Dogman

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Por Jhonnatan Huashuayo Lozano

El 2018 se estrenó en Cannes la película Dogman del reconocido realizador italiano Matteo Garrone. Dogman ganó los premios a mejor actor para Marcelo Fonte y el Palm Dog. Además, la película fue la candidata de Italia al Óscar de ese año.

Dogman es la historia de Marcello, un pacífico peluquero de perros que vive en los barrios bajos de Roma, y las consecuencias que trae la relación entre este y Simoncino, un violento exboxeador que aterroriza al barrio. La película está basada en el famoso crimen conocido como el “Delitto del Canaro” ocurrido en Italia en 1988. En esta película, Garrone nos muestra, una vez más, la otra cara de Italia al ubicarnos en un barrio violento y desheredado de Roma.

La actuación de Marcello Fonte es lo más resaltante de la película. El personaje de Fonte genera una mezcla entre empatía, lastima y ternura, que se refuerza por su amor a los perros. Por otro lado, el hecho de que Marcello, además de peinador de perros, sea un traficante de cocaína no distorsiona la imagen de un personaje empático cuya actividad ilícita puede parecer hasta cotidiana en el barrio marginal en que vive.

Asimismo, Edoardo Pesce quien interpreta a Simoncino, un violento exboxeador que cualquier persona evitaría frecuentar, realiza un correcto trabajo de reparto al ponerse en la piel de un personaje tan detestable como abusivo.

La tierna relación que Marcello tiene con su hija se ve contrastada con la turbia “amistad” que lo une a Simoncino, quien lo obliga indirectamente a cometer actos criminales, como robos. Cuando menciono “indirectamente” me refiero a que Marcello realiza estos crímenes por el miedo que siente hacia Simoncino, no por tener la intención de dañar a alguien.

Sin embargo, la relación entre estos dos personajes llega a su punto más álgido cuando Simoncino roba la tienda de joyas que se ubica al lado del negocio de Marcello y deja una serie de evidencias para inculparlo. A pesar de que la policía sospecha de Simoncino, Marcello nunca lo delata por el miedo que le tiene.

Hasta este momento la película nos muestra esta relación basada en el temor entre Marcello y Simoncino. Sin embargo, un año después cuando Marcello sale de la cárcel las cosas cambian pues él se había convertido en la persona más odiada del barrio por un crimen que no cometió. Además, la situación empeora cuando Simoncino lo humilla enfrente de todo el barrio porque él había dañado su motocicleta después de que el mismo Simoncino se negara a pagarle el dinero que le debía.

A pesar de que la película no nos muestra el plan de venganza de Marcello podemos deducir que este personaje está tramando algo a partir de sus acciones ya que después de una serie de escenas donde lo vemos afectado por la humillación de Simoncino, Marcello lo va a buscar, repentinamente, para disculparse y pedirle ayuda para un último atraco.

Una vez que Simoncino accede, Marcello le pide que se esconda en una de las jaulas para perro de su tienda, como parte de su estrategia, y a pesar de que Simoncino se resiste en un principio finalmente accede. Una vez dentro de la jaula, Marcello le revela que todo era una trampa para obligarle a disculparse.

En base a lo que se muestra en la película, parecería que la intención de Marcello solo era humillar a Simoncino de la misma forma que él lo humillo y hacer que se disculpe. Sin embargo, cuando el boxeador rompe la jaula todo se sale de control. Marcello ve que Simoncino está intentando escapar y entra en pánico. Lo golpea cobardemente con una vara de metal ocasionando que Simoncino quede inconsciente. Después lo encadena por el cuello sobre una plataforma movible. Cuando Marcello se acerca a Simoncino, asumiendo que seguía inconsciente, este aprovecha para intentar escapar nuevamente. Como producto del forcejeo Marcello pisa un botón que ocasiona que la plataforma se deslice y Simoncino muera ahorcado. Se podría decir que la muerte de Simoncino fue casi un accidente.

El final de la película nos muestra como el personaje oprimido se rebela ante su opresor y busca tomar justicia por sus propias manos. Además, a pesar de que la venganza no es lo adecuado, en este mundo donde el más fuerte sobrevive pareciera que esta fue la única forma de que Marcello se libre de su martirio pues muerto el perro, se acabó la rabia.

 

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