Para hacer ciencia se necesita una escalera grande y una chiquita

Un reciente artículo de la revista Nature cuenta del florecimiento de la ciencia alemana vuelva a poner el dedo en la llaga respecto de nuestras deficiencias. Para mejorar la investigación necesitamos políticas estables, dinero, instituciones capaces de tomar la iniciativa, y mirar más allá de nuestras fronteras.
Luego de la reconstrucción –señala Nature- la Alemania del Oeste avanzó en la recuperación de su capacidad científica, pero además de tener que comenzar de cero, tropezó con un conjunto de regulaciones que la hicieron poco competitiva con la del resto del mundo. La unificación no produjo un cambio significativo ya que la ciencia de Alemania del este no lograba competir con la de sus pares occidentales.
Hoy 20 años después de la reunificación, aunque resulte difícil pensar que volverán a sus años dorados, una política consistente y un aumento anual del presupuesto asignado están dando resultados. Aún hoy, en plena crisis, el presupuesto del Ministerio de la Ciencia aumenta en 7%, y lo mismo ocurre con el presupuesto de sus 16 estados.
Instituciones eficientes, planificación, y altos estándares de trabajo se han combinado en un nuevo escenario en el que las instituciones científicas compiten por fondos públicos y abren sus puertas a las mujeres (Alemania es el país de la UE que menos ha avanzado en ello) y a los investigadores extranjeros.
El número de extranjeros que reciben doctorados en Alemania se ha más que duplicado entre 1997 y 2008, pasando de 6.7% a 14.5%, pero aún está lejos de Gran Bretaña donde la proporción es de 40%. Las universidades al principio se quedaron atrás, hasta que en 2005 el gobierno lanza su iniciativa de Excelencia, una inteligente, y variada estrategia para premiar a equipos de investigación y escuelas de graduados que participan en un concurso para lograr constituirse en una élite a nivel estatal.
La estrategia de desarrollo científico incluye una participación en las organizaciones internacionales que proveen de fondos, así como en las comisiones del parlamento europeo para el desarrollo de la ciencia. Y las instituciones científicas han comenzado a expandirse fuera del país, no solo en Europa, Gran Bretaña o Estados Unidos, sino también en América Latina y China. Así la Sociedad Max Planck abrió recientemente institutos en La Florida, Buenos Aires, Shangai.
FFR

Puntuación: 0 / Votos: 0

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *