“¿En que momento decidimos ser los pésimos electores que hemos sido?” * Una respuesta a la periodista Mávila Huertas

En una de las columnas de opinión de los días lunes del diario Perú21, la periodista Mávila Huertas formula la pregunta que sirve de título a este artículo que pretende disipar la cuestión que la columnista formula.

He aquí, algunas razones que intentan explicar en que momento, los peruanos nos convertimos en su gran mayoría en unos pésimos electores:

• Cuando en la escuela se perdieron: los cursos de historia, educación cívica, filosofía, literatura; para dar paso a una enseñanza enfocada en lo memorístico y sin el desarrollo del pensamiento crítico de los estudiantes, especialmente en secundaria.
• Cuando los partidos políticos perdieron su rol educador y se convirtieron únicamente en movimientos electorales, en un afán desmedido por la cuota de poder político que les corresponde.
• Cuando los medios de comunicación (en su gran mayoría) dejaron de transmitir valores porque ellos mismos carecen de los estos, permitiendo que la anomia se apodere de los electores.
• Cuando la universidad dejó de producir conocimientos y  de debatir; para dar paso a la proliferación de títulos universitarios sin la exigencia académica oportuna y con una severa falta de calidad humanística en sus egresados.
• Cuando dejamos de lado a Cesar Vallejo y su “hermanos, hay muchísimo que hacer” y nos olvidamos de darle respuesta a lo que el inquisidor anarquista Manuel Gonzalez Prada interpelaba ¿Qué es la nación? y nos conformamos con ser el país de todas las sangres que José María Arguedas reseño sin comprender que para ello no basta con un grupo de gente que vive en el mismo territorio; sino que hay que creer y compartir valores y tradiciones, para dejar de ser un problema y construir la posibilidad de un país íntegro como lo predicó Jorge Basadre allá por un ya lejano 1931.
• Cuando la televisión y el internet ocuparon el papel de la escuela, el rol de enseñanza, permitiendo que sus contenidos de violencia, sensacionalismo y un marcado consumismo compulsivo penetren en la población escolar (especialmente desde los grados últimos de la primaria hasta la totalidad de la secundaria) reemplazando de esta manera a la escuela y que esta deje su tarea primordial: dejar de enseñar conocimiento y ética, para terminar adoptando una actitud y actividad pasiva frente al conocer y a los valores de la sociedad.

* La pregunta fue extraída de la columna del día lunes 29 de octubre de 2018 del diario Peru21. Véase: https://peru21.pe/opinion/pare-temblor-electores-post-lava-jato-437158