Importancia de la idoneidad del profesor

Todos sabemos que en el currículo nacional el Área de Religión tiene un lugar relevante. Aunque a veces parece que es como la Cenicienta del curriculo escolar, la verdad es que cunple un rol importantisimo en la llamada pretensión de la “educacion integral”. Sin embargo, fundamental es la persona del profesor de religión. Teoricamente cualquier profesor bien preparado, titulado y capacitado en la especialidad, podria impartir el curso; pero sabemos – o mejor, intuímos – que eso no sería suficiente, por eso me atrevo a dedicar unas líneas sobre este tema.

Prof. Ricardo San Ignacio de Recalde

¿En qué consiste la idoneidad de un profesor de religión católica?

Ante una Educación Religiosa escolar que es confesional en su inspiración y en sus contenidos, se sigue que, quien transmite este mensaje, el profesor de religión, sea también “testigo cualificado” del credo que profesa. En este sentido, un profesor de educación religiosa católica, es un católico coherente y consecuente que debe reunir ciertos requisitos para que sea “idóneo” tanto en sus conocimientos como en su experiencia de fe, y así, con propiedad, pueda dirigir esta área (o impartir el curso), que está inscrita dentro de la acción evangelizadora de la Iglesia Católica.
La idoneidad del profesor de religión se puede estructurar en torno a los siguientes aspectos:

• Poseer capacidad pedagógica
• Testimonio de vida cristiana
• Poseer una recta doctrina

Poseer capacidad pedagógica

Profesionalismo
Nos preguntamos en qué consiste ser profesional y nos topamos frecuentemente con criterios más o menos comunes. Podemos decir que es hacer bien el trabajo. Sin embargo, no siempre hacemos “bien” nuestro trabajo sino solo hacemos nuestro trabajo, o “solo lo que nos toca hacer” Este tipo de profesionalismo no es el que nos debería corresponder.

Ser profesional y actuar con profesionalismo implica mucho más que hacer lo que me toca hacer, implica hacer bien y muy bien nuestra labor porque para eso nos hemos preparado (o nos estamos preparando) implica responsabilidad y una ética que defina no solo una imagen o una personalidad muy definida – la de un cristiano – sino una apertura a la misma cultura en la que nos desenvolvemos. El cristiano debe obrar de tal manera que quienes le traten perciban el buen olor de Cristo (2Cor. 2,15); debe actuar de modo que, a través de las acciones del discípulo, pueda descubrirse el rostro del Maestro. El trabajo profesional del maestro de Religión se convierte en un candelero que ilumina a sus colegas y amigos. La profesión o el oficio que no esté acompañado de seriedad y hondura profesionales suena a falso y vacío.

El profesionalismo no consiste solo en obtener títulos, conlleva ineludiblemente la practica de las virtudes especialmente de la sencillez y de la caridad. Podemos ser profesionales, debemos serlo, pero también “ser profesional” implica ser profesional en humanidad y el maestro no puede darse el lujo de olvidarlo. La eficiencia, la creatividad, el rendimiento profesional y todo lo que implica requiere la práctica de las virtudes humanas y teologales.

¿Y qué decir de la actualización docente?

Hablar de actualidad pedagógica es un tema muy complejo hoy en día, las ciencias pedagógicas en los últimos años han dado grandes giros no solo en sus conceptos tradicionales sino en la misma aplicación en el aula. Estar actualizado conlleva asimismo, estar en sintonía con lo que sucede en el mundo y en mi localidad pero más, es estar actualizado en lo que las Ciencias de la Educación al día de hoy nos muestran: ser critico con las diferentes posiciones y teorías pedagógicas; conocerlas, dominarlas, recoger lo que ayuda para el Área de Religión y estar atento a todo tipo de reduccionismos acerca del hombre. Visitar una buena biblioteca o suscribirnos a una buena revista pedagógica sería muy útil para mantenernos actualizados pedagógicamente.

En proximas entradas desarrollaré un poco mas este tema muy importante para el curriculo escolar.

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