Simplemente belleza

Pienso que la fealdad asusta a las personas. Que les aterra, les descuadra, les exhorta a esforzarse en encontrar una belleza escondida tras una fealdad expuesta. Creo además que encontrar belleza y gozo en un espacio oscuro y aparentemente feo, requiere de un espíritu de fineza, sutileza y paciencia que muchas veces evitamos por la frivolidad de la rutina.

¿Por qué habría de preocuparme de encontrar belleza en lo aparentemente desagradable? No hablo aquí de apariencia física. Hablo aquí de las almas y de los corazones. Estoy hablando de los signos de amor presentes en las cosas cotidianas del hoy y del ahora…

Trabajar por acercar la justicia a quienes dejaron de creer en ella hace mucho debido a que se sienten discriminados por no hablar el idioma de todos y sentirte al mismo tiempo interpelada y objeto de suspicacias tanto por el sistema de justicia institucional como por los mismos comuneros. Porque “tú no eres ni chicha ni chicharrón.”

Participar en un consejo que busca escuchar tu testimonio de dolor y sufrimiento vivido en un conflicto armado interno que decidiste enterrar hace mucho porque perdiste las esperanzas de que alguien te hiciera justicia ¿para qué si solo harán morbo de mi dolor?

Practicamente haberte olvidado de tus títulos universitarios y de cátedra pedagógica para ir a trabajar en alfabetización y educación en un país donde la pobreza, la desnutrición y la guerra abunda, en otro continente, en otra tierra. En un lugar donde el dinero no tiene valor.

Atreverte a vencer la rutina diaria que te invita a tratar con desdén a tus pacientes sufrientes y dolientes en el hospital y a pensar, sólo por hoy seré más amable, más alegre, más paciente… sólo por hoy; pero eso lo dices todos los días.

Atender con alegría al abuelo senil del asilo en el que trabajas como técnica, saber que son muchos y que tú eres una, saber que el dinero que te pagan no te alcanza para el colegio de tu hijo, saber que el abuelito es un cascarrabias y tú, tú sigues paciente…

Encontrarle el sabor dulce a lo amargo…

Encontrar la belleza en lo aparentemente feo…


Reflexión inspirada en el artículo de Mª Dolores López Guzmán “Elogio de la Fealdad”. La imagen también la tomé de ahi.

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Comentarios

  1. Jorge Luis escribió:

    Me ha gustado mucho el post

    Saludos al autor del blog!!

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