La practica común hace que la cualidad “trabajar bajo presión” sea un requisito indispensable a la hora de postular a un empleo, los reclutadores lo colocan en su descripción de oportunidad laboral cual cliché. Más allá de las implicancias en el mercado laborar, me pongo a pensar del otro lado y viene la pregunta: ¿Qué podemos esperar del puesto laboral al que podríamos potencialmente ocupar?

No hay que hacer un análisis muy profundo para darse cuenta que:  o bien el área de recursos humanos no se encuentra lo suficientemente integrada a la empresa y conoce el perfil adecuado del puesto laboral o simplemente la empresa no se encuentra funcionando adecuadamente en cuanto a sus procesos, no planifica bien, no cuenta con los recursos necesarios para realizar sus actividades (lo cual es mucho más preocupante para las personas, como yo,  que buscan un empleo en base a las funciones a realizar).

Se que la cuestión es mucho más compleja y va a depender del giro del negocio, políticas de la empresa, legislación laboral, por lo que prometo ahondar en el tema en otra oportunidad.