlo Magno Salcedo, experto en temas electorales, cuenta que una investigación realizada en el 2004 por la Oficina Nacional de Procesos Electorales dio cuenta de la nula relación que existe entre el porcentaje de votos con el que es elegida una autoridad distrital y los intentos de revocatoria de sus gobernados. Es decir, abundan los casos en los que alcaldes con más del 30% de legitimidad de origen tienen un cuestionable desempeño que motiva los intentos por retirarlo del cargo.

El poder de los consejeros

A juicio de Carlo Magno Salcedo, la reforma más importante del sistema electoral regional ha sido la separación de la elección de los presidentes y vicepresidentes regionales de la de los consejeros regionales. Antes los habitantes de una región debían elegir entre listas únicas. En octubre pasado, cada provincia del país eligió de forma autónoma a su consejero regional. También se ha suprimido lo que Salcedo llama “el premio a la mayoría”, es decir el derecho que tenían los presidentes regionales a colocar a sus partidarios en la mitad más uno de los asientos del consejo. De este modo, en el nuevo escenario regional la figura de los consejeros se ha fortalecido; ahora no solo pueden fiscalizar el proceder de los presidentes sino también negociar con ellos la posibilidad de emprender proyectos conjuntos. “Esta es una oportunidad para crear una cultura de diálogo, consenso y concesiones mutuas entre las diversas fuerzas políticas”, sostiene Carlo Magno Salcedo.

La realidad respalda a Salcedo: en siete de las 15 regiones que ya tienen definida sus presidencias y vicepresidencias, los titulares no tendrán mayoría en el consejo. Se trata de Áncash (6 consejeros de 20), Arequipa (3 de 8), Cusco (4 de 16), La Libertad (6 de 12), Loreto (4 de 9), Moquegua (4 de 9) y Tacna (3 de 7). En los restantes ocho, el presidente sí gozará del respaldo de la mayoría. En cuanto a las diez presidencias regionales que se definirán el próximo domingo, se puede aseverar que en seis de ellas el titular regional no tendrá el respaldo mayoritario del consejo, más allá de los resultados. Es el caso de Amazonas, Huánuco, Ica, Madre de Dios. Pasco y Tumbes. Mientras Guido Canchari cree que este nuevo contexto traerá inestabilidad y obstruccionismo, Carlo Magno Salcedo estima que, por el contrario, se democratizará la participación ciudadana en las regiones. Como sea, todo cambio de reglas es una nueva oportunidad para ordenar el tablero político y mejorar la calidad de la representación. Y vaya que lo necesitamos.

Puntuación: 5.00 / Votos: 5

Comentarios

  1. Fernando Urbina escribió:

    El sistema de segunda vuelta NO esta bien diseñado. Podria llegar un Presidente Regional con todos los Consejeros de oposicion, En el caso de Ayacucho, por ejemplo el movimiento TOCA ha ganado la mayoria de Consejeros regionales. En la segunda vuelta de perder entraria como Presidente un señor de Alianza para el Progreso. La pregunta es Que gobernabilidad podria ser esa?

  2. cmsalcedo Autor escribió:

    Me permito discrepar estimado Fernando. Creo yo que, precisamente, lo interesante de la reforma del sistema electoral regional no está en la segunda vuelta en sí misma, sino en que, para implementarla, fue necesario separar la elección del presidente de la de los consejeros regionales, provincializar la elección de estos y suprimir el premio a la mayoría. De este modo, los consejeros adquieren mayor poder y el consejo puede, por fin, cumplir su función fiscalizadora.

    En este contexto, la gobernabilidad regional no dependerá de mayorías artificiales (como era hasta ahora), que lo único que generaba es hacer de los presidentes regionales una especia de caciques o señores feudales, acostumbrados a hacer lo que les da la gana, al no existir controles efectivos de su poder (es decir, generaba una "gobernabilidad autoritaria"). La nueva gobernabilidad regional dependerá de prácticas democráticas como las alianzas, negociaciones, transacciones, acuerdos políticos, donde todos deben ceder algo para que todos ganen. Ciertamente, ello dependerá de la actuación de los actores políticos regionales; no ocurrirá por generación espontánea. Yo veo en esta reforma una oportunidad para aprender a construir prácticas democráticas.

  3. Armando Calmet escribió:

    Ahora vienen las cuchipandas y los líos de comadres para la toma de cada una de las decisiones en las sesiones de consejo regional.
    se vienn las revocatorias y las falsas acusaciones de vacancia.
    Se viene mas trabajo para el JNE.

  4. Fernando Urbina escribió:

    La discrepancia es buena, ..mientras nos haga reflexionar. Me preocupa el tema porque veo que LESIONA la gobernabilidad regional. El razonamiento de la segunda vuelta regional es querer hacer un PRESIDENCIALISMO REGIONAL en pequeño.. Te reitero, ES UN GRAN ERROR…EL QUE GANA NECESITA TENER MAYORIA….PARA GOBERNAR EN LA REGION….ASI DE SIMPLE CARLO…se equivocaron en el sistema acuerdate las consecuencias de aqui a un año

  5. juana Balcazar escribió:

    Buenos días:
    Necesito saber, cual es el porcentaje con el que debe ganar el presidente en esta segunda vuelta y que sucede si no llega al porcentaje.

  6. cmsalcedo Autor escribió:

    Gana el que tenga más votos. Siendo sólo dos candidatos, es inevitable que uno de los dos tenga mayoría absoluta (más del 50% de los votos válidos).

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *