Revista Somos – 8 de marzo de 2008
Escribe: Marcos Chumpitaz
Polémica. El vegetarianismo echa raíces en el Perú pero ¿cuáles son las condiciones para que sea saludable?
En un país fanático del pollo a la brasa, el ceviche y el lomo saltado, la palabra vegetarianismo podría no tener mucho sentido. Sin embargo, se trata de un estilo de vida que viene ganando nuevos adeptos en los últimos años, en especial entre los más jóvenes. Conozca los pros y contras de una opción alimentaria que llevada con responsabilidad podría convertirse en una inigualable fuente de salud.
Jacqueline Gutiérrez (19) disfruta de la menestra, a tortilla de verduras y la milanesa de soya con la misma pasión con que la mayoría de jóvenes a su edad devoran un cuarto de pollo a la brasa. Ella es vegetariana militante desde hace un año y forma parte de un grupo universitario denominado ADEA (Agrupación para la Defensa Ética de los Animales) que logró en 2004 una hazaña digna de PETA: que por primera vez en una cafetería de universidad (en este caso, la Católica) ser sirviera un menú vegetariano (“opción má ética”), junto a los ya usuales “platos con cadáveres”, como ellos llaman.
“Siempre tuve esa curiosidad, pero mis padres nunca estuvieron de acuerdo. Pero desde que ingresé a la universidad, tomé conciencia y decidí hacerlo. La crueldad contra los animales es algo que no puedo soportar. Para muchos puede ser normal comer un animal en su mesa, sin embargo nadie sabe todo lo que ha tenido que pasar antes de llegar al plato. Yo no quiero saber que un animal sufre para darme de comer o vestir”, señala Jacqueline cuya historia es semejante a la de miles de jóvenes peruanos que han decidido marginar la carne de sus dietas, o al menos reducirla al máximo.
En un país cuya gastronomía tiene en la carne su razón de ser, volverse vegetariano podría parecer un desvarío, pero para estos jóvenes no lo es. De hecho, muchos expertos en nutrición dicen haber visto cambios en el horizonte alimenticio en los últimos diez años que sugieren un popularidad creciente del vegetarianismo entre la chiquillada. A esto se suma que el entorno es cada vez más amistoso con esta corriente: nunca antes han habido tantas casa naturistas y restaurantes vegetarianos como ahora. Lo mismo sucede en los colegios. Las opciones vegetarianas ya forman parte de los menús en muchas escuelas privadas y los supermercados han comenzado a ofrecer productos derivados de animales (como la leche o las hamburguesas) en sus versiones vegetarianas. Leer más