Mallorca. El empresario de la Plaza de Toros de Inca, de Mallorca, se lanzó al ruedo para matar él mismo a un toro que se había roto un asta, pero con unas consecuencias tan brutales e impactantes que gran parte del publico (en su mayoría turistas) decidieron marcharse de la plaza consternados y entre lágrimas. Además, la plaza estaba llena de niños, que tienen prohibido asistir a esta serie de festejos. Uno de ellos estaba junto a la Guardia Civil y otro portaba en la mano la oreja de uno de los toros. Los hechos ocurrieron el pasado 31 de julio.
Mientras que fuera de la plaza se manifestaban los grupos antitaurinos pidiendo compasión para los animales, en el interior de la plaza la tortura hacia un animal estaba a punto de llegar a su máximo exponente. “Si el torero de turno no pudo sacrificar al animal, uno no puede saltar al coso y matarlo de cualquier manera”, se quejó Silvia Barquero, portavoz de Pacma, que explicó que el empresario ya “recibió dos multas por permitir la presencia de niños en los tendidos”.
Por su parte, IniciativaVerds (IV) ha criticado hoy que el pasado domingo se permitiera la presencia de medio centenar de menores en la corrida de toros que se celebró en Inca, “ante la total indiferencia de la Guardia Civil”, pese a que el acceso a festejos taurinos está prohibido a menores de 16 años.
Este partido denuncia en un comunicado ésta y otras vulneraciones de la ley en la citada corrida, como que la muerte del quinto toro, que se rompió un asta al cornear la barrera, corriera a cargo del empresario promotor del espectáculo, que saltó al ruedo de paisano y estoqueó dos veces al animal.