Sabor a mocaccino

Disculpa que ya no te hable, es que ando ocupado, peleando contra el miedo de que no me respondas y quedarme con la duda de que si estas bien o si quisieras saber de las cosas que me gustaría decir, pero ya no puedo… Te quiero hablar… pero te escribo. Eres tú, y fuiste tú

Instructivo para olvidarte

¿Cuánto tiempo te tomará marcharte? Me refiero a si empacarás solo lo necesario como aquel viaje a una ciudad pesquera o si aguardas anhelando lo que es evidente que no va a ocurrir. ¿Cuánto tiempo te tomará marcharte? Me refiero a si te atan los recuerdos sabor a piscano de naranja o makis acevichados o

Shadows

Creí en las excepciones, en cada una de ellas, ¿Dónde están? En algún oscuro espacio de las cremas paredes donde se desvaneció el eco de las promesas, de los sueños e ilusiones… Vespertinos encuentros que no dudaron en terminar en estuosas tardes paliquerosas. Líneas cuyo remitente decidió buscar la primera vez en muchas cosas, quedar

Equinoccio

Recuerdos de aquella mañana cierro los ojos y vienen a mi mente las imágenes las sensaciones aquella visita sorpresa de mañanita creíste muy rojo, muy rojo y yo dije ¿Qué importa? Recuerdos de aquellas tardes las previas cariñoso ruidoso, canchita riquísima, chicha morada acidita tardes sublimes. La primavera ha ido y venido y el recuerdo

A la hora de buscar empleo

La practica común hace que la cualidad “trabajar bajo presión” sea un requisito indispensable a la hora de postular a un empleo, los reclutadores lo colocan en su descripción de oportunidad laboral cual cliché. Más allá de las implicancias en el mercado laborar, me pongo a pensar del otro lado y viene la pregunta: ¿Qué podemos

Estoy de vuelta

Muchas cosas han pasado desde la última vez que publiqué aquellos poemas como si fuera un poemario – anagrama con el nombre de una persona que en aquel entonces era importante en mi vida, recuerdo también, meses después haberlos hecho participar (con sus retoques respectivos) a un concurso ganando una humilde mención honrosa (lo cual

C

Como había mucho que contar, mucho que decir, y en su afán tan solo para buscar las palabras exactas caminar, caminar hasta perderse, dormir, dormir hasta olvidar que dia es, escribir, escribir hasta no tener donde, y en tu mente solo darle vueltas a lo mismo, nada que decir, nada que contar, el invierno comenzó,

I

Imagina que esa tarde… te escribí un poema, una desiderata, un par de canciones, un juego con tu nombre, un teorema pensando en ti, un libro con tu recuerdo, luego pasé noches enteras viendo las estrellas buscando de entre mis recuerdos el aroma fugaz de tu imagen para luego pensar que es mas facil vivir